La reorientaci¨®n de Europa

El pr¨®ximo 1 de julio se cumplir¨¢ un a?o del inicio de la presente legislatura del Parlamento Europeo. Las elecciones dieron como resultado un notable aumento de las fuerzas euro-esc¨¦pticas e incluso euro-hostiles, que ganaron con comodidad en Francia o en el Reino Unido. Pero, adem¨¢s, esos comicios produjeron una p¨¦rdida de la hegemon¨ªa conservadora que sufrimos en la legislatura previa, en la que se marc¨® una agenda paneuropea de recortes sociales. Como contrapeso, el grupo socialista ha ganado un mayor espacio de influencia en este mandato que estamos utilizando para hacer virar la pol¨ªtica econ¨®mica, en cumplimiento con nuestros compromisos electorales, y cuyos resultados en las tasas de actividad estamos ya constatando. Sin duda, los cambios no est¨¢n siendo tan r¨¢pidos ni rotundos como hubieran sido ante una contundente victoria socialista, pero s¨ª lo suficientes para percibir ya una recuperaci¨®n econ¨®mica, cuya traslaci¨®n a los ciudadanos depende tambi¨¦n de las pol¨ªticas complementarias de los Estados.

En primer lugar, la Comisi¨®n ha aprobado una reinterpretaci¨®n del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, cumpliendo as¨ª una exigencia de nuestro grupo. El nuevo Pacto fija un marco para orientar la senda fiscal de cada pa¨ªs m¨¢s acomodaticia con la situaci¨®n econ¨®mica, permitiendo una reducci¨®n m¨¢s suave para aquellas naciones con crecimientos d¨¦biles y por debajo de las tasas de expansi¨®n estructurales. Pero, adem¨¢s, esta revisi¨®n permite aislar de los c¨¢lculos de d¨¦ficit las inversiones p¨²blicas e incluso internaliza los efectos de las reformas estructurales sobre los saldos fiscales, facilitando la toma en consideraci¨®n de aquellas pol¨ªticas con costes a corto plazo. Es cierto que este margen de actuaci¨®n se ofrece con mayor facilidad a los Estados con una posici¨®n fiscal m¨¢s desahogada pero, en todo caso, esta reinterpretaci¨®n deber¨ªa permitir el dise?o de una pol¨ªtica presupuestaria al servicio del crecimiento, en claro contraste con lo experimentado en la legislatura pasada.

En segundo lugar, la Comisi¨®n ha cumplido con el compromiso con el Grupo Socialista para lanzar un plan de inversi¨®n paneuropeo, conocido como Plan Juncker. El fondo contar¨¢ con una inversi¨®n p¨²blica europea de 63.000 millones de euros entre capital y deuda europea, que deber¨¢ movilizar financiaci¨®n privada adicional hasta 315.000 millones de euros. Esa cantidad se ver¨¢ incrementada por las partidas suplementarias comprometidas por los pa¨ªses. Alemania, Francia, Italia y Polonia han anunciado una aportaci¨®n de 8.000 millones de euros cada uno, Luxemburgo de 80 millones m¨¢s y Espa?a, tan s¨®lo a la luz de su PIB, de 1.500 millones. En todo caso, estos m¨¢s de 25.000 millones de euros deber¨¢n movilizar tambi¨¦n a su vez participaci¨®n privada, elevando el montante total del programa de inversi¨®n por encima de la cifra exclusivamente comunitaria.

El grupo socialista en el PE ha ganado un mayor espacio de influencia en este mandato que estamos utilizando para hacer virar la pol¨ªtica econ¨®mica

En tercer lugar, el esc¨¢ndalo del LuxLeaks, que ha golpeado directamente a la credibilidad del presidente de la Comisi¨®n, ha resituado el foco de atenci¨®n en la necesidad de avanzar en la europeizaci¨®n de los impuestos de sociedades, compromiso que ha venido defendiendo el Grupos Socialista. Tal es as¨ª que el acuerdo de investidura de la actual Comisi¨®n pasa tambi¨¦n por el fin de los para¨ªsos fiscales en la Uni¨®n y la definici¨®n conjunta de la base imponible del impuesto de sociedades. En este campo, la Comisi¨®n ya ha publicado la comunicaci¨®n por la cual toda la informaci¨®n de acuerdos fiscales de los Estados con empresas deber¨¢ ser intercambiada entre las autoridades, abriendo la puerta a potenciales denuncias por ayudas de Estado, asunto en el que la legislaci¨®n europea por encima de las normas nacionales. Adem¨¢s, el Parlamento espera para antes de agosto un nuevo paquete de medidas en este campo de actuaci¨®n.

En cuarto lugar, la Comisi¨®n se encuentra negociando el Acuerdo Transatl¨¢ntico para el Comercio y la Inversi¨®n con Estados Unidos con el prop¨®sito de abrir un gran mercado para las empresas europeas, salvaguardando en todo caso el marco regulatorio europeo. En este sentido, el Grupo Socialista ha logrado sacar adelante una declaraci¨®n en el comit¨¦ de comercio internacional del Parlamento, pendiente de su revisi¨®n por el pleno, que marca unas l¨ªneas rojas n¨ªtidas que pide el reconocimiento de Estados Unidos de los ocho convenciones principales de la OIT sobre derechos laborales, la exclusi¨®n de los servicios p¨²blicos y el respeto a la regulaci¨®n ambiental y sanitaria europea, as¨ª como la elaboraci¨®n de una lista de productos agr¨ªcolas sensibles. Adem¨¢s, la declaraci¨®n establece la creaci¨®n de un comit¨¦ de arbitraje p¨²blico para dirimir las disputas con derecho a apelaci¨®n. De este modo, los socialistas confiamos en alcanzar un acuerdo equilibrado con Estados Unidos, que bajo este per¨ªmetro, permita reanimar el crecimiento y acelerar la creaci¨®n empleo sujeto a los compromisos sociales del modelo europeo.

En otro orden de cosas, hay que valorar el cambio de las relaciones de la Uni¨®n con Grecia. Nadie puede permitirse la salida del pa¨ªs heleno de la zona euro pero es necesario tambi¨¦n encuadrar los compromisos con Grecia bajo la inspiraci¨®n de la revisi¨®n de los acuerdos fiscales. Para ello hay que apoyar la reducci¨®n del objetivo de super¨¢vit primario, la puesta en planta de un sistema fiscal digno de tal nombre y habilitar l¨ªneas de financiaci¨®n para mejorar las pol¨ªticas de cohesi¨®n social, lo que exige tambi¨¦n una huida de Tsipras de sus socios de gobierno de extrema derecha nacionalista y de aquellos que en su propia formaci¨®n apuestan por una salida del euro.

Es necesario tambi¨¦n encuadrar los compromisos con Grecia bajo la inspiraci¨®n de la revisi¨®n de los acuerdos fiscales

Por ¨²ltimo, esta agenda se completa con el esperado informe de los cinco presidentes (Comisi¨®n, Consejo, Parlamento, BCE, Eurogrupo) sobre el futuro dise?o institucional de la zona euro. De este modo, habr¨ªamos completado un a?o positivo para la Uni¨®n en el que se ha logrado una revisi¨®n de pol¨ªtica econ¨®mica por parte de las instituciones pol¨ªticas lo que unido al mayor activismo del BCE (que est¨¢ ayudando tambi¨¦n a devaluar el euro) y a la ca¨ªda del precio del petr¨®leo est¨¢ permitiendo una mejora de los datos macroecon¨®micos.

Sin duda, si los socialistas hubi¨¦ramos sido primera fuerza estos cambios estar¨ªan siendo m¨¢s s¨®lidos y con una recuperaci¨®n de las pol¨ªtica sociales, pero son lo suficientes para cambiar el tono econ¨®mico de la Uni¨®n y permitir adem¨¢s otra pol¨ªtica por parte de los Estados. Por eso, cobran a¨²n m¨¢s importancia las pr¨®ximas elecciones generales en nuestro pa¨ªs. Espa?a decidir¨¢ c¨®mo resituarse en el nuevo marco europeo y c¨®mo rentabilizar y redistribuir la mejor¨ªa de la actividad. Es vital que Espa?a aproveche esta incipiente recuperaci¨®n para que la mejora llegue a aqu¨¦llos que lo est¨¢n a¨²n pasando muy mal y permita la reconstrucci¨®n del Estado de Bienestar junto al dise?o de una econom¨ªa productiva, lo que exige un cambio en la direcci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs.

Jon¨¢s Fern¨¢ndez es diputado socialista al Parlamento Europeo y autor de Una alternativa progresista (Deusto).