Viernes sangriento
El yihadismo muestra su crueldad en los atentados de T¨²nez, Lyon y Kuwait
De nuevo el yihadismo ti?¨® ayer de sangre varios pa¨ªses ¡ªde tres continentes¡ª en un viernes de Ramad¨¢n, jornada especial para millones de musulmanes; no as¨ª para los que se autoproclaman guardianes del Islam mientras se jactan de su desprecio por la vida humana. Los atentados cometidos en T¨²nez, Francia y Kuwait, aunque diferentes cada uno en sus m¨¦todos, tienen el com¨²n denominador de haber sido inspirados o cometidos por el salvajismo yihadista, que proclam¨® hace un a?o el llamado califatoy que demuestra una vez m¨¢s que nadie, en ning¨²n lugar del mundo, est¨¢ a salvo de esta amenaza fan¨¢tica.
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El atentado contra un hotel de propiedad espa?ola en T¨²nez muestra la cobard¨ªa de quienes en sus v¨ªdeos y revistas se definen como guerreros y luego disparan impunemente contra decenas de personas en ba?ador que toman el sol en una playa. O contra los visitantes de un museo, como hicieron el pasado marzo, tambi¨¦n en T¨²nez. El pa¨ªs norteafricano, musulm¨¢n y en proceso de afianzamiento democr¨¢tico, se ha convertido en objetivo prioritario del radicalismo, que no puede soportar el progreso de una sociedad que ha abrazado la modernidad sin renunciar al islam.
Es fundamental que el Gobierno y la sociedad tunecina sientan el respaldo real, y no solo lo que se expresa con declaraciones, de la comunidad democr¨¢tica internacional. Especialmente ahora, cuando el turismo ¡ªfuente fundamental de ingresos y puestos de trabajo¡ª se ver¨¢ irremisiblemente afectado.
Pocas horas antes los yihadistas hab¨ªan tratado de causar una cat¨¢strofe en Lyon al intentar provocar una explosi¨®n en una planta de gases industriales. Uno de los terroristas entr¨® en las instalaciones con una bandera del Estado Isl¨¢mico (EI). Previamente hab¨ªan decapitado a un hombre. De nuevo aqu¨ª se repite un patr¨®n con el que se pretende aterrorizar a las sociedades occidentales: el m¨¢ximo da?o posible indiscriminado ¡ªque afortunadamente no se ha producido en Lyon al no estallar la planta¡ª junto a la m¨¢xima crueldad, en forma de decapitaci¨®n, un m¨¦todo del que el EI ha hecho una de sus se?as de identidad y que causa particular repugnancia.
La matanza perpetrada en una mezquita en Kuwait constata que la furia yihadista, aunque lo proclame, no se basa en una lucha entre musulmanes y el resto del mundo. Los asesinos que se escudan tras la religi¨®n mataron ¡ªde nuevo indiscriminadamente¡ª a un grupo de personas indefensas cuando se encontraban orando precisamente en una mezquita. Una prueba m¨¢s de que la charlataner¨ªa con la que el Estado Isl¨¢mico engatusa a sus nuevos adeptos no es m¨¢s que una mentira incongruente.
La guerra que el yihadismo ha declarado a la comunidad global obliga a las sociedades a estar en m¨¢xima alerta ¡°para proteger nuestros valores y nunca ceder al miedo¡±, como dijo ayer el presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande. Y, en paralelo, a que las autoridades tomen todas las medidas necesarias ¡ªel Gobierno espa?ol elev¨® ayer la alerta al nivel m¨¢ximo desde el 11-M y convoc¨® el pacto antiterrorista¡ª para proteger a sus ciudadanos.
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