¡°Los reguladores tienen que legislar pensando en el futuro¡±
El 'country manager' de la empresa para compartir viajes en coche considera que la econom¨ªa colaborativa responde a la escasez recursos y a la necesidad de su uso eficiente
Jaime Rodr¨ªguez de Santiago (Madrid, 1984) dirige desde septiembre de 2014 la filial espa?ola de Blablacar, una de las empresas referentes de la econom¨ªa colaborativa en Europa. Esta plataforma, que conecta usuarios para compartir viajes en coche, extrae sus beneficios de los gastos de gesti¨®n que cobra a cada cliente. Rodr¨ªguez es ingeniero superior en Telecomunicaciones y ya tuvo experiencia en otras startups antes de desembarcar en la compa?¨ªa francesa en noviembre de 2013 como director de marketing para Espa?a. Cree que la econom¨ªa colaborativa responde a una situaci¨®n de recursos m¨¢s escasos y a la necesidad de ser m¨¢s eficientes en el uso de los mismos.
Pregunta. ?C¨®mo se llega a ser el responsable de una empresa que ha modificado en los ¨²ltimos a?os la manera de viajar?
Respuesta. He llegado hasta aqu¨ª porque hay gente que conf¨ªa en j¨®venes apasionados por el mundo de Internet y la econom¨ªa colaborativa.
P. El 53% de sus usuarios es menor de 30 a?os. ?Por qu¨¦ se produce esta situaci¨®n?
R. La penetraci¨®n de la tecnolog¨ªa es mayor en la gente joven. S¨ª es cierto que en otros mercados como el franc¨¦s, a medida que pasa el tiempo, la edad media de nuestros usuarios se va ampliando. Estoy seguro de que en unos a?os ese porcentaje ser¨¢ m¨¢s peque?o tambi¨¦n en Espa?a.
P. ?Cree que el coche propio es una necesidad del pasado?
R. Los coches se van a seguir utilizando y seguir¨¢n siendo necesarios, pero su posesi¨®n no ser¨¢ una prioridad para los j¨®venes, aunque s¨ª su uso.
P. Muchas asociaciones de transporte tradicionales [como Feneb¨²s] les acusan de intrusismo y competencia abusiva, ?cu¨¢l es el estado de este conflicto?
R. Lo que ha pasado es que ha habido confusi¨®n con la llegada de otros agentes al mercado que, en realidad, tienen poco que ver con nosotros, ya que en ellos el conductor s¨ª tiene beneficios. Nuestro servicio es perfectamente complementario con las formas tradicionales de transporte. Quien viaja en Blablacar puede viajar al d¨ªa siguiente en tren, porque un d¨ªa quiere hablar con gente y compartir el viaje y al d¨ªa siguiente prefiere trabajar solo, por ejemplo. Y permite conectar poblaciones que previamente no lo estaban.
P. ?Cree entonces que la soluci¨®n est¨¢ en regular m¨¢s?
¡°El cambio de mentalidad de los j¨®venes est¨¢ impulsando un consumo basado en el uso m¨¢s que en la posesi¨®n¡±
R. Siempre comparo la labor de los reguladores con la de los jueces de l¨ªnea en el f¨²tbol. Tienen que estar mirando a dos sitios a la vez. Tienen que controlar el presente, pero tambi¨¦n tienen que legislar pensando en el futuro y en no entorpecer ese futuro. No es necesaria una regulaci¨®n adicional. Consideramos que Blablacar encaja en la regulaci¨®n que ya existe en Europa y en Espa?a.
P. ?C¨®mo ve usted a esta generaci¨®n que parece querer cambiar aspectos tradicionales de la sociedad?
R. A los millennials se nos ha atizado mucho por inconformistas, pero tambi¨¦n creo que somos la punta de lanza del cambio que vivimos. Quiz¨¢s, el cambio de mentalidad de los j¨®venes viene de nuestra mayor implicaci¨®n en el uso de Internet y estamos impulsando un consumo m¨¢s basado en el uso que en la posesi¨®n.
P. ?C¨®mo factura Blablacar?
R. La facturaci¨®n de los servicios de gesti¨®n la hacemos a trav¨¦s de la matriz, en Francia. Pero no recibimos beneficio fiscal alguno en ese pa¨ªs. En Espa?a lo que tenemos es una empresa que se dedica exclusivamente al marketing. Contamos con diez trabajadores y dos que se incorporar¨¢n en breve a la plantilla.
P. ?Los conductores tienen que declarar los ingresos que obtienen por cada viaje?
R. Los usuarios comparten gastos y no se trata de una actividad econ¨®mica, por ello no tienen que declarar esos beneficios a Hacienda.
¡°Los viajeros comparten gastos y no se trata de una actividad econ¨®mica, por ello no tienen que declarar esos ingresos a Hacienda¡±
P. Cualquiera puede registrarse en su web, ?c¨®mo controlan que no lo hagan con ¨¢nimo de lucro?
R. Todos los tel¨¦fonos m¨®viles en Espa?a van asociados a un DNI por ley. Desde que tenemos el sistema de pago online, se paga con tarjeta y se cobra con cuenta corriente. As¨ª, cualquier persona que tenga esa intenci¨®n es f¨¢cil de identificar. En caso de detectarlo, lo notificamos y les expulsamos de la plataforma.
P. ?Cu¨¢ntas incidencias han registrado en el ¨²ltimo a?o?
R. Las incidencias son m¨ªnimas. No hacemos p¨²blico ese dato. Tenemos m¨¢s de dos millones de personas que se mueven en Blablacar en Europa y los incidentes son los que siempre hay en carretera.
P. ?Y c¨®mo gestionan los problemas que pueden surgir entre los usuarios?
R. Afortunadamente, el 95% de esas incidencias no pasan de ser malentendidos entre personas. Nuestro equipo de 60 empleados se encarga de controlarlas. Se ponen en contacto con los usuarios e intentan proponer un acuerdo.
P. ?A cu¨¢ntos usuarios han tenido que echar de la plataforma?
¡°La introducci¨®n de los gastos de gesti¨®n no fue consecuencia de la pol¨¦mica del verano de 2014¡±
R. Son cifras que no comunicamos, pero puedo decir que es un porcentaje m¨ªnimo.
P. ?C¨®mo asegura Blablacar a sus usuarios frente a un posible accidente?
R. Al usar Blablacar est¨¢s compartiendo gastos. Por lo tanto, el tratamiento desde el punto de vista de los seguros, es el mismo que si hicieras un viaje por tu cuenta con el seguro obligatorio que cubre a terceros, incluidos los pasajeros.
P. Usted tom¨® el mando un poco antes de que se introdujera el cobro por gesti¨®n en cada reserva. ?Por qu¨¦ fue necesaria esta medida?
R. Busc¨¢bamos formas de generar confianza y quer¨ªamos incluirlas en nuestro modelo de negocio. Este sistema nos permite fiabilizar mucho m¨¢s el servicio y as¨ª hemos evitado plantones, que suced¨ªan muy a menudo con el modelo anterior [en el que los usuarios pagaban en mano al conductor directamente]. Y, adem¨¢s, hemos logrado una mayor vigilancia de todo lo que sucede en la plataforma. Tenemos mucha informaci¨®n de qui¨¦n viaja con qui¨¦n y c¨®mo podr¨ªamos ayudar si pasara algo.
¡°Los coches se van a seguir utilizando, pero su posesi¨®n no ser¨¢ una prioridad para los j¨®venes¡±
P. ?La decisi¨®n tuvo que ver con la pol¨¦mica que surgi¨® en el verano de 2014, cuando diferentes asociaciones de transporte le pidieron al Gobierno que regulara la actividad de este tipo de plataformas?
R. No tuvo nada que ver. La legalidad de nuestro negocio fue respaldada por el Ministerio de Fomento. En Francia el sistema de cobro por gesti¨®n de reserva ya llevaba casi cuatro a?os y es algo que ha creado m¨¢s confianza en el servicio y que nos ha permitido crecer.
P. Otras empresas [como Amovens] que tambi¨¦n ponen en contacto usuarios para viajar en coche aseguran que han aumentado mucho su negocio desde 2014. ?Cree que ustedes han perdido fuelle al introducir gastos de gesti¨®n?
R. No. En primer lugar, me alegra que todos las empresas ganemos tama?o. Es se?al de que la econom¨ªa colaborativa va por buen camino y est¨¢ penetrando en la sociedad. Nuestro modelo de negocio nos est¨¢ sirviendo para crecer a¨²n m¨¢s. No tenemos una preocupaci¨®n al respecto.
P. ?Qu¨¦ ofrecen ustedes que no tengan sus rivales?
R. Tenemos una tasa de plantones muy inferior; somos una empresa de 300 empleados y que est¨¢ en 19 pa¨ªses, que es l¨ªder en Europa y que da un servicio de mucha calidad. Tenemos 60 personas que se dedican a atender al usuario, a moderar y a verificar que el comportamiento en la plataforma sea el correcto.
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