Los platos de Massimo Bottura conviven con obras de arte

Massimo Bottura se pasea por la sede londinense de Sotheby?s en zapatillas de deporte, abrazando a amigos y ofreciendo queso a todo el que se acerca. El expansivo cocinero, gran renovador de la gastronom¨ªa italiana, aterriz¨® en la capital brit¨¢nica con la maleta llena de parmesano, pasta artesana y vinagre bals¨¢mico. Todos los ingredientes necesarios para abastecer la sucursal ef¨ªmera de su restaurante Osteria Francescana, instalada en la capital brit¨¢nica hasta el pasado lunes. El establecimiento que regenta Bottura en el coraz¨®n de la villa medieval de M¨®dena cuenta con tres estrellas Michelin y ocupa el segundo puesto en la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo de la publicaci¨®n brit¨¢nica Restaurant (el primero es el Celler de Can Roca). Sus 12 mesas son notoriamente dif¨ªciles de reservar, y las tres noches londinenses de la Osteria han resultado ser igual de populares, a pesar de los precios. El men¨² degustaci¨®n con siete platos sale por unos 350 euros m¨¢s unos 135 por el maridaje con vinos italianos, frente a los 170 euros que cuesta ese tipo de carta en el local en una de las callecitas empedradas de M¨®dena.

La diferencia en coste quiz¨¢s tenga que ver con el traslado del comedor a la glamurosa sala de exposiciones de Sotheby?s. All¨ª camareros que parecen reci¨¦n salidos de la pasarela sirven y los comensales, entre los que se encuentran el dise?ador Tom Ford y la exSpice Girl Gerry Halliwell, comen rodeados de las obras de Francis Bacon o Lucian Freud, las mismas que se vender¨¢n por cifras millonarias en la subasta de este mi¨¦rcoles y jueves.

¡§Las grandes inspiraciones de nuestra cocina son la m¨²sica y el arte. Para m¨ª es un gran honor estar aqu¨ª¡§, dice Bottura al comienzo de la cena mientras suena un disco de jazz. ¡§Espero que disfruten, no voy a aburrirles con descripciones de la comida.¡§ Su esposa, la estadounidense Lara Gilmore, es la encargada de pasearse entre las mesas para explicar la preparaci¨®n de lasa?as que transportaban a la infancia, ensaladas dulces con flores y postres inspirados en Warhol.

Esta iniciativa confirma que la alta cocina, con sus t¨¦cnicas innovadoras, libros art¨ªsticos y cocineros estrella, se acerca cada vez m¨¢s a la esfera del arte contempor¨¢neo, y que adem¨¢s ya no tiene por qu¨¦ confinarse entre las mismas cuatro paredes. El concepto de restaurante es cada vez m¨¢s fluido y los chefs se comportan artistas de gira, viajando por el mundo con su cocina a cuestas. El propio Bottura, en un proyecto diametralmente opuesto al de Sotheby's, mont¨® una casa de comidas de C¨¢ritas en Mil¨¢n dirigida a los m¨¢s necesitados. A principios de a?o Ren¨¦ Redzepi abri¨® un pop de Noma en Tokio y Heston Blumenthal hizo lo mismo en Melbourne, mientras se llevan a cabo reformas en The Fat Duck. El cierre de El Bulli no supuso un frenazo en la actividad de Ferr¨¢n Adri¨¢. M¨¢s bien al contrario. El ¨²ltimamente hiperactivo cocinero se reparte entre los eventos organizados por su fundaci¨®n y la colaboraci¨®n con Cirque de Solei en Heart Ibiza.