Zamparse el planeta
La editora de gastronom¨ªa de ¡®The Guardian¡¯, Mina Holland, propone un viaje por los cinco continentes en su libro de recetas ¡®El atlas comestible'
El primer recuerdo de Holland relacionado con la comida fue en la cocina de su abuela, una de sus mayores inspiraciones y a la que hace referencia a menudo en su libro. ¡°Me pasaba el tiempo pidiendo que me dejara probar todo mientras cocinaba¡±, recuerda. ¡°Creci¨® en India y preparaba recetas que nadie conoc¨ªa en Reino Unido cuando yo era peque?a (y muchas no las he vuelto a probar fuera de sus fogones hasta hace muy poco)¡±. Posiblemente de ah¨ª viene su afici¨®n a la comida, que la ha llevado a convertir el suplemento del s¨¢bado de The Guardian en un festival de especias y a escribir El atlas comestible (editorial Roca), ¡°una gu¨ªa introductoria para todo aquel con curiosidad por los cimientos sobre los que se construyen algunas de las gastronom¨ªas clave del mundo¡±. En ella conviven lujuriosas pastas italianas con elaborad¨ªsimas salsas y frescas ensaladas con aderezo franc¨¦s; el cusc¨²s retoza con las verduras salteadas chinas y las v¨ªsceras confraternizan con las ostras. Porque en el mundo hay sitio para todos. ¡°Mi intenci¨®n al escribir este libro era ayudar a la gente a dar la vuelta al planeta con el paladar, sin moverse de casa. Al fin y al cabo, cuando viajamos, los principales recuerdos que nos quedan son esos: sabores, aromas, ?comida!¡±.
A Holland le cuesta decidir si le gusta m¨¢s cocinar o comer, porque no es capaz de separar una cosa de la otra. ¡°Hay gente que come para vivir y se toma la cocina como un trabajo. Yo a veces tengo que comer por trabajo, pero lo disfruto igual, y cocinar siempre es motivo de relax y diversi¨®n¡±, reflexiona. ¡°Lo que tengo claro es que me gusta dar de comer a la gente. Soy muy feliz cuando los veo disfrutando de lo que he preparado para ellos, es un momento incre¨ªble¡±. Por eso a la teor¨ªa sobre las especias, alimentos y preparaciones t¨ªpicas de cada uno de los 40 pa¨ªses que aparecen en el libro ¨Cexcepto en Inglaterra, donde la cocina local no aparece a ra¨ªz de una decisi¨®n editorial que ahora Mina no ve tan clara¨C le acompa?a una gran cantidad de recetas, algunas m¨¢s laboriosas que otras, pero en general accesibles. Una despensa de b¨¢sicos recomendados para iniciarse en cada gastronom¨ªa, ¨²tiles de cocina imprescindibles y la sugerencia de utilizar la imaginaci¨®n como sustituto de alg¨²n ingrediente completan el contenido de este volumen a medio camino entre el libro de consulta, la gu¨ªa de viajes y el recetario definitivo. ¡°Hay dos maneras de plantearse la cocina: seguir una receta al pie de la letra o ser creativo y ver qu¨¦ puedes hacer con lo que tienes¡±, apunta la autora. ¡°Yo abogo m¨¢s por la segunda, pero si no tienes ese instinto de manera natural, a veces haber seguido algunas recetas puede ayudar a desarrollarlo. Al final, lo importante es cocinar¡±.
A veces tengo que comer por trabajo, pero lo disfruto igual, y cocinar siempre es motivo de relax y diversi¨®n¡±
Cuando se le pregunta por la posible dificultad para encontrar ciertos ingredientes ex¨®ticos, Holland invita a acercarse a los mercados, a las tiendas de alimentaci¨®n del mundo y, como recurso final, a Internet. ¡°Si compramos la ropa online con la mayor tranquilidad, ?por qu¨¦ no vamos a hacer lo mismo con las especias?¡±, se pregunta. Vuelve a hacer hincapi¨¦ en que, la mayor¨ªa de veces, lo que convierte un plato en algo normal o maravilloso no son los ingredientes en s¨ª, sino la manera de prepararlo. ¡°Si pide tiempo, d¨¢selo y el resultado ser¨¢ incre¨ªble. Por eso tenemos tan buen recuerdo de la cocina de nuestras abuelas: ellas nunca ten¨ªan prisa en la cocina¡±.
Holland se muestra muy a favor de la labor divulgativa de programas como los de Jamie Oliver, Lorraine Pascale o Nigella Lawson. ¡°Son m¨¢s ¨²tiles que los realities de cocina porque parecen personas normales haciendo comida normal. Algo m¨¢s cercano y natural¡±. Pero queda un largo camino: ¡°La sociedad en general est¨¢ a a?os luz de tener la conciencia que deber¨ªa sobre lo que come. Y si no se empieza por las escuelas, puede ser que no lo logremos nunca¡±.
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