Satisfacci¨®n rep¨²blicana
Soy un mon¨¢rquico de ocasi¨®n, dispuesto a cambiar de bando en cuanto as¨ª lo exija el ambiente
No voy a tirarme el farol de tener una militancia republicana muy acendrada. Digamos que me conformo con una discreta predilecci¨®n, sobre todo despu¨¦s de a?os de trabajar en el estudio de los tiempos republicanos y no haber encontrado grandes motivos de satisfacci¨®n hist¨®ricos salvo por lo que se refiere a que la Rep¨²blica acab¨® con muchos a?os de una monarqu¨ªa corrupta e inculta.
Soy un mon¨¢rquico de ocasi¨®n, dispuesto a cambiar de bando en cuanto as¨ª lo exija el ambiente. Por ello, la ¨²nica vez en que he tenido oportunidad le ofrec¨ª a Felipe VI, cuando a¨²n era opositor al puesto, que se presentara a presidente de Rep¨²blica, que es un puesto menos elegante, pero tiene sus ventajas. Cuatro a?os de empleo fijo, si no hay un militar encanallado que quiera acabarlos antes, y un buen sueldo a discutir. La vivienda garantizada en un buen palacio, y un despachito, secretaria y coche con ch¨®fer, con m¨¢s garant¨ªas escritas que las que le dieron a Leguina. Todo eso a cambio de ahorrarnos la discusi¨®n sobre Monarqu¨ªa o Rep¨²blica.
Y ahora va Felipe VI y nos da dos satisfacciones seguidas que nos descolocan. Primero fue lo de La Nueve, los honores en Francia a la compa?¨ªa de republicanos (ni comunistas, ni socialistas, ni anarquistas) que fueron los primeros en entrar en Par¨ªs. No liberaron Par¨ªs, pero Leclerc les dej¨® entrar los primeros porque era un hombre sensible. Felipe VI honr¨® su memoria como republicanos, en presencia, todo hay que decirlo, de la alcaldesa de Par¨ªs, Anne Hidalgo, lo m¨¢s parecido a un soldado de La Nueve que hab¨ªa en Francia. Hay que reconoc¨¦rselo a los franceses, tambi¨¦n esto, ese homenaje a gente tan sencilla acompa?ado de la presencia de un rey que es casi republicano.
Ahora ha llegado la segunda oportunidad para rematar la faena. En M¨¦xico, ha brindado por el pa¨ªs que acogi¨® a todos los republicanos que pudo despu¨¦s de la Guerra Civil. Yo, con estas dos actuaciones ya le perdonar¨ªa casi cualquier cosa. No es un Borb¨®n como sol¨ªan serlo.
Me gustar¨ªa que, para coronar, asistiera a un homenaje a Aza?a. Alcal¨¢ est¨¢ aqu¨ª mismo.
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