Diez a?os de matrimonio gay
El reconocimiento de las uniones homosexuales ha permitido normalizar y proteger las diferentes modalidades de familia
Cuando el 30 de junio de 2005 se aprob¨® la ley en Espa?a, el matrimonio gay solo era legal en tres pa¨ªses: Holanda, B¨¦lgica y Canad¨¢. Diez a?os despu¨¦s, en Espa?a se han celebrado 31.600 bodas de parejas del mismo sexo ¡ªel 2% de todos los enlaces¡ª, y el matrimonio igualitario est¨¢ reconocido en 22 pa¨ªses, entre ellos la cat¨®lica Irlanda, que acaba de aprobarlo en refer¨¦ndum, y EE?UU.
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Espa?a fue pionera de un cambio cuya principal virtud ha sido permitir que miles de personas puedan vivir su orientaci¨®n sexual con normalidad y demostrar que la mejor forma de progresar en derechos es ejerci¨¦ndolos. Cuando la ley fue aprobada, una parte importante de la opini¨®n p¨²blica expresaba objeciones. Diez a?os despu¨¦s, la aceptaci¨®n ha crecido hasta el punto de que solo un 4% considera que no deber¨ªa ser legal.
El mejor ant¨ªdoto contra tab¨²es y prejuicios es la visibilidad. Fue un acierto del Gobierno presidido por Rodr¨ªguez Zapatero legalizar al mismo tiempo la posibilidad de adoptar porque eso ha permitido reconocer que existen diferentes tipos de familia, que todas merecen la misma protecci¨®n y que los ni?os pueden crecer igualmente felices en todas ellas. Contra los pesimistas augurios de quienes se opon¨ªan a la ley, este reconocimiento no ha debilitado a la familia como instituci¨®n.
Reconocer esta diversidad ha sido una gran conquista social, pero la complacencia no debe llevarnos a ignorar que queda todav¨ªa trecho por recorrer en el camino de la igualdad, en particular en la lucha contra las expresiones de homofobia. Y que si bien es cierto que el matrimonio homosexual est¨¢ ya reconocido en buena parte del mundo occidental, quedan a¨²n muchos pa¨ªses entre los 193 de la ONU en los que no solo no est¨¢ permitido, sino que la propia homosexualidad est¨¢ sancionada, y en algunos casos extremos, como Arabia Saud¨ª, Ir¨¢n, Mauritania, Sud¨¢n y Yemen, incluso con la pena de muerte.
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