La herida abierta de Srebrenica
Cuando se cumplen 20 a?os de la matanza de 8.000 hombres en el conflicto de Bosnia, es hora de alcanzar un consenso sobre la interpretaci¨®n lo ocurrido
El pr¨®ximo 11 de julio tendr¨¢ lugar el 20 aniversario de la masacre de Srebrenica, donde se calcula que 8.000 hombres fueron asesinados. Sin duda Srebrenica representa uno de los episodios m¨¢s sangrientos de la guerra que tuvo lugar en Bosnia-Herzegovina y tambi¨¦n uno de los m¨¢s vergonzosos para la comunidad internacional que, habiendo declarado la ciudad como ¡°zona segura¡±, no fue capaz de intervenir para impedir la tragedia. Veinte a?os despu¨¦s, las tensiones sobre la interpretaci¨®n de los hechos y, por lo tanto, c¨®mo ¨¦stos deben ser conmemorados siguen dividiendo a la regi¨®n y a la comunidad internacional. M¨¢s concretamente, las fracciones tienen que ver con la propuesta de resoluci¨®n en el Consejo de Naciones Unidas lanzada por Reino Unido. Seg¨²n esta propuesta se quiere conmemorar a las v¨ªctimas del genocidio y a todas las partes que sufrieron en la guerra. Si la cuesti¨®n de la clasificaci¨®n de genocidio ya ha sido superada, lo que ha hecho saltar chispas, seg¨²n sus cr¨ªticos, es que con ella solo se favorece una versi¨®n de los hechos o a una de las partes enfrentadas.
Art¨ªculos anteriores de la autora
La cuesti¨®n de la conmemoraci¨®n de Srebrenica es importante por dos aspectos: primero, como term¨®metro de la situaci¨®n en la que se encuentra la regi¨®n quince a?os despu¨¦s del ¨²ltimo conflicto en los Balcanes y, segundo, del papel que ha jugado y sigue jugando la Comunidad Internacional. Estos dos aspectos, que en este caso est¨¢n estrechamente relacionados, tienen que ver en ¨²ltima instancia con la cuesti¨®n de la reconciliaci¨®n, pues solo a trav¨¦s de ella es posible garantizar la estabilidad y una paz s¨®lida y duradera. Esto es al menos lo que ha arg¨¹ido Reino Unido al presentar esta propuesta, es decir, que debe ser entendida como un medio para la reconciliaci¨®n en los Balcanes. Se podr¨ªa a?adir que al igual que lo deb¨ªa ser la creaci¨®n del Tribunal de Justicia Internacional para la exYugoslavia. Sin embargo, quince a?os despu¨¦s de la intervenci¨®n de la OTAN en Kosovo cabr¨ªa preguntarse si realmente se ha alcanzado este objetivo o si por el contrario, cada nueva intervenci¨®n exterior no acaba resultando en un nuevo obst¨¢culo en la dif¨ªcil tarea de construir la paz, de salir de los discursos de victimismo y responsabilizaci¨®n del otro que siguen campando a sus anchas en la regi¨®n.
Para ilustrar este punto se podr¨ªa tomar el ejemplo de otra conmemoraci¨®n, la que tiene lugar cada cinco de agosto en Knin, Croacia. Croacia, ahora honorable miembro de la gran familia europea, llev¨® a cabo durante los primeros d¨ªas de agosto de 1995 lo que se conoce como la Operaci¨®n Tormenta, destinada a retomar la zona de la Krajina, habitada por poblaci¨®n serbia. En esta parte de Croacia, la poblaci¨®n serbia se hab¨ªa establecido desde hac¨ªa siglos atr¨¢s, cuando el imperio austro-h¨²ngaro favoreci¨® su asentamiento como zona de defensa contra el imperio otomano. Este lugar se auto declar¨® ¡°Rep¨²blica aut¨®noma de la Krajina Serbia¡± desde el inicio de las tensiones que llevaron a la descomposici¨®n de Yugoslavia y concretamente, a las que condujeron a la guerra entre Yugoslavia y Croacia. Con la Operaci¨®n Tormenta, Croacia no solo expuls¨® a las milicias serbias sino que provoc¨® el ¨¦xodo de unos 200.000 civiles serbios y la muerte de los ancianos que, no pudiendo huir, quedaron en la zona. Tambi¨¦n se llev¨® a cabo el saqueo y destrucci¨®n de sus propiedades. Seg¨²n dijo Carl Bildt, entonces mediador de la UE ¡°Si aceptamos que est¨¢ bien que Tudjman limpie Croacia de sus serbios, entonces c¨®mo podremos objetar si un d¨ªa Milosevic env¨ªa su ej¨¦rcito a retirar a los albaneses de Kosovo?¡±.
El Parlamento europeo se ha pronunciado en favor de conmemorar Srebrenica solo con un debate que recuerde a las v¨ªctimas
En 2011 el Tribunal Internacional de Justicia para la exYugoslavia conden¨® a los generales croatas Ante Gotovina y Mladen Markac a 24 y 18 a?os de prisi¨®n respectivamente por cr¨ªmenes contra la humanidad cometidos durante dicha operaci¨®n, de los que fueron absueltos un a?o m¨¢s tarde por la corte de apelaci¨®n. Esta ha sido una de las resoluciones m¨¢s controvertidas de la Corte Penal Internacional y las que han motivado la visi¨®n de que la justicia no era aplicada por igual para todos. Al llegar a Croacia desde la Haya, una multitud recibi¨® a los generales como h¨¦roes
Como viene haciendo cada a?o, los pr¨®ximos 4 y 5 de julio Croacia celebrar¨¢ la reconquista de la Krajina con un desfile militar en Zagreb y una conmemoraci¨®n en Knin ¨Ccapital de la regi¨®n donde tuvo lugar la ¡°liberaci¨®n¡±. Este caso no es ¨²nico en los Balcanes, aunque es representativo en cuanto Croacia ha pasado a integrar la UE y hace emerger numerosas cuestiones, esencialmente sobre el rol que las intervenciones internacionales han tenido en fijar los discursos nacionales, legitimando visiones de los hechos que, en ¨²ltima instancia, no pueden sino reproducir y fijar ad infinitum las viejas fracturas que persisten en los Balcanes. Volviendo a la propuesta brit¨¢nica, recientemente el Parlamento Europeo se ha pronunciado en favor de conmemorar Srebrenica solo con un debate que recuerde a las victimas. En palabras del raporteur para Bosnia-Herzegovina Cristian Dan Preda "no pedimos una resoluci¨®n porque no creemos que sea ¨²til en el contexto actual del pa¨ªs ni a nivel regional".
Si bien es cierto que los sucesos que tuvieron lugar en la d¨¦cada de los 90 y entre ellos la tragedia de Srebrenica, deber¨¢n pasar a la historia como una de las p¨¢ginas m¨¢s tristes y violentas de la Europa del siglo XX no es menos cierto que esto nunca se podr¨¢ llevar a cabo a trav¨¦s de decisiones unilaterales, que provengan de fuera, sino a trav¨¦s del consenso en primer lugar, de los pa¨ªses de la zona. En ese sentido, si el objetivo de occidente en general y la Uni¨®n Europea en particular es contribuir a la reconciliaci¨®n de la regi¨®n, quiz¨¢s har¨ªan mejor, por ejemplo, en buscar una estrategia coordinada para la integraci¨®n de los Balcanes en la UE ¨Ca lo que se comprometieron en Sal¨®nica en 2003- que les aporte un futuro en el que proyectarse y no un pasado desde el que continuar odi¨¢ndose.
Raquel Montes Torralba es analista en Relaciones Internacionales; ha trabajado para la Fundaci¨®n Alternativas y colabora con otras instituciones de investigaci¨®n internacional. Actualmente trabaja en Belgrado.
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