El misterio de los lagartos que saben volver a casa
Un estudio comprueba que los anolis encuentra el camino de vuelta a su territorio tras abandonarlos en mitad de la selva
Podr¨ªamos llamarlo el caso de los lagartos que vuelven a casa.
Es un peque?o misterio. No se ha asesinado a ning¨²n miembro de ninguna especie. Pero la pregunta fundamental ha dado pie a multitud de estudios cient¨ªficos: ?c¨®mo consiguen los animales volver a su lugar de origen?
Los lagartos, en este caso, son anolis (reptiles en su mayor¨ªa peque?os que abundan en la zona del Caribe). La especie es Anolis gundlachi. El detective en jefe es Manuel Leal, bi¨®logo de la Universidad de Missouri. Lleva m¨¢s de 20 a?os estudiando el comportamiento de los anolis.
Desde hace unos tres a?os, Leal trata de comprender c¨®mo encuentra el anolis el camino de vuelta a su territorio, despu¨¦s de que lo transporten por el interior de la selva ecuatorial. Y, como explicaba en junio a los asistentes a la reuni¨®n anual de la Sociedad de Comportamiento Animal en Anchorage, el caso dista de estar cerrado.
Los lagartos no dejaban de aparecer en el territorio del que los acababa de sacar¡±, relata el autor del estudio
En primer lugar, los antecedentes. Los anolis abundan especialmente en la densa vegetaci¨®n de las selvas ecuatoriales de Puerto Rico, de donde Leal es originario y donde los estudia. Cada especie est¨¢ ligada a un entorno muy espec¨ªfico. Por ejemplo, muchos viven en troncos de ¨¢rboles, pero solo en una zona concreta de ellos.
Los anolis de tronco y suelo solamente viven en el espacio que hay entre el suelo y una altura de unos 1,8 metros. Los anolis de tronco y copa viven por encima de ellos, hasta donde est¨¢ la copa del ¨¢rbol. Los anolis de rama viven todav¨ªa m¨¢s arriba.
Hace unos a?os, Leal estudiaba la competencia entre dos especies. Si retiraba todos los anolis de tronco y suelo, se preguntaba, ?ampliar¨ªan los anolis de tronco y copa su territorio hasta la zona baja del ¨¢rbol? Sin embargo, se top¨® con un problema. Se llevaba a los lagartos de tronco y suelo lejos de su territorio original para dejar espacio a sus vecinos de arriba y los soltaba. Pero, en una versi¨®n reptiliana de la canci¨®n infantil The Cat Came Back [El gato regres¨®], los lagartos no se quedaban donde los dejaba. ¡°Los lagartos no dejaban de aparecer en el territorio del que los acababa de sacar¡±, relata.
Leal se preguntaba si aparec¨ªan nuevos anolis en el territorio vac¨ªo o si los antiguos regresaban. ?Pero c¨®mo podr¨ªa un lagarto que nunca ha salido de su lugar de origen encontrar el camino de vuelta a trav¨¦s de unos 23 metros de densa selva ecuatorial?
Primero, confirm¨® que, en efecto, daban con la manera de volver. Un estudiante de posgrado cog¨ªa un lagarto, lo met¨ªa en una caja, la agitaba para desorientar al anolis, caminaba unos 73 metros o m¨¢s en una direcci¨®n aleatoria, volv¨ªa a agitar la caja y soltaba al lagarto. ¡°Los estudiantes se perd¨ªan¡±, dice Leal, pero los lagartos no. Tardaban unas cuantas horas o unos cuantos d¨ªas, pero alrededor del 80% de ellos encontraba el camino de vuelta.
Algunos p¨¢jaros e insectos detectan la luz polarizada del Sol, lo que les sirve para orientarse. Y algunos animales usan el campo magn¨¦tico de la Tierra
?C¨®mo lo hac¨ªan? La caja y el hecho de agitarla serv¨ªan para que el anolis no pudiera conocer el camino que se hab¨ªa tomado. La densa vegetaci¨®n de la selva tropical hac¨ªa casi imposible que los lagartos se orientasen mediante referencias visuales, seg¨²n explica Leal.
Algunos p¨¢jaros e insectos detectan la luz polarizada del Sol, lo que les sirve para orientarse. Y algunos animales usan el campo magn¨¦tico de la Tierra.
As¨ª que el equipo peg¨® un im¨¢n diminuto a la cabeza de cada anolis.
Los lagartos segu¨ªan regresando. El mismo porcentaje. El mismo lapso de tiempo.
A continuaci¨®n, los investigadores crearon unas caperuzas con trozos de bolas de ping-pong y las adhirieron, con pegamento quir¨²rgico y corcho como protecci¨®n, a las cabezas de los anolis, para evitar que la luz polarizada llegase a un ¨®rgano del cerebro llamado ojo parietal. Algunos estudios han puesto de manifiesto que los lagartos detectan la luz polarizada gracias a ese ¨®rgano, no a sus ojos.
El equipo no bloque¨® por completo la luz que llegaba al ojo parietal, ya que este controla el ritmo circadiano del lagarto. Como explica Leal, si la bloqueaban por completo, los lagartos ¡°dejaban de moverse al cabo de un d¨ªa¡±. Suelen permanecer quietos durante la noche. Si siempre es de noche para ellos, se quedan quietos.
El equipo de Leal prepar¨® unas simulaciones inform¨¢ticas de recorridos aleatorios, pensando que aunque deambulasen sin rumbo fijo, los lagartos seguir¨ªan volviendo. Pero los lagartos de la simulaci¨®n no encontraban el camino de vuelta
?Y c¨®mo les fue a los lagartos con las caperuzas de bolas de ping-pong?
Pues regresaron. El mismo porcentaje. El mismo lapso de tiempo.
Finalmente, el equipo de Leal prepar¨® unas simulaciones inform¨¢ticas de recorridos aleatorios, pensando que aunque deambulasen sin rumbo fijo, los lagartos seguir¨ªan volviendo. Pero los lagartos de la simulaci¨®n no encontraban el camino de vuelta.
Leal, como si fuese un detective ante una pizarra blanca mientras presentaba el rompecabezas en Anchorage, se volvi¨® hacia el p¨²blico.
?A alguien se le ocurr¨ªa alguna idea?
Claro que s¨ª. Pero no hab¨ªa respuestas. Los lagartos no poseen un gran olfato, y el o¨ªdo no les funcionar¨ªa mejor que la visi¨®n.
El siguiente paso consiste en adherir un dispositivo de seguimiento por GPS a los lagartos para ver qu¨¦ clase de camino siguen en su regreso.
Pero tiene tantas ganas de escuchar teor¨ªas sobre los lagartos que vuelven al punto de partida, que ha publicado su direcci¨®n de correo electr¨®nico. Quienquiera que tenga una propuesta sobre el modo en que se orientan los lagartos o la forma en que podr¨ªan ponerse a prueba sus capacidades, puede escribir a lealmizzou@gmail.com.
Estar¨¢ en la selva, con los anolis, hasta mediados de julio. Dice que, despu¨¦s, responder¨¢ a todos los mensajes que contengan ideas prometedoras. Imag¨ªnenlo como una l¨ªnea directa con la ciencia.
Traducci¨®n de News Clips
? 2015 New York Times News Service
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