Cuesti¨®n de confianza
Tras la capitulaci¨®n econ¨®mica de Atenas, solo quedan recelos pol¨ªticos
El drama griego afrontaba anoche la pen¨²ltima valla en el Eurogrupo de ministros de Econom¨ªa, antes de las cumbres de la eurozona y de la UE previstas para hoy. Tras el acuerdo del Gobierno de izquierda radical y derecha ultranacionalista con pr¨¢cticamente el 100% de los requisitos planteados por sus socios, las tres instituciones de la antigua troika (Comisi¨®n, BCE y FMI) dieron luz verde a la petici¨®n de tercer rescate formulada por Atenas, asociada al allanamiento total en sus anteriores reivindicaciones y a superar sus sistem¨¢ticos rechazos a realizar reformas. Quedaba una cuesti¨®n pendiente, la confianza. La confianza pol¨ªtica.
Editoriales anteriores
No es extra?o que m¨¢s de un ministro pueda inquietarse por el aut¨¦ntico grado de voluntad de cumplimiento de un programa contra el que hace una semana se celebr¨® un refer¨¦ndum, a instancia y por lib¨¦rrima decisi¨®n del mismo Gobierno que ahora lo ha aprobado en el Parlamento nacional, y que antes clam¨® contra las instituciones y los socios prestadores. Como el tercer rescate exigir¨¢ una nueva y cuantiosa contribuci¨®n dineraria, y como la aplicaci¨®n de estos programas suele suscitar roces y malentendidos, la confianza no es mero acompa?amiento, sino indispensable alerta contra conflictos futuros.
En cualquier caso, bienvenido el aprobado inicial de las instituciones (as¨ª como la resurrecci¨®n pol¨ªtica de la durmiente Francia), a la espera de que el Consejo Europeo ponga hoy colof¨®n de consenso a este duro periodo, pero tambi¨¦n desde la convicci¨®n de que se encauzar¨¢ el problema, aunque no se resolver¨¢ de una vez por todas.
La principal ense?anza de este semestre de negociaciones y tensiones es que la capacidad de integraci¨®n por la UE de elementos ins¨®litos, pol¨ªticas extremas y Gobiernos inexpertos sigue siendo muy poderosa. La segunda, que el viaje realizado por el Gobierno de Alexis Tsipras para aceptar aquello que no quiso asumir apenas hace una semana ha acarreado demasiadas desgracias para los griegos. Y no solo porque el coste econ¨®mico que ha implicado dilapidar tiempo en regateos inextricables ha sido exagerado, al hundir la econom¨ªa griega desde el crecimiento a la recesi¨®n; del super¨¢vit primario en el presupuesto al d¨¦ficit; de la estabilidad bancaria al corralito.
Tambi¨¦n porque ha resultado desastroso pol¨ªticamente para Atenas. La derrota de Tsipras (e indirectamente del propio Estado griego, que ha visto derrumbarse su ya fr¨¢gil prestigio) es de las que marcan ¨¦poca. Quienes lo han definido mejor son los ministros contrarios al pacto final, al que han calificado de ¡°capitulaci¨®n¡±, entendiendo que el ¡°nodel refer¨¦ndum¡± se ha traducido en un ¡°s¨ª humillante¡±. Pr¨¢cticamente ninguna de sus pretensiones program¨¢ticas se cumple: no hay compromisos de quita de la deuda; sigue la denostada troika; habr¨¢ Memor¨¢ndum y ex¨¢menes mensuales de su cumplimiento; se mantiene la mayor¨ªa de las privatizaciones; se acelera la reforma del disparatado sistema de jubilaciones (que Atenas reconoce como ¡°insostenible¡±) y la modernizaci¨®n del IVA. Lo ¨²nico que quiz¨¢ conserve de su ideario sea la resistencia a reducir en la medida en que se le reclamaba el gasto militar. Si eso es un gran triunfo para un partido de izquierda radical, que venga Dios y lo vea.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.