Miedo democr¨¢tico
Pid¨¢mosle a Mariano Rajoy, a Crist¨®bal Montoro y a Jorge Fern¨¢ndez, que nos den el miedo justo
Lleva tanto tiempo habiendo historia y ha habido tantos hombres y mujeres famosos con ingenio y tiempo suficiente para hacer frases que nos sirvan a todos, que uno comprende a Mariano Rajoy cuando se ve en la necesidad de decir algo para que le recuerden. Por ejemplo, al inaugurar la conferencia pol¨ªtica de su partido, ha dicho sin inmutarse que ellos (el PP) est¨¢n all¨ª para defender la libertad. Pues menos mal que son ellos, porque si fuera un partido menos importante tendr¨ªamos miedo a perder la libertad y la democracia. Mientras el PP sea poderoso, la libertad no corre peligro porque el propio PP no va a poder quit¨¢rnosla. Eso s¨ª, queda un tiempo importante para la pedagog¨ªa, porque Rajoy, Cospedal y Jorge Fern¨¢ndez quieren liarnos y decirnos que el peligro para la libertad est¨¢ en Pablo Iglesias. Yo creo que no, que la gente que le ha votado no est¨¢ a favor de que el chico de la coleta no reciba a la mujer del alcalde de Caracas por ¡°problemas de agenda¡±. Yo creo que sus votantes no le permitir¨ªan atentados contra la libertad como los que se sufren en Venezuela.
Alg¨²n pol¨ªtico ingl¨¦s (para mayor comodidad podemos convenir que fue Churchill) dijo que libertad era que cuando sonaba el timbre a las seis de la ma?ana era el lechero. Yo creo que no, creo que hay un miedo democr¨¢tico muy sano que nos puede salvar de cat¨¢strofes distintas. En Argentina, en los setenta, los montoneros se re¨ªan de los polic¨ªas en plena calle, y aquello acab¨® como acab¨®. En Grecia, hasta hace poco, los ciudadanos se mor¨ªan de risa cuando ve¨ªan a un inspector de Hacienda. Hay que tener miedo. Miedo democr¨¢tico, que nos da armas para defendernos de estupideces que pueden convertirse en monstruos. Demos a los polic¨ªas y a los inspectores de Hacienda la sensaci¨®n (aut¨¦ntica) de que su presencia nos provoca alguna inquietud y acabar¨¢n por cumplir bien su funci¨®n: el polic¨ªa intentar¨¢ darnos seguridad y el inspector de Hacienda pretender¨¢ que pensemos que su acci¨®n es justa.
Pid¨¢mosle a Mariano Rajoy, a Crist¨®bal Montoro y a Jorge Fern¨¢ndez que nos den el miedo justo. Si Mariano Rajoy intenta pasar a la historia con alguna frase contundente, ayudemos a que el nuevo aparato de comunicaci¨®n del PP la encuentre. Mientras tanto, que se deje de zarandajas.
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