Antonio Orozco: "Tocar para embriones ha sido una experiencia casi extraterrestre"
Tras el extra?o concierto que ofreci¨® el cantante en un cl¨ªnica de fecundaci¨®n (y que despert¨® a las redes sociales en plena ola de calor), hablamos con ¨¦l para que nos ofrezca su versi¨®n de los hechos
Pongamos un poco de orden. Hace un par de d¨ªas -bueno, igual son tres, que los tiempos de internet cada vez son m¨¢s r¨¢pidos- el mundo se llev¨® las manos a la cabeza al recibir una nota de prensa de lo m¨¢s curiosa. ¡°Antonio Orozco ofrece el primer concierto para embriones¡±. Madre m¨ªa, madre m¨ªa, esto promete. En la era del titular f¨¢cil, el tweet ingenioso y el chascarrillo de m¨¢quina de caf¨¦, algo as¨ª est¨¢ destinado a convertirse en la sensaci¨®n del momento. '?Has visto esto? Parece de El Mundo Today'. R¨¢pidamente, peri¨®dicos, webs y revistas se hicieron eco de la noticia y las redes sociales afilaron los cuchillos y segregaron saliva a partes iguales. ?A por ¨¦l! Montajes chuscos con el photoshop, gracietas buscando el RT y mucho emoji con cara de circunstancias, como si Pablo Casado hubiese dicho que el nuevo logo del Partido Popular es como el de Apple -uy, un momento, ?que esto ha ocurrido!-. Todo vale con tal de acumular unos pocos seguidores m¨¢s en nuestra cuenta. Es el nuevo 'a ver qui¨¦n la tiene m¨¢s grande', ya saben.
Pero, ?por qu¨¦ Antonio Orozco no va a poder ofrecer un concierto para embriones? Jesul¨ªn de Ubrique orquestaba todos los a?os una corrida dedicada a las mujeres, con todo el poso machista que rodea a acabar con la vida de un animal mientras llueven bragas del cielo, y tampoco se montaba tanto revuelo. Eran otros tiempos, dir¨¢n. La prehistoria sin redes sociales. Tal vez tengan raz¨®n. De entrada lo de cantarle a c¨¦lulas en formaci¨®n puede parecer una idea un poco peregrina, s¨ª. Sentarse en una sala pr¨¢cticamente vac¨ªa, con el pijama hospitalario y una guitarra, dispuesto a estimular a varios centenares de embriones en formaci¨®n puede parecer extra?o, pero, ?no llevamos a?os hablando de los beneficios de la m¨²sica en los fetos? ?No observamos como las embarazadas lucen en sus cuellos ese collar con bolita que emite sonidos para estimular al futuro beb¨¦? Alguien dedic¨® su tiempo a idear estas cosas y ahora las aceptamos con total normalidad -cu¨¦ntenle lo de la bolita a sus abuelos y ver¨¢n lo que les dicen-. Claro que, no era Antonio Orozco ni sal¨ªa en La Voz.
Como en Tentaciones somos m¨¢s curiosos que otra cosa -ya sea para experimentar la realidad virtual en el porno o acudir a un restaurante chino con un originario del pa¨ªs-, hemos levantado el tel¨¦fono para preguntarle al propio Orozco. No s¨¦ ustedes, pero nosotros queremos saber qu¨¦ le ha pasado por la cabeza a alguien que le ha cantado a trescientos embriones. ?Que esto solo pasa una vez en la vida! ¡°Ha sido una experiencia casi extraterrestre¡±, nos cuenta. ¡°Siento mucho orgullo de que hayan confiado en m¨ª para participar en este proyecto¡±. El cantante trata de situarse en todo momento en un segundo plano -¡°lo importante es la investigaci¨®n, yo solo he puesto un granito de arena¡±-, pero est¨¢ terriblemente emocionado -o es un actor como la copa de un pino-, y un poco abrumado tambi¨¦n. En dos d¨ªas ha colapsado los medios, ha aparecido en todos los telediarios, ha recibido peticiones para decenas de entrevistas y tambi¨¦n muchos mensajes de futuros padres interes¨¢ndose por el proyecto. La gente, desde luego, est¨¢ a la que salta.
Orozco tiene el discurso bien aprendido. ¡°Los seres humanos, antes que hablar, cantamos¡±, comenta. ¡°Cuando te diriges a un beb¨¦, lo haces cantando. La comunicaci¨®n musical viene desde la prehistoria¡±. Si es que, ?c¨®mo le vas a rebatir algo? Se escuda en las palabras de la Dra. L¨®pez-Teij¨®n, jefa de reproducci¨®n asistida del centro, para justificar su elecci¨®n para el proyecto -¡°comparte con nosotros el af¨¢n de superaci¨®n y la pasi¨®n por lo que hace¡±-, pero el boom de popularidad que le ha generado su silla como jurado, as¨ª como la intensa promoci¨®n en la que se ve inmerso con su nuevo single tambi¨¦n deben haber tenido algo que ver. Total, si las editoriales buscan autores que salgan en televisi¨®n, ?por qu¨¦ los centros de investigaci¨®n no van a contar con cantantes que ocupen horas de prime time? Podr¨ªa haber ido [ponga aqu¨ª el nombre de su 'triunfito' fracasado favorito] pero no hubiese sido lo mismo. 'Mayte, de OT 5, canta a unos embriones'. ?Ven? No, no es lo mismo.
Vivimos tan inmersos en una cruenta competici¨®n de modernidad que hemos perdido el norte. Queremos encontrar ese bar, esa revista, ese dise?ador, esa panader¨ªa, ese grupo del que nadie haya o¨ªdo hablar para erigirnos en descubridores -¡°eso ya lo escuch¨¦ yo en 2006¡±-. Queremos epatar y no nos damos cuenta que no hay nada m¨¢s viejuno que sacar pecho de las obviedades -de hecho, no hay nada m¨¢s viejuno que utilizar la palabra viejuno, mea culpa-. Los caminos del mainstream son inescrutables. Cuando menos te lo esperas, entre todo el ruido que nos acecha cada d¨ªa, aparece lo verdaderamente moderno. Cantarle a unos embriones lo es. Por loco, por inesperado, por incomprensible. Lo llega a hacer Bjork y caen hordas de admiradores rendidos a sus pies. En Espa?a somos m¨¢s castizos. Aqu¨ª, a un embri¨®n le cantamos ¡°Estoy hecho de pedacitos de ti¡±. As¨ª, literalmente. A ver qui¨¦n nos tose.
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