?Una BBC m¨¢s peque?a y barata?
La corporaci¨®n sufre el hachazo en el presupuesto y la salida de mil empleados
En la guerra entre el Gobierno conservador y la BBC se ha abierto un inesperado frente: la cocina. Es el ejemplo al que recurri¨® el ministro de Econom¨ªa, George Osborne, para cuestionar las ¡°ambiciones imperiales¡± de la radiotelevisi¨®n p¨²blica. ?C¨®mo ser¨¢n los peri¨®dicos dentro de 10 a?os?, se pregunt¨® el canciller del Exchequer. ¡°Ser¨¢n digitales¡±, se respondi¨®. ¡°Si la BBC tiene una web con recetas de cocina¡±, prosigui¨® Osborne, ¡°se convierte, adem¨¢s de en la radiotelevisi¨®n nacional, en el peri¨®dico nacional. Nadie querr¨ªa que la BBC desplazara completamente a los peri¨®dicos¡±.
Una entidad m¨¢s modesta en sus ambiciones y, por tanto, m¨¢s barata. Esa es la idea que el Gobierno lanzar¨¢ esta semana en un documento que resumir¨¢ su postura ante la renovaci¨®n del decreto constitutivo del ente p¨²blico, que expira al final de 2016.
La imparable tendencia al consumo online a la carta sacude su propia esencia y cuestiona su sistema de financiaci¨®n. Y el gran reto tecnol¨®gico llega justo cuando Cameron y Osborne han emprendido una cruzada contra el tama?o del Estado. Los tories gobiernan en solitario y apenas disimulan su tradicional recelo hacia la supuesta tendencia izquierdista de los informativos de la BBC. Ese ser¨¢ otro tema que se prev¨¦ que aborde el documento que presentar¨¢ el ministro de Cultura, John Whittingdale (hist¨®ricamente cr¨ªtico, por cierto, con la televisi¨®n p¨²blica).
La BBC no se libr¨® del hachazo en los presupuestos la semana pasada. El Gobierno anunci¨® que la BBC correr¨¢ con el coste de subvencionar el canon a los mayores de 75 a?os, algo que ven¨ªa haciendo el Ministerio de Trabajo. Eso supone 650 millones de libras al a?o, un 18% de los ingresos que la entidad obtiene con la licencia.
La legislatura empez¨® para la BBC con el anuncio del despido de mil empleados. Y muchos temen que terminar¨¢ con la referencia mundial en radiotelevisi¨®n p¨²blica de calidad convertida en algo irreconocible. De momento, se abre un nuevo debate: ?traicion¨® su misi¨®n de servicio p¨²blico al perseguir audiencias masivas?
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