Mi grupo sobrevive en camiseta
No importa la contribuci¨®n a la m¨²sica popular que haya podido hacer una banda, ni que sea oscura o de culto: su legado siempre puede acabar reducido a una prenda de H&M
Imaginemos un grupo de m¨²sica, preferiblemente de un g¨¦nero no mayoritario como el metal o el hardcore. Esa banda comienza a forjarse una historia, aparece en un momento clave y gana adeptos en c¨ªrculos muy reducidos. Pronto su nombre se convierte en una manera de distinguirse, de saber qui¨¦n est¨¢ o no enterado de lo que de verdad importa. Poco a poco, su c¨ªrculo de fans se va agrandando, puede que incluso de el salto a una discogr¨¢fica multinacional, que hagan giras m¨¢s grandes o act¨²en en los escenarios principales de algunos festivales. Puede que incluso conozca la fama y monta?as de dinero, pero lo normal es que no sea as¨ª; las drogas, las rencillas o el aburrimiento se encargar¨¢n de que se desintegre, dejando un legado para los fans del futuro y un buen material para que otras bandas lo tomen como modelo.
Lo que nunca pensar¨ªan sus protagonistas es que su contribuci¨®n m¨¢s visible a la posteridad llegar¨ªa en forma de camiseta. Ese logo o esa est¨¦tica que les sirvi¨® para distinguirse, para explicar quienes era, qu¨¦ quer¨ªan y qu¨¦ odiaban, ha acabado impreso en una prenda que se vende en grandes cadenas de ropa, y que m¨¢s tarde son vestidas por miles de personas que apenas saben el origen de lo que portan en el pecho, si es que acaso son conscientes de que ese dise?o que les pareci¨® bonito es en realidad la representaci¨®n gr¨¢fica de un sonido o una actitud. En un momento en el que todo puede ser reciclado y despose¨ªdo de su significado, la m¨²sica es el contenido perfecto para ser utilizado como excusa est¨¦tica. A los casos m¨¢s extendidos, como The Ramones, Guns N' Roses o Metallica, se han unido otros de bandas de culto, heciendo que cada vez sea m¨¢s habitual escenas como la que cantan Airbag en Ah¨ª viene la decepci¨®n: "No sab¨ªas nada de los Clash ni del 77 / la camiseta era de temporada en H&M".
Suicidal Tendencies
La banda de Venice, Los Angeles, cuenta en su biograf¨ªa con ser una de las primeras formaciones de thrash metal que consigui¨® atraer la atenci¨®n de los medios, sobre todo gracias a la incipiente MTV, que se vio atra¨ªda por su est¨¦tica skater. Su logo se convirti¨® r¨¢pidamente en un icono de los adolescentes que buscaban sonidos extremos o que quer¨ªan hacer trucos subidos a una tabla. Su historia fue turbulenta, con una larga lista de miembros que entraban y sal¨ªan de la formaci¨®n, y desde 1997 se reunieron, con el vocalista Mike Muir como ¨²nico miembro original. Ahora su p¨²blico se nutre de los fans m¨¢s fieles del pasado y alg¨²n joven atra¨ªdo por el mito, pero es mucho m¨¢s sencillo toparse con una camiseta (o una gorra, o una tabla de skate) con su nombre que con un disco suyo. Se pueden encontrar, por ejemplo, en la web de Obey, cuyo creador Shepard Fairey es fan, pero tambi¨¦n en tiendas de todo tipo sin ninguna vinculaci¨®n musical conocida.
The Misfits
La de Nueva Jersey es la quintaesencia de la banda de culto, ese nombre que nunca ha conocido el ¨¦xito masivo, pero que ha conseguido una legi¨®n de fans que adoptan sus preceptos como estilo de vida, por no hablar de su influencia en m¨²sicos posteriores. Gente tan dispar como Metallica, The Lemonheads, Bonnie ¡®Prince¡¯ Billy o My Chemical Romance son fans del grupo de Glenn Danzig, pero son muchos m¨¢s los que reconocer¨¢n (o que incluso hayan vestido) su logo, esa inquietante calavera tomada de la serie de terror The Crimson Ghost. Su uso para material promocional se extendi¨® tanto que incluso fue motivo de pleito entre Danzig y el bajista del grupo Jerry Only, una vez que el primero sali¨® de la formaci¨®n a mediados de los 90. Ahora es posible ver su imagen adornar la ropa de ¨ªdolos teen como 5 Seconds of Summer, para ira de los fans del metal.
Black Flag
El logo hardcore por excelencia, y una de las im¨¢genes m¨¢s reconocibles de la historia de la m¨²sica popular no pod¨ªa escapar a las garras de la mercadotecnia. Esos cuatro bloques, creados por el ilustrados Raymond Pettibon, han adornado brazos, hombros, y, sobre todo camisetas. Su infiltraci¨®n en la cultura popular ha sido tal que son muchas las apropiaciones del mismo, desde el logo de la marca Undefeated hasta las mil y una adaptaciones que se han hecho. Ese icono ha servido tanto como de crossover con otros grupos (Pink Flag, en honor al disco de los brit¨¢nicos Wire) como representado con gatos o recreando el arco¨ªris gay. Tambi¨¦n, para llenar un poco m¨¢s los armarios de estrellas tan poco hardcore como Kristen Stewart o Fergie de Black Eyed Peas.
Run DMC
El metal y el hardcore no son las ¨²nicas fuentes en las que se fija la industria textil para hacer acopio de ideas que fusilar. El rap, sobre todo en su versi¨®n old school, posee tambi¨¦n una est¨¦tica que siempre ha resultado atractiva para incorporar a prendas de consumo masivo. En ese sentido, puede que ning¨²n otro grupo haya dado tanto de s¨ª como RUN DMC aunque, en este caso, es la propia banda la que ha aprovechado el tir¨®n de ser reconocidos como uno de los pioneros del rap. Los autores de My Adidas dejaron la actividad en 2002, poco antes de la muerte de Jam Master Jay, pero eso no les impide seguir teniendo activa su tienda online repleta de productos basados en su famoso logo, o que hayan permitido que distintas marcas lo utilicen de las maneras m¨¢s diversas. En la actualidad se pueden encontrar sudaderas con fondos florales, ba?adores, camisetas de tirantes y otras adaptaciones en casi cualquier gran superficie, y no es extra?o ver a celebrities como Rihanna o Rita Ora con prendas que hacen referencia al grupo.
Mortus
Si no te suena este nombre, no te preocupes. Probablemente tampoco te digan nada Motmros, The One o Mystic Triangle. Es normal: en un determinado momento, se pensaba que eran nombres de grupos imaginarios que la cadena H&M hab¨ªa creado a imagen y semejanza de grupos de black metal y folk oscuro para vender camisetas y chaquetas con parches. La sorpresa se hizo a¨²n mayor cuando se difundi¨® la noticia de que esos grupos no solo pod¨ªan existir, sino que adem¨¢s ten¨ªan lazos con un colectivo filonazi. Al final todo se trataba de una broma muy elaborada, obra del colectivo metalero Strong Scene Productions, surgida poco despu¨¦s de que la cadena de ropa empezase a vender camisetas basadas en la imagen de Slayer y Metallica. Ninguna de esas bandas era real, aunque se sembr¨® la red de pruebas de su supuesta autenticidad. Pero el hecho de que la noticia circulase y fuese dada por cierta nos dice mucho de hasta qu¨¦ punto se ha infiltrado (y pervertido) la est¨¦tica relacionada con la m¨²sica en la moda de masas.
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