¡°La industria farmac¨¦utica aprovecha las lagunas en la ley¡±
El m¨¦dico, padre de un f¨¢rmaco que ha salvado la vida a m¨¢s de 100.000 personas con c¨¢ncer, pide un cambio en la forma de fijar el precio de los medicamentos
Charles Sawyers ha salvado la vida a m¨¢s de 100.000 personas. Empez¨® estudiando Historia en la Universidad de Princeton y, por fortuna para la humanidad, acab¨® pas¨¢ndose a Medicina tras estudiar la historia de la ciencia. Sawyers, nacido en 1959 en Nashville, la Ciudad de la M¨²sica de EE UU, es uno de los padres del imatinib, un f¨¢rmaco aprobado en 2001 que bloquea la prote¨ªna que ordena multiplicarse a las c¨¦lulas cancerosas en varios tipos de leucemia. Fue uno de los primeros medicamentos inteligentes contra el c¨¢ncer y abri¨® el camino hacia tratamientos m¨¢s espec¨ªficos y menos sanguinarios. Por este logro, Sawyers no vio ni un euro m¨¢s en su sueldo.
Hasta aqu¨ª, cualquiera estar¨ªa de acuerdo en que es un h¨¦roe. Pero Sawyers tambi¨¦n es miembro desde 2013 de la junta directiva de Novartis, la farmac¨¦utica suiza acusada por M¨¦dicos Sin Fronteras de intentar tumbar la Ley de Patentes de India, el pa¨ªs considerado la farmacia de los pobres por sus f¨¢bricas de medicamentos gen¨¦ricos. La multinacional denunci¨® en 2006 la legislaci¨®n india con el fin de perpetuar el evergreening (¡°reverdecimiento¡±, en ingl¨¦s), una turbia pr¨¢ctica de la industria que consiste en blindar sus monopolios sobre determinados f¨¢rmacos cuando expiran sus patentes, mediante nuevas patentes basadas en m¨ªnimas modificaciones.
Novartis intentaba patentar en India una nueva versi¨®n del imatinib, que supuestamente era mejor absorbida por el organismo, pero el Tribunal Supremo indio rechaz¨® en 2013 la solicitud tras una batalla legal de siete a?os. Para la Justicia, el f¨¢rmaco ¡ªque costaba 70.000 d¨®lares por paciente al a?o en EE UU y menos de la vig¨¦sima parte en India¡ª era demasiado similar a su anterior versi¨®n.
En Sawyers, director del Programa de Oncolog¨ªa Humana del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, se reflejan algunas de las contradicciones de la industria farmac¨¦utica, a la vez hero¨ªna y villana. El m¨¦dico pas¨® recientemente por Madrid para recoger el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundaci¨®n BBVA.
Pregunta. Novartis solicit¨® una patente del imatinib en India y el Gobierno indio la rechaz¨®. ?Qu¨¦ piensa de ello?
Respuesta. Es un asunto complejo. Los pacientes con enfermedades devastadoras para las que existen f¨¢rmacos que salvan vidas, como la leucemia mieloide cr¨®nica, deben tomar las medicinas. S¨¦ que Novartis ha hecho esfuerzos para hacer llegar el f¨¢rmaco a los que no se lo pueden permitir. Pero el sistema de patentes, en el ¨¢mbito internacional, ha sido una herramienta potente para que las empresas tengan muchos recursos para invertirlos y solucionar problemas de salud. La protecci¨®n de la propiedad intelectual incentiva a invertir todo ese dinero en resolver problemas para poder seguir hacia delante. Creo que es importante hacer cumplir las normas, pero tambi¨¦n que las empresas tengan la obligaci¨®n ¨¦tica de hacer llegar las medicinas a los que no se las puedan permitir.
P. M¨¦dicos Sin Fronteras sostiene que Novartis intenta perpetuar la pr¨¢ctica del evergreening para alargar los monopolios de los f¨¢rmacos.
R. No conozco los detalles. Y debo dejar claro que ahora estoy en la junta directiva de Novartis. El evergreening consiste en alargar la vida de la patente. No s¨¦ si es bueno o malo. Entiendo que haya gente que piense que no es justo. Por otro lado, si el sistema legal lo permite, las empresas aprovechar¨¢n esas lagunas en la ley. Yo no pondr¨ªa el foco en una sola compa?¨ªa por hacer esto. Si es legal, todas las empresas van a hacerlo.
Hay que cambiar la forma de fijar el precio de los medicamentos"
P. En 2013, m¨¢s de 100 especialistas en c¨¢ncer escribieron un art¨ªculo en la revista Blood denunciando que los precios del imatinib y otros nuevos f¨¢rmacos son ¡°inmorales¡±.
R. No soy un experto en los precios de los f¨¢rmacos. EE UU tiene un sistema muy peculiar para fijar los precios de los f¨¢rmacos. El principal comprador de f¨¢rmacos es el Gobierno, a trav¨¦s del sistema Medicare, y por razones pol¨ªticas el Gobierno no puede negociar con las farmac¨¦uticas el precio de los f¨¢rmacos, mientras que la mayor parte de los gobiernos de Europa y del resto del mundo s¨ª pueden. Creo que es una cosa que hay que cambiar. Esa es una raz¨®n por la que el precio de un mismo f¨¢rmaco puede ser tan distinto en diferentes pa¨ªses.
P. Usted, como padre del imatinib, ?qu¨¦ piensa de que cueste 70.000 euros por paciente al a?o?
R. No puedo tener una opini¨®n, porque no conozco los matices del precio de los f¨¢rmacos. Evidentemente, no cuesta tanto producirlo, ese coste es muy bajo. Pero necesitamos incentivos para que las empresas empleen sus recursos en solucionar problemas de salud. Si no tenemos estas promesas de beneficios, los accionistas no permitir¨¢n a las empresas llevar a cabo estas arriesgadas inversiones en investigaci¨®n. Debemos encontrar un equilibrio entre un precio razonable y la incentivaci¨®n de la innovaci¨®n en las empresas.
P. Pero usted no trabaj¨® por beneficios econ¨®micos.
R. No, yo no obtengo beneficios por el trabajo que hice con el imatinib.
P. Entonces, usted no necesit¨® ese incentivo para innovar.
R. Yo, personalmente, no. Pero este f¨¢rmaco no habr¨ªa sido posible sin la inversi¨®n que hizo Novartis. Invirtieron millones y millones de d¨®lares en apoyar el descubrimiento del f¨¢rmaco y en llevar a cabo todos los ensayos cl¨ªnicos requeridos para mostrar su seguridad y eficacia. Novartis tuvo que hacer una inversi¨®n. Si no se permitiera que ganasen dinero con una exclusividad a trav¨¦s de las leyes de patentes, quiz¨¢ hubieran decidido no hacer la inversi¨®n, no lo s¨¦.
Sin promesas de beneficios, los accionistas no permitir¨¢n a las empresas llevar a cabo arriesgadas inversiones en investigaci¨®n"
P. M¨¦dicos Sin Fronteras afirma que un creciente n¨²mero de estudios muestra que mientras la protecci¨®n de las patentes ha aumentado en los ¨²ltimos 20 a?os, la tasa de innovaci¨®n en nuevos f¨¢rmacos ha ca¨ªdo, por culpa del evergreening.
R. No soy un experto en esto, pero en el mundo de la investigaci¨®n del c¨¢ncer nunca hemos visto tantos nuevos f¨¢rmacos como ahora.
P. Usted dice que si se pudiera tomar un a?o sab¨¢tico, estudiar¨ªa biolog¨ªa estructural. ?Por qu¨¦ cree que es tan importante?
R. Cuando empezamos a trabajar con el imatinib, vimos que en algunos enfermos aparec¨ªan resistencias al tratamiento. Detectamos que los tumores de esos pacientes ten¨ªan mutaciones, presentes en localizaciones espec¨ªficas de un gen, el ABL, que provocaban que el f¨¢rmaco no funcionara. El f¨¢rmaco no pod¨ªa unirse a la prote¨ªna que codifica el gen para inhibirla. Era imposible de entender hasta que un cient¨ªfico experto en biolog¨ªa estructural vio c¨®mo, en la estructura at¨®mica, el imatinib se une a la prote¨ªna ABL. De repente entendimos lo que estaba pasando. Concebimos otro f¨¢rmaco, el dasatinib, para evitar ese problema. Fue otro eureka. Pensamos ¡°?guau!¡±.
P. Adem¨¢s de imatinib y dasatinib, ?qu¨¦ otros f¨¢rmacos ha ayudado a desarrollar?
R. En los ¨²ltimos 10 a?os he trabajado en c¨¢ncer de pr¨®stata. Es una enfermedad completamente diferente, pero se aplica la misma estrategia: utilizar la gen¨¦tica y la gen¨®mica para saber qu¨¦ hace que un c¨¢ncer de pr¨®stata crezca o se haga resistente a la terapia con hormonas que se ha empleado durante d¨¦cadas. Esta estrategia nos llev¨® a descubrir otro f¨¢rmaco, la enzalutamida. Est¨¢ aprobado en EE UU y en Europa, y funciona extraordinariamente bien.
P. Usted s¨ª recibe dinero de esta patente.
R. S¨ª, este caso es diferente al del imatinib. Descubrimos el f¨¢rmaco en mi laboratorio [entonces en la Universidad de California en Los ?ngeles]. La universidad protege el descubrimiento y licencia la patente a la compa?¨ªa que vende el f¨¢rmaco. Parte de los beneficios de las ventas del f¨¢rmaco van a la universidad y la universidad da algo a los inventores. Tengo un conflicto de inter¨¦s si promociono la enzalutamida.
P. ?El dinero es para usted o para su laboratorio?
Animo a los pacientes a que no pierdan la esperanza y participen en ensayos cl¨ªnicos"
R. Para m¨ª. Algo tambi¨¦n va al laboratorio, porque la universidad invierte en investigaci¨®n en el departamento.
P. ?Qu¨¦ porcentaje gana?
R. Hay una pol¨ªtica establecida. El 65% va para la universidad y el 35% va para los inventores, aproximadamente. Es mucho dinero, si las ventas van bien.
P. ?Qu¨¦ le dir¨ªa a gente como el cofundador de Apple, Steve Jobs, que trata de combatir su c¨¢ncer con las llamadas medicinas alternativas?
R. Creo que los pacientes como Steve Jobs, que deciden combatir su c¨¢ncer con medicina alternativa, se podr¨ªan beneficiar de la participaci¨®n en ensayos cl¨ªnicos. Hay ensayos para la mayor parte de los tipos de c¨¢ncer. Pongo un ejemplo de c¨®mo esto puede marcar la diferencia. Los pacientes de c¨¢ncer de pulm¨®n ten¨ªan una sentencia de muerte hace cinco o seis a?os. Ahora hay subgrupos de pacientes de c¨¢ncer de pulm¨®n que viven cinco a?os o m¨¢s, tomando una sola pastilla al d¨ªa con muy pocos efectos secundarios, porque participaron en un ensayo cl¨ªnico que probaba este f¨¢rmaco contra tumores con ciertas mutaciones gen¨¦ticas. Y hay otra historia de c¨¢ncer de pulm¨®n que quiz¨¢ sea incluso m¨¢s fascinante y est¨¢ ocurriendo ahora: la inmunoterapia. Los pacientes cuyos tumores pulmonares est¨¢n causados por el tabaco est¨¢n viviendo remisiones completas con un anticuerpo y la infusi¨®n de un f¨¢rmaco en vena una o dos veces en un mes. El c¨¢ncer desaparece completamente. As¨ª que animo a los pacientes a no perder la esperanza y a participar en ensayos cl¨ªnicos.
P. ?Hay razones para tener esperanzas en el futuro del tratamiento del c¨¢ncer?
R. Por supuesto, yo soy extremadamente optimista, pero los avances no llegar¨¢n ma?ana ni el martes que viene. Es un problema muy complejo, con muchos desaf¨ªos. Pero si analizamos los progresos que hemos hecho en los ¨²ltimos 10 a?os, veremos que nunca hab¨ªamos avanzado tan r¨¢pido. Yo animo a los j¨®venes cient¨ªficos a entrar en este campo. Y animo a los ciudadanos a que permanezcan atentos. Hace falta mucho compromiso pol¨ªtico para financiar la investigaci¨®n b¨¢sica en ¨¢reas que hoy no podemos imaginar que sean importantes para el tratamiento del c¨¢ncer, como ocurri¨® con la biolog¨ªa estructural.
P. ?Puede mencionar alg¨²n dato concreto para ser optimistas?
R. Los mencionados. Hace 10 a?os, el c¨¢ncer de pulm¨®n era una sentencia de muerte. Ahora, si tienes la suerte de tener unos subtipos determinados, puedes recibir un tratamiento durante a?os y a?os con una pastilla al d¨ªa sin efectos secundarios, como el erlotinib y muchos otros. Y, lo que quiz¨¢ sea m¨¢s emocionante, hay nuevos f¨¢rmacos que activan el sistema inmune, la inmunoterapia, como los anticuerpos PD-1. Algunos pacientes con c¨¢ncer de pulm¨®n reciben este tratamiento y el c¨¢ncer desaparece y no regresa jam¨¢s. Si me lo hubieran dicho hace 10 a?os, habr¨ªa respondido: ¡°?Qu¨¦ hab¨¦is fumado?¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.