Mas-carada
En el ¡®proc¨¦s¡¯ nada es lo que parece y todo lo que aparenta no es
El 27-S de Artur Mas es la Gran Mascarada. Todo en el proc¨¦s se oculta, se disfraza, se enmascara. Todo es suced¨¢neo, seud¨®nimo, marca blanca. Nada es lo que parece y todo lo que aparenta no es.
As¨ª, el que pretende seguir gobernando tras una elecci¨®n (falsamente) plebiscitaria, de modo que un Parlament apartidista (sic) le reeelija president, hace como que no y rechaza encabezar su propia lista: se oculta, de n¨²mero cuatro. Sospechoso.
Y coloca en la falsa cabecera, como seud¨®nimo de s¨ª mismo, a un poscomunista, Ra¨¹l Romeva (?qu¨¦ haces, Ra¨¹l, en ese baile?, ?coartada roja para el neoliberalismo travestido?), seguido de dos agitadoras profesionales (Muriel Casals y la sin par Carme Forcadell, que dec¨ªan que eran la sociedad civil y no, ay, la pol¨ªtica). Todos muy progresistas, a ver si se olvidan los salvajes recortes sanitarios del consejero Boi Ruiz, el patr¨®n privatizador. Crucificando de paso a sus pies, quinta plaza, a quien ha robado 20 veces la cartera, otrora la promesa Ob¨¦lix-Junqueras, ahora trocado en Oriol-Id¨¦fix.
El pol¨ªtico-pol¨ªtico, que eso lo es, juguetea a aparentar antipoliticismo, esa deriva propia del populismo c¨®mico italiano. Por esconder, esconde a su propio partido, una vez logr¨® destruir su alianza de 37 a?os con Uni¨® (ser¨¢ que, matem¨¢tico, restando suma), de manera que ya no hay Converg¨¨ncia m¨¢s que como nota a pie de p¨¢gina. Como si borrando el nombre, borrase la cosa: pap¨¢ Pujol y la Ferrusola, de quienes es hereu; y el caso Palau, y las 15 sedes embargadas. La corrupci¨®n.
Dicen los voceros que es ¡°la lista ¨²nica¡± ¡ª?nadie temblar¨¢ al recordar los partidos ¨²nicos?¡ª y solo es ¨²nica para TV-3. Ni siquiera llega a ser unitaria del soberanismo, pues no incorpora a la CUP. El gobernante que nunca gobern¨® (salvo en una pol¨ªtica privatizadora ¡ªATLL¡ª que desemboc¨® en fiasco ante los jueces); que perdi¨® sin un responso 10 cajas de ahorros; que solo fue visitado, en la Generalitat, y de noche, por un l¨ªder internacional, Roberto Maroni, el de la Lega xen¨®foba y lepenista (y se afan¨® en esconderlo: prohibi¨® que les retrataran juntos); el que habla de ¡°legalidad catalana¡± y se apresta a destruir el Estatuto, es m¨¢scara de s¨ª mismo. Detr¨¢s de ella, la nada.
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