Bud Spencer: ¡°Nunca fui un actor¡±
Junto a Terence Hill form¨® la pareja m¨¢s popular del cine italiano de los 70 y 80, pero antes fue nadador ol¨ªmpico o vendedor de coches. Ahora lo cuenta en un libro de memorias
Amante de la cerveza Budweiser y seguidor de Spencer Tracy, Carlo Pedersoli (N¨¢poles, 1929) preserva con alg¨²n rasgu?o sus casi dos metros de altura y 140 kilos de historia, bondad, humor y generosidad. Cada d¨ªa, en su casa de Roma, recibe cientos y cientos de cartas de todo el mundo pidiendo una respuesta o una foto firmada. Fans que a?aden en sus peticiones el dinero necesario para que el mito no gaste una lira en los sellos. Hace poco m¨¢s de un a?o estuvo a punto de morir, pero el destino quiso que le tocara vivir de nuevo. O, mejor dicho, no dejara nunca de hacerlo. Su voz entrecortada viene reconstruida con sus propios silencios, intuitivos y sesgados. Sus manos infinitas y exageradas no hacen sino ahondar en la preciosa iron¨ªa de su vida: Bud, en ingl¨¦s, significa p¨¦talo de rosa.
Comencemos por el final. Usted es cantautor y escritor. Lasciatemi passare (D¨¦jenme pasar) es su ¨²ltimo libro. ?Qu¨¦ quiere decir?
He perdido algo la memoria, pero voy ya por mi cuarto libro. Lo que pretendo es que me dejen tranquilo, ya que todo el mundo siempre me dice de hacer algo. Creo en el padre eterno, y cuando tenga que llegar el momento llegar¨¢. Pero no quiero que me pidan alcanzar cotas incre¨ªbles, porque soy un t¨ªo normal. Siento que se me obstaculiza el camino, mi camino. T¨² incluido. Yo s¨®lo soy un principiante, nada m¨¢s. Necesito paz.
Todo el mundo se ha equivocado con usted, entonces. Incluso los que siguen creyendo que es americano. ?Es una cuesti¨®n de ignorancia?
No, pero la verdad es que he rodado muchas pel¨ªculas en Espa?a con actores americanos. Pero creo que ya, con 86 a?os, se sabe que nac¨ª en N¨¢poles.
?La echa de menos?
No, aunque s¨ª me siento muy napolitano. Desgraciadamente, queda poco de lo que yo dej¨¦ all¨ª. Era estupenda, pero recuerdo que sufr¨ª mucho porque me toc¨® vivir la guerra, los bombardeos; y luego en Roma algo parecido con la masacre de San Lorenzo. Hace poco recog¨ª el premio de Ciudadano Honor¨ªfico por petici¨®n popular, pero todo es distinto. La crudeza de estos momentos te deja huella¡ Luego fuimos a Brasil, Venezuela, Argentina, que se hallaba en plena revoluci¨®n. Odiaban a los americanos, y para no confundirnos con uno de ellos ten¨ªamos que llevar una placa donde pon¨ªa bien clarito que ¨¦ramos italianos.
Y luego vuelve a su patria para participar en dos Juegos Ol¨ªmpicos como nadador en cien metros l¨ªbres¡
S¨ª, particip¨¦ en Helsinki 52 y M¨¦xico 56. Fui el primer italiano en bajar de un minuto y creo que gan¨¦ veinticinco veces el campeonato de Italia. Incluso mi amigo Tarz¨¢n (Johnny Weissm¨¹ller) me felicit¨® varias veces. Era incre¨ªble, pero yo le gan¨¦. Tambi¨¦n jugu¨¦ con la selecci¨®n de waterpolo campeona del mundo, aunque yo no particip¨¦ en esa gesta.
20 a?os de atleta hasta llegar al cine con 37, quiz¨¢s demasiado tarde. ?Le convenci¨® su suegro?
Yo me cas¨¦ con Mar¨ªa Amato, mi ¨¢ngel de la guarda, hace 56 a?os. Fue su padre (Giuseppe Amato, productor de La Dolce Vita o Don Camillo) quien me lo sugiri¨®. Comenc¨¦ cuando ¨¦l muri¨®, y mi primera pel¨ªcula fue en 1967 (Dio perdona¡ Io no). Necesitaban un grandull¨®n y, aunque al principio no nos pusimos de acuerdo por una cuesti¨®n econ¨®mica, finalmente cedieron y aceptaron porque no encontraron a nadie con mis dimensiones.
Fue su debut como protagonista, porque antes hab¨ªa trabajado en Quo Vadis?, Adi¨®s a las armas y Cuatro moscas de terciopelo azul, con Dario Argento. ?No eran lo suyo esos g¨¦neros?
Fui comparsa, pero es que en las que siguieron lo ¨²nico que hice fue hacer el actor, nada m¨¢s. Terence Hill s¨ª que es actor, porque ¨¦l estudi¨®, incluso hab¨ªa trabajado antes de conocerme. Ese es el motivo por el que nunca hemos discutido, pese a que todas las parejas del cine lo hacen. ?l actuaba; yo simplemente curraba. Rodaba tres pel¨ªculas al a?o tratando de aprender siempre algo de cada una.
?Qu¨¦ presupuesto barajaban?
No me acuerdo bien, aunque no m¨¢s de 90.000.000 de liras (46.000 euros). Tampoco gan¨¢bamos mucho nosotros.
"Terence Hill actuaba; yo simplemente curraba"
Con Mario Girotti (Terence Hill) rod¨® 16 pel¨ªculas. Y pensar que todo fue por una simple casualidad¡
Yo iba a rodar una pel¨ªcula con Peter Martell, pero el d¨ªa anterior sufri¨® una lesi¨®n que le impidi¨® hacerla. Entonces, los responsables de la cinta buscaron r¨¢pidamente otra persona. Eligieron a Terence, que ya hab¨ªa trabajado en El Gatopardo y, por entonces, estaba rodando con Rita Pavone. A partir de ah¨ª comienza una relaci¨®n que a¨²n hoy sigue viva. Nunca hubo un choque de egos, porque ¨¦l era un actor preparado y yo no. Siempre fui un principiante.
Revisando la trilog¨ªa de Trinidad me surge una duda, ?usted es bondadoso y taca?o como en las pel¨ªculas?
Yo lo ¨²nico que siempre quise plasmar en ellas es algo por lo que lucho en la vida real: terminar con la injusticia. Mi violencia siempre fue c¨®mica. Era el brazo ejecutor de todas esas mentes que quieren y no pueden rebelarse contra las barbaridades, contra su jefe en el trabajo, por ejemplo.
?Ha vuelto al desierto de Tabernas (Almer¨ªa)? No tiene el glamour de Arizona o Utah, pero sal¨ªa m¨¢s barato.
He vuelto a Madrid y Barcelona, pero no a Almer¨ªa. All¨ª no hab¨ªa nada. Recuerdo que ten¨ªamos que coger un tren de la capital que nunca pasaba. Eran el fin de una Espa?a poco poblada a¨²n. Eso s¨ª, su gente era extraordinaria, magn¨ªfica, verdadera, amable, sensata, simp¨¢tica, ¨²nica. Ahora, como en Italia, hay mucha diferencia entre norte y sur. Tambi¨¦n rod¨¦ mucho en ?frica, pero Espa?a era maravillosa, accesible, econ¨®mica, cercana.
"Fernando Sancho era el mejor en su g¨¦nero, sin ninguna duda".
?Conoci¨® all¨ª a Fernando Sancho?
El n¨²mero uno. Tambi¨¦n hice algo con ¨¦l en Sudam¨¦rica. El mejor en su g¨¦nero sin ninguna duda. Le estimaba mucho.
Sus westerns eran todos doblados debido a la torre de Babel que compon¨ªan actores, directores, realizadores y productores. ?Sabe que en Espa?a le doblaba Jos¨¦ Mar¨ªa Blanco?
No lo sab¨ªa. Sinceramente, he perdido algo de memoria y no recuerdo si alguna vez lo conoc¨ª. Eso s¨ª, yo pod¨ªa hablar en cualquier lengua, porque domino muchos idiomas.
En Italia el doblaje es un arte. El gran Ferruccio Am¨¦ndola fue igual de importante que algunos actores de fama mundial que doblaba (Al Pacino o Robert De Niro). Tras su muerte, nada fue lo mismo en el belpaese. ?Por qu¨¦ saben venderse tan bien en todos los sentidos?
Es cierto que tanto aqu¨ª como en Alemania imperan grandes escuelas con excelentes dobladores. En Italia, quien m¨¢s me dobl¨® fue Glouco Mauri.
Si Sergio Leone fue el padre de los spaghetti western, el director y guionista Enzo Barboni fue el inventor de western c¨®mico. ?Pensaba que tendr¨ªa tanto ¨¦xito?
Fue una invenci¨®n mundial. Un tipo de oeste donde no hay sangre, no muere nadie¡ Y hay muchos, muchos mamporros. Piensa que nadie quer¨ªa hacer este cine, porque no le ve¨ªan futuro. La Trilog¨ªa de Trinidad, por ejemplo, fue rechazada por muchos productores porque la reduc¨ªan a excesivo di¨¢logo y poca acci¨®n. Zingarelli fue el ¨²nico que quiso arriesgar. Tambi¨¦n te digo que, con el tiempo, el ¨¦xito ha ido en aumento.
Y lo mismo sucedi¨® con las bandas sonoras. Ennio Morricone era (y es) el dios eterno, pero Franco Micalizzi se supo labrar un futuro m¨¢s que aceptable. Compuso incluso algunos temas para films polic¨ªacos con Tomas Milian (Roma a mano armata). ?Le gustaban sus canciones?
Yo no entend¨ªa de m¨²sica, no sab¨ªa si era buena o mala. Cada d¨ªa me levantaba de la cama y hac¨ªa lo que me dec¨ªan sin mirar alrededor. No puedo juzgar a nadie.
Terence, que sigue rodando por el norte de Italia actualmente, s¨ª trabaj¨® con Leone, pero usted nunca. ?Le propuso alguna vez algo?
No lo recuerdo, pero no me importa. Piensa que antes no ¨¦ramos tan famosos como ahora. Yo he disfrutado con lo que he hecho. Y ¨¦l tambi¨¦n, supongo. Viene de vez en cuando a casa.
?Siguen comiendo jud¨ªas pintas en perolas de lata?
No, esas nos las comimos todas en las pel¨ªculas, con el calor de Almer¨ªa.
?Le gustan los grandes cl¨¢sicos de Peckinpah, Ford, Walsh, Huston o Hawks?
No mucho, la verdad.
?Y los de Tarantino? Su humor negro, iron¨ªa y sarcasmo bebe mucho de su cine.
Lo s¨¦. Vi algunas de sus pel¨ªculas, y me gustaron. Pero me da rabia una cosa: que nos confundan como actores de spaghetti western meti¨¦ndonos en el mismo saco que a los que trabajaron con Leone. Nosotros desarrollamos algo ins¨®lito, nunca visto hasta ese momento. La comedia llevada al far west.
?Coincidi¨® alguna vez con Clint Eastwood?
No. Ten¨ªamos distintas horas de rodaje. Jam¨¢s le vi, sinceramente. Ahora que me hace esta pregunta, echo la vista atr¨¢s y, quiz¨¢s s¨ª, al final me convert¨ª en un actor a base de repetir infinidad de veces lo mismo.
Es napolitano, tierra de artistas: Pino Daniele, Curzio Malaparte, Eduardo de Filippo, Toto, Troisi¡ Algunos de los principales cantautores italianos (Domenico Modugno o Lucio Dalla) compusieron algunas canciones en este dialecto porque es lo que m¨¢s se acerca a la poes¨ªa, a la perfecci¨®n. Lo hicieron incluso sin haber nacido all¨ª ?Usted se siente uno de ellos?
Fui un principiante, tambi¨¦n en la m¨²sica.
Supongo que tambi¨¦n en la pol¨ªtica, ya que fracas¨® cuando se present¨® en la candidatura de Berlusconi en 2005. ?Cu¨¢ndo comprendi¨® que no le gustaba la este mundo?
El mismo d¨ªa que me present¨¦, pero no me arrepiento de haberlo hecho. Mi filosof¨ªa de vida es futtetinne (dialecto partenopeo), y significa que casi todo me da igual. Cuando los acontecimientos suceden no los puedes evitar. Hay dos o tres cosas que no tienen soluci¨®n en la vida. El resto, s¨ª.
?Por qu¨¦ nunca fue un fijo en la Via Veneto para vivir la doce vita romana?
Yo trabajaba enfrente del Caf¨¦ Par¨ªs (frecuentado por Fellini). Lo hac¨ªa en un negocio clandestino donde ten¨ªa que vender un autom¨®vil, pero s¨®lo uno porque no cab¨ªan m¨¢s. All¨ª estaba yo; enfrente de la Hollywood del T¨ªber.
Siempre alejado de los focos, del bullicio, de la burgues¨ªa fr¨ªvola y vac¨ªa, como Alberto Sordi.
Una persona maravillosa.
?Sabe que Roma ha presentado su candidatura a los Juegos Ol¨ªmpicos 2024? ?Cree que con los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n, suciedad, criminalidad y el auge de Mafia Capitale tiene alguna opci¨®n?
La mafia siempre estuvo en el sur, pero a m¨ª esto no me interesa.
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