El gorri¨®n
?Tiene alg¨²n significado su aparici¨®n en la celda del Chapo Guzm¨¢n justo el d¨ªa en el que huy¨® de una c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad?
De toda la historia de la fuga del Chapo Guzm¨¢n, propia de una pel¨ªcula del mejor cine de aventuras, lo que m¨¢s ha llamado mi atenci¨®n es la presencia de un gorri¨®n en la celda del huido, seg¨²n relato del corresponsal de este peri¨®dico en M¨¦xico, que visit¨® la c¨¢rcel y el t¨²nel por el que se fug¨® el sanguinario narco en uni¨®n de otros periodistas.
?De d¨®nde sali¨® el gorri¨®n? ?C¨®mo lleg¨® a la celda? ?Tiene alg¨²n significado su aparici¨®n en el habit¨¢culo justo el d¨ªa en el que su ocupante huy¨® burlando la vigilancia de una prisi¨®n considerada (supongo que s¨®lo hasta ese momento) la m¨¢s segura del pa¨ªs? Los expertos en el narcotr¨¢fico y los especialistas en los lenguajes mafiosos discuten desde ese d¨ªa sobre la respuesta a dar, pero los interrogantes siguen sin resolverse, puesto que la presencia del p¨¢jaro, s¨ªmbolo de la libertad, en la celda del huido ha de tenerla sin ninguna duda ?Estaba all¨ª por casualidad? ?Entr¨® en la celda por el mismo t¨²nel por el que Guzm¨¢n se fue? ?Muri¨® de muerte natural o lo mataron como al caballo cuya cabeza apareci¨® en la cama de un enemigo de la familia en la famosa escena de El padrino?
La construcci¨®n del t¨²nel ya ha sido explicada suficientemente, as¨ª como sus caracter¨ªsticas t¨¦cnicas, y lo mismo sucede con el modo en el que sucedieron los hechos desde que el t¨²nel se empez¨® a cavar hasta que el Chapo Guzm¨¢n huy¨® en la moto de cuatro ruedas con la que durante meses sus hombres sacaron la tierra que iban picando (?qu¨¦ imagen: un preso huyendo a toda velocidad de la c¨¢rcel en una moto por el subsuelo!), pero la historia del gorri¨®n sigue sin ser explicada, ni por los carceleros, ni por los narcos, ni por los ornit¨®logos.
Pero ese detalle es fundamental. Todos lo son en las novelas de intriga, como bien saben los que las escriben. Lo dijo Mies van der Rohe, el arquitecto alem¨¢n, hablando de su disciplina: ¡°Dios est¨¢ en los detalles¡±. Y, sin embargo, aqu¨ª seguimos todos admir¨¢ndonos de lo cinematogr¨¢fico de la fuga, de la maravilla t¨¦cnica de la construcci¨®n del t¨²nel, del rid¨ªculo que han hecho las autoridades mexicanas una vez m¨¢s en su lucha contra los narcotraficantes, sin resolver el misterio de ese gorri¨®n que los carceleros de la prisi¨®n de Altiplano y los periodistas encontraron moribundo en la celda de su preso m¨¢s famoso cuando la visitaron poco despu¨¦s de lo sucedido.
Yo no tengo la respuesta, por supuesto, pero anoche me dio por pensar que el gorri¨®n es el alma de Guzm¨¢n, que se qued¨® en la c¨¢rcel penando por ¨¦l como la de Hugo Ch¨¢vez en Venezuela cuando muri¨®.
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