Hipotecas multidivisas, un problema tan grave como el de las preferentes
El Tribunal Supremo considera que son productos cuyos riesgos exceden de los que tienen los pr¨¦stamos hipotecarios y que las entidades financieras estaban obligadas a informar a sus clientes
Las hipotecas multidivisas est¨¢n causando un problema social tan preocupante como el provocado por la comercializaci¨®n de las preferentes. Sin embargo, su denuncia no ha llegado a calar del mismo modo en los medios de comunicaci¨®n. Esta situaci¨®n, seguro, cambiar¨¢ a partir de ahora, ya que el Tribunal Supremo se ha pronunciado por primera vez sobre estos complejos productos financieros reconociendo que estamos ante productos cuyos riesgos exceden de los que tienen los pr¨¦stamos hipotecarios convencionales y que las entidades financieras estaban obligadas a informar de dichos riesgos.
Una hipoteca multidivisa es en apariencia un simple pr¨¦stamo con garant¨ªa hipotecaria en el que, sin embargo, concurre una diferencia esencial con los pr¨¦stamos convencionales: no coincide la moneda efectivamente entregada en concepto de pr¨¦stamo (euros) y la moneda a la que queda indexado el pr¨¦stamo en la propia escritura; normalmente yenes o francos suizos. Por esta falta de coincidencia, el hipotecado, que adem¨¢s tiene en el euro su moneda funcional (en la que percibe sus ingresos y paga sus gastos ordinarios) tendr¨¢ que pagar el contravalor en euros del importe fijado en la divisa. Sea cual sea dicho contravalor, que variar¨¢ en funci¨®n de la evoluci¨®n que tenga el tipo de cambio euro/divisa.
En la actualidad hay miles de ciudadanos sepultados bajo las hipotecas multidivisa que no saben qu¨¦ hacer para salir del infierno en el que se encuentran. Y no pensemos que son ciudadanos ¡°listillos¡± o ¡°especuladores¡± de esos de los que se dice, de forma algo insolidaria, que ¡°quieren duros a pesetas¡±, no, muy al contrario.
El problema estaba en lo que los bancos no contaban: la fluctuaci¨®n de la divisa no s¨®lo afectaba a la cuota, sino tambi¨¦n al capital prestado
Por mi despacho han pasado personal de la limpieza del Ayuntamiento de Madrid, barrenderos, polic¨ªas municipales y nacionales, bomberos, personal auxiliar de los aeropuertos, pilotos, m¨¦dicos, etc. En definitiva, colectivos completos de ciudadanos, que cuentan normalmente con sueldos y n¨®minas seguras pero con nulos conocimientos financieros, a los que las entidades financieras se dirigieron en masa para venderles este producto que finalmente ha resultado ser perverso.
El gancho siempre era el mismo. El ahorro que la hipoteca multidivisa supon¨ªa en el tipo de inter¨¦s a pagar. El Libor (tipo de inter¨¦s al que se referencian las divisas) rondaba por aquella ¨¦poca el 1%, mientras que el Euribor hab¨ªa alcanzado las cimas m¨¢s altas de la historia, llegando a estar el 5%.
El problema estaba, sin embargo, en lo que los bancos no contaban. Por un lado la mayor¨ªa de los hipotecados desconoc¨ªan que la fluctuaci¨®n de la divisa no s¨®lo afectaba a la cuota, sino que tambi¨¦n impactaba en el capital prestado, de tal modo que el saldo vivo en euros, que se correspond¨ªa con la cantidad efectivamente entregada, se recalculaba diariamente en funci¨®n de la evoluci¨®n del tipo de cambio al que se hubiese indexado el pr¨¦stamo.
El otro aspecto esencial del que tampoco informaron, fundamentalmente porque era una informaci¨®n que no llegaba ni tan siquiera a las sucursales, era que la fortaleza del euro estaba muy cuestionada por los mercados financieros y que todas las entidades financieras mundiales estaban anticipando la m¨¢s que probable revalorizaci¨®n de las divisas que serv¨ªan de referencia: principalmente el yen y el franco suizo.
De haber contado con informaci¨®n, ning¨²n ciudadano en sus cabales habr¨ªa aceptado suscribir el producto
La opini¨®n al respecto era tan un¨¢nime en el sector financiero que se puede afirmar que quien se hipotec¨® en divisas en aquellos a?os lo que estaba haciendo realmente era una apuesta contra todo el mercado financiero mundial. Apuesta que obviamente se nos presenta como un desprop¨®sito si, como es el caso, afecta a personas que sin ser expertas est¨¢n viendo comprometida la vivienda en la que residen con sus familias.
No obstante, parece que estas personas van a poder ver, por fin, la salida al infierno en el que han vivido todos estos a?os. El Pleno del Tribunal Supremo ha sentado doctrina y reconoce que una hipoteca multidivisa es realmente un instrumento financiero derivado muy complejo sometido a las obligaciones de informaci¨®n recogidas en la Ley del Mercado de Valores y que impone a los bancos la obligaci¨®n de cuidar de los intereses de sus clientes como si fueran propios.
Esta obligaci¨®n significa, en el caso de las hipotecas multidivisa, que los bancos tendr¨ªan que haber informado de manera inmediata de las previsiones que hab¨ªa sobre la evoluci¨®n de los tipos de cambio. De haber contado con dicha informaci¨®n ning¨²n ciudadano en sus cabales habr¨ªa aceptado suscribir una hipoteca multidivisa.
A pesar de que en el caso concreto enjuiciado el Tribunal Supremo no da finalmente la raz¨®n al reclamante, pues lo considera avezado en conocimientos financieros, s¨ª que ha marcado la senda que permitir¨¢ reclamar a todas aquellas personas que en su d¨ªa suscribieron este tipo de productos sin el debido asesoramiento y que hasta la fecha han sufrido en silencio sus dram¨¢ticas consecuencias.?
Patricia Gabeiras V¨¢zquez es doctora en Derecho y Master en Finanzas y Banca de Inversi¨®n
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