Tu abuelo surfeaba mejor que t¨²
El documental 'La primera ola' indaga en los comienzos de la pr¨¢ctica del surf en la Espa?a de los 60
¡°La libertad, mis amigos, el sol, la playa y el surf. Eso es el ¨¦xtasis¡±, comenta un sexagenario Alfonso Biescas, m¨¢s conocido como Nito, en el documental La primera ola: un recorrido por los inicios del surf en Espa?a. La pel¨ªcula se estren¨® en el Surfilm Festibal de Donosti y se podr¨¢ ver ma?ana en Movistar+. En el documental se presenta a los principales pioneros espa?oles de este noble deporte: el propio Nito Biescas, como impulsor del surf en Zarautz; los hermanos Gulley, oriundos de Australia, y que ense?aron los primeros movimientos con la tabla a los asturianos de Tapia de Casariego; el primer surfista, F¨¦lix Cueto, que se fabricar¨ªa de forma autodidacta una tabla de surf en 1962; o los precursores canarios que descubrieron algunas de las mejores olas de Europa. Son m¨¢s de ochenta personajes los que desfilan entre comentarios e im¨¢genes de archivo por esta fabulosa historia sobre los comienzos del surf en Espa?a
El viaje recorre las principales playas de Asturias, Cantabria, Pa¨ªs Vasco, Galicia, M¨¢laga y Canarias mediante cientos de fotograf¨ªas y bobinas de S¨²per 8. ¡°Est¨¢n todos los que son, pero no son todos los que est¨¢n¡±, confiesa el director Pedro Temboury, impulsor de este ambicioso proyecto. ¡°Tenemos a los fundamentales, a los pilares, a los m¨¢s importantes, pero puede que nos falte alguien. A medida que entrevistas a m¨¢s gente, m¨¢s gente quiere participar. Tengo material para una segunda parte estupendamente¡±. Temboury es uno de esos cineastas at¨ªpicos: amante de la serie B, se hizo un nombre a finales de los noventa en el cine de bajo presupuesto con el corto Psycho-lettes (1996) y una de las obras m¨¢s bizarras que ha dado el audiovisual patrio: Karate a muerte en Torremolinos (2003), homenaje al cine de mamporros y monstruos, que ten¨ªa como estrella al recientemente fallecido Jess Franco.
Tras un ¨¦xito menor con Ellos robaron la picha de Hitler (2006), Temboury se acerc¨® al documental, un g¨¦nero de presupuestos m¨¢s asequibles y medios m¨¢s modestos. Monopat¨ªn, una obra sobre los comienzos del skate en regiones como Asturias o Madrid, le granje¨® una enorme fama entre ne¨®fitos y entendidos. ¡°El germen de La primera ola fue Monopat¨ªn, funcion¨® muy bien en el n¨²cleo de skaters y en gente interesada en la materia. La buena recepci¨®n que tuvo me impuls¨® a presentarle a Canal + el proyecto. El surf y el skate son deportes hermanos, me fue muy sencillo ponerme r¨¢pidamente con La primera ola¡±. El malague?o comenta que el rodar previamente Monopat¨ªn, donde el uso que se hace del material de archivo es tan relevante, le permiti¨® obtener la confianza de muchos pioneros del surf. ¡°Tras ense?arles Monopat¨ªn muchos me abrieron sus ¨¢lbumes de fotos personales y me mostraron los S¨²per 8 que guardaban en los cajones. Vieron que era un proyecto serio, hecho desde la admiraci¨®n y desde adentro¡±, declara Temboury, quien tambi¨¦n es un enorme aficionado al skate y al surf.
El surf naci¨® con su propia cinematograf¨ªa, un cine que se remonta a la d¨¦cada de los cincuenta del siglo pasado, cuando muchos cineastas siguieron con sus c¨¢maras a los primeros surfistas en busca de la ola perfecta. Estos primeros documentales destacaban por narrar un viaje a lo desconocido, playas de indonesia o de lugares lejanos aparec¨ªan por primera vez en este tipo de cintas. Quiz¨¢ la obra m¨¢s can¨®nica y atemporal de este subg¨¦nero del documental sea Endless Summer (1966) de Bruce Brown, donde se puede seguir a dos surfistas recorrer medio mundo en busca de las mejores olas. Los obras sobre surfistas ser¨¢n una constante en estas ¨²ltimas d¨¦cadas: paisajes de ensue?o, esp¨ªritu aventurero y un magnetismo por lo desconocido, son algunas de las constantes que se explotan. Festivales y reconocidos cineastas har¨¢n el resto para que el g¨¦nero viva hoy en d¨ªa uno de sus mejores momentos. ¡°La influencia del cineasta y skater Stacy Peralta es fundamental, sus pel¨ªculas Dogtown and Z-Boys (2001) y Riding Giants (2004) son muy importantes. Pero tambi¨¦n los documentales medio hippies de los a?os sesenta donde se descubren unas playas paradis¨ªacas. Me interesan mucho las texturas que ofrece un material de archivo como el S¨²per 8¡±.
La importancia del S¨²per 8 en La primera ola es esencial para documentar gr¨¢ficamente la mayor¨ªa de hechos que se narran. Gracias a estas grabaciones descubrimos los principios del surf en Euskadi y la creaci¨®n de los primeros clubes y campeonatos; el uso para el surf de playas m¨ªticas como la de Salinas, Rodiles, Mundaka, Las Am¨¦ricas o El Confital, entre otras; o los viajes en furgoneta y las acampadas a pie de playa en lugares que hasta ese momento solo eran conocidos por los viajeros extranjeros, muchos de ellos huidos de la guerra de Vietnam. ¡°Los contenidos que aparecen en este tipo de trabajos, no solo son de deportes, sino que hablan de una contracultura que existi¨® en aquellos momentos. Una serie de j¨®venes que utilizaron el surf como una alternativa a una ¨¦poca gris. Hay que recordar que en aquellos a?os la gente te se?alaba en la calle por ir con bermudas o con el pelo largo. Estos surferos consiguieron un camino ellos mismos, donde sus ideales consist¨ªan en vivir lo m¨¢s cerca de la playa y surfear¡±, puntualiza Temboury, que para rodar el documental se encontr¨® con historias fascinantes como la de Casa Lola, una comuna hippie de surferos que durante varios a?os hicieron funcionar una f¨¢brica de tablas en Loredo (Cantabria). ¡°La primera ola no solo es interesante desde el punto de vista del deporte, sino tambi¨¦n como una intrahistoria de los j¨®venes de aquella ¨¦poca, como escapaban a aquel mundo opresor y gris¨¢ceo donde viv¨ªan¡±, concluye Temboury.
Son unos a?os en los que Espa?a comienza a abrirse al exterior con lo que puede: bases militares, hippies extranjeros o viajes fugaces a playas como la de Biarritz, donde cuentan con las primeras tablas de surf. Este turismo primigenio introduce ideas nuevas en una Espa?a como era la de aquella ¨¦poca. Temboury recuerda que ¡°muchos de los pioneros espa?oles, ven por primera vez practicar surfing en sus playas a estos exiliados americanos¡±.
La primera ola recoge en poco m¨¢s de una hora todo ese sentimiento vital y de protesta que se produjo durante la d¨¦cada de los sesenta y setenta en nuestro pa¨ªs, llegando en algunos casos hasta el presente, reflejando la masificaci¨®n y transformaci¨®n de ciertas zonas del litoral. A todo esto debemos sumar una banda sonora formada por grupos de surf actuales. ¡°Me hubiera encantado utilizar m¨²sica de la ¨¦poca, estuve hablando con los propietarios de los derechos pero no fue posible. Al final opt¨¦ por una salida que tambi¨¦n tiene mucho valor, rescatar grupos espa?oles de surf de hoy. En el documental tenemos la m¨²sica de los Airbag, los Kanaloas, los Cowabungas o los Smiles, un mont¨®n de grupos que le dan un toque tanto surfero como m¨¢s psicod¨¦lico en algunas partes, cuando la narraci¨®n se adentra en zonas m¨¢s hippies¡±, termina de enumerar un exultante Temboury ante uno de esos documentales que es necesario ver para creerse todo lo que cuenta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.