A m¨¢s a m¨¢s

A m¨¢s a m¨¢s, que dicen en Catalu?a, Mas pas¨® del nacionalismo suave (aquel que, cuando Pujol, garantizaba desinteresadamente la gobernabilidad de Espa?a, algo dif¨ªcil de comprender puesto que lo que les interesa a los nacionalistas es precisamente el desgobierno para poder tomar las de Villadiego) a la convocatoria de un refer¨¦ndum ilegal, que se qued¨® en simulacro pero se celebr¨®, y del refer¨¦ndum a la amenaza directa de secesi¨®n, v¨ªa declaraci¨®n unilateral de la independencia, como en Croacia o en Lituania, si gana por mayor¨ªa las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas. Ya lo dijo Thomas de Quincey: si un hombre se deja tentar por un asesinato, poco despu¨¦s piensa que el robo no tiene importancia y del robo pasa a la bebida y a no respetar los s¨¢bados, hasta acabar por perder los buenos modales.

A m¨¢s a m¨¢s, al otro lado de la plaza de San Jaume pero en las ant¨ªpodas ideol¨®gicas de Mas, Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona, despu¨¦s de oponerse durante a?os, incluso personalmente, a los desahucios por considerarlos actos de coacci¨®n inadmisibles, acaba de desahuciar de su Ayuntamiento a un busto del rey Juan Carlos que, que se sepa, no hab¨ªa hecho nada malo, como el inmortalizado en ¨¦l, al menos hasta ese momento. Y digo yo: ?tanto le molestaba el busto a la alcaldesa como para desahuciarlo antes que a los turistas de la Barceloneta?

A m¨¢s a m¨¢s, el F¨²tbol Club Barcelona ha pasado de ser m¨¢s que un club a ver c¨®mo su estadio se convierte cada d¨ªa de partido en escenario de un homenaje a la guerra de Sucesi¨®n de 1714 (no de Secesi¨®n, ojo, como muchos catalanes creen), ya que entonan el lema ¡°In, inde, independ¨¨ncia¡± justo cuando el reloj marca 17 minutos y 14 segundos (la pitada en la final de la Copa del Rey tuvo lugar antes incluso de que el hijo del del busto se hiciera presente en carne mortal en el palco), y de ah¨ª a obligar a los candidatos a su presidencia a hacer profesi¨®n de independentismo senyera en mano si aspiran acceder a ella. Eso s¨ª, luego declaran que seguir¨¢n jugando la Liga espa?ola de f¨²tbol. La estupidez, dec¨ªa Sartre, es fascinante.

A m¨¢s a m¨¢s, el Partido Popular de Catalu?a ha cambiado a su candidata, que ya era de derechas de verdad, por otro a¨²n m¨¢s de derechas que les garantice la confrontaci¨®n directa con los independentistas.

A m¨¢s y a m¨¢s (y a Mas a Mas, con may¨²sculas), como los catalanes sigan as¨ª, van a acabar convirtiendo Catalu?a en otro Pa¨ªs Vasco, ahora que este se catalaniza. Y es que ya lo dijo Orwell, autor de un Homenaje a Catalu?a de verdad: ¡°El lenguaje pol¨ªtico est¨¢ dise?ado para hacer que las mentiras suenen fiables y el asesinato respetable y para darle apariencia de solidez al mero viento¡±.