Coraz¨®n de fuego
Ojal¨¢ no le hubiera tocado tener que ser un h¨¦roe, pero emociona encontrar guerreros de la vida como ¨¦l
Supe de ?scar Jim¨¦nez y de su aterradora historia har¨¢ un par de a?os, cuando un mensaje suyo arrib¨® a esa playa abierta al mundo que es Facebook. ?scar es de Sant Sadurni d¡¯Anoia (Barcelona) y antes de que la vida le mordiera trabajaba como maquinista de excavaciones, conduciendo un cacharro de 100 toneladas en las grandes obras de las autopistas o del AVE. El 3 de marzo de 2012 le operaron de una hernia de disco. En su preciosa p¨¢gina web www.SoyOscarJimenez.com se explica con detalle el espantoso estropicio.
Dice ?scar (su caso est¨¢ en los tribunales y a¨²n no hay sentencia) que durante la operaci¨®n le reventaron inadvertidamente el saco dural, ¡°que es donde va el l¨ªquido cefalorraqu¨ªdeo¡±. Su cerebro empez¨® a perder l¨ªquido y sufr¨ªa horrorosos dolores de cabeza, era incapaz de controlar sus movimientos y ten¨ªa alucinaciones (¡°llegu¨¦ a ver a mi padre verde¡±), pero pese a sus quejas le dieron de alta a los 10 d¨ªas con 40 grados de fiebre. Fue una neur¨®loga a la que acudi¨® por sus terribles cefaleas la que advirti¨® la situaci¨®n, que para entonces era cr¨ªtica: se estaba muriendo. Lo ingresaron de urgencia pero el da?o estaba hecho. Desde entonces ha sufrido siete operaciones; se ha quedado parapl¨¦jico, ha perdido la audici¨®n de un o¨ªdo, padece ataques de epilepsia y sigue con dolores. Aquel 3 de marzo que comenz¨® el infierno, ?scar ten¨ªa 33 a?os.
Recuerdo que su relato me espant¨®; por entonces, con la cat¨¢strofe todav¨ªa muy pr¨®xima, Jim¨¦nez utilizaba su Facebook habitual, el de antes, el de los buenos tiempos; en las ¨²ltimas entradas hablaba de su caso, pero m¨¢s abajo se ve¨ªa el retrato congelado de su vida de siempre, las t¨ªpicas fotos con los amigos, montando en bicicleta, bebiendo cerveza. Es decir, se ve¨ªa a un chico grande, atl¨¦tico y guapo, ignorante del alud que se le ven¨ªa encima. La inocente banalidad de las instant¨¢neas se te clavaba en la retina como un punz¨®n.
. He conocido otros casos de p¨¦rdida traum¨¢tica y la v¨ªctima siempre hab¨ªa atravesado un primer periodo de comprensible desmoronamiento
Pero ya por entonces me sorprendi¨® su coraje. He conocido otros casos de p¨¦rdida traum¨¢tica y la v¨ªctima siempre hab¨ªa atravesado un primer periodo de comprensible desmoronamiento. El duelo lleva su tiempo y el esfuerzo de asimilaci¨®n y reinvenci¨®n es monumental. Sin embargo, ?scar estaba incre¨ªblemente entero desde el comienzo. Cuando contact¨® conmigo se apoyaba en la indignaci¨®n ante lo que ¨¦l considera una mala praxis, y en la pelea judicial para demostrarlo. Ahora bien, incluso en esos meses manten¨ªa la cabeza fr¨ªa y el control de s¨ª mismo.
Pero es que luego, poco a poco, en la distancia, lo he visto florecer. Primero fue el libro. Pens¨®, con raz¨®n, que su caso era singular, y escribi¨® un impactante texto titulado IMPOSIBLE, as¨ª, en may¨²sculas, con las dos primeras letras tachadas; se puede conseguir en Amazon y durante tres meses ha sido el libro m¨¢s vendido de Amazon Espa?a en el apartado de biograf¨ªas. Adem¨¢s, ?scar fue creciendo en activismo social: de cuando en cuando me mandaba noticias de alguna reivindicaci¨®n en pro de los derechos de los discapacitados. Y, por ¨²ltimo, este incansable luchador ha encontrado un reto en el que concentrar su desbordante vitalidad. Va a hacerse 799 kil¨®metros del Camino de Santiago en 8 d¨ªas y en silla de ruedas, a 100 kil¨®metros por d¨ªa, para reunir dinero para la investigaci¨®n de las lesiones medulares. Y para sentirse libre como un p¨¢jaro, a pesar de todo.
Lleva meses preparando esta haza?a maravillosa y loca. Est¨¢ buscando patrocinadores y, para mi pasmo, le est¨¢ costando much¨ªsimo encontrarlos. Unos cuantos comercios le han apoyado; gracias a eso ha conseguido a?adir a su silla de ruedas un peque?o motor el¨¦ctrico con una autonom¨ªa de 30 kil¨®metros; todo lo que sobrepase esa distancia diaria tendr¨¢ que hacerlo a brazo. Le acompa?ar¨¢ un amigo y empezar¨¢n el recorrido el 16 de septiembre. En su p¨¢gina lo explica todo, as¨ª como la manera de colaborar.
El horror que ha vivido ?scar le ha obligado a sacar lo mejor de s¨ª. Quiz¨¢ ni ¨¦l mismo supiera que pose¨ªa un coraz¨®n de fuego y un temple de diamante; quiz¨¢ gracias a esa entereza colosal se est¨¦ construyendo una vida m¨¢s rica y m¨¢s interesante que la anterior. Con unos costes ag¨®nicos, desde luego. Ojal¨¢ no le hubiera tocado tener que ser un h¨¦roe, ojal¨¢ hubiera podido llevar una existencia mediocre; pero emociona encontrar guerreros de la vida como ¨¦l, capaces de reinventar la plenitud. Por cierto, el 100% de los ingresos de su libro van a parar a la Asociaci¨®n de Amigos de los Discapacitados. ?l vive de su pensi¨®n y jam¨¢s se queja de su situaci¨®n econ¨®mica. Bueno, en realidad jam¨¢s se queja de nada. Es lo que tienen los h¨¦roes: son un implacable espejo en el que comparar nuestras cobard¨ªas cotidianas, nuestros disgustos por nimiedades irrelevantes. Mi admiraci¨®n, querido ?scar.
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