Carro?eros
La privatizaci¨®n de la vivienda social es un esc¨¢ndalo que sobrepasa la ideolog¨ªa
Bravo. La alcaldesa madrile?a, Manuela Carmena, cancela el proceso de privatizaci¨®n de 2.086 viviendas sociales en alquiler. Lo inici¨® su ¨ªnclita antecesora, do?a Ana Botella, del club aznarita de amigos de los pobres y de Rupert Murdoch. Era una brillante operaci¨®n carro?era, ben¨¦fica para los fondos buitre.Que as¨ª se llaman a los fondos especulativos inversores en deuda p¨²blica (u otros activos, como viviendas) de instituciones pr¨®ximas a la quiebra: compran por debajo de su nominal (o de su precio de mercado) para intentar luego recuperar el resto (aumentado) presionando a otros propietarios, o a inquilinos vulnerables.
Son operaciones carro?eras, con damnificados tangibles: gentes de avanzada edad, de escasos ingresos, asfixiadas, a las que se suelen subir los costes (pago del IBI, eliminaci¨®n de ayudas al alquiler, desprotecci¨®n al fin del contrato). Es una pr¨¢ctica de Robin Hood al rev¨¦s, robar a pobres para enriquecer a ricos (de la gama especuladora), en la que la tradici¨®n franquista deslumbr¨®: socializar p¨¦rdidas, privatizar ganancias.
Los beneficiados son tambi¨¦n tangibles. Los buitres compran pisos construidos con dinero p¨²blico para fines sociales ¡ªse desnaturaliza su buen fin¡ª en condiciones privilegiadas, exorbitantes. Como los alt¨ªsimos descuentos de precio. Descuentos que ni por asomo se ofrecen a sus inquilinos o a sus pr¨®ximos.
En beneficio de la promotora aznarita de este carro?erismo hay que decir que do?a Ana Botella (con su Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Madrid, que vendi¨® 1.860 pisos a Magic Real State-Blackstone) no ha sido la ¨²nica. Tambi¨¦n la promovi¨® intensamente el Gobierno aut¨®nomo de Ignacio Gonz¨¢lez (3.000 viviendas para Azora/Goldman Sachs). Y le imit¨® el de Artur Mas, que pretendi¨® hacer lo mismo en 2014, para similares beneficiarios, con 14.000 viviendas: el may¨²sculo esc¨¢ndalo suscitado se lo impidi¨®. Ser¨¢ que los progres que le acompa?an ahora en su lista son olvidadizos. O han volteado al Robin Hood que dec¨ªan llevar dentro.
Pero este esc¨¢ndalo sobrepasa la ideolog¨ªa. Tambi¨¦n para los partidarios de una econom¨ªa al m¨¢ximo liberalizada, hay privatizaciones que resultan obscenas.
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