Una campa?a difamatoria
Alguien peca de irresponsabilidad en los ataques contra cient¨ªficos de ¨¦lite
En los ¨²ltimos d¨ªas han aparecido en los medios de comunicaci¨®n noticias que informan de la destituci¨®n del director del Instituto de Ciencias Matem¨¢ticas (ICMAT), uno de los centros de investigaci¨®n de ¨¦lite en nuestro pa¨ªs, como acredita la distinci¨®n de excelencia Severo Ochoa concedida por el Gobierno de Espa?a. Su titularidad es compartida entre el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) y las Universidades Aut¨®noma de Madrid (UAM), Carlos III y Complutense, constituyendo un caso ejemplar de colaboraci¨®n entre dichas instituciones.
La destituci¨®n del director, Manuel de Le¨®n, impulsor de la creaci¨®n del centro, se produjo a la luz de las irregularidades de gesti¨®n detectadas en dos auditor¨ªas. No me corresponde a m¨ª valorar las conclusiones de las mismas, ni la justificaci¨®n de las decisiones adoptadas. Como ciudadano y como cient¨ªfico, una vez le¨ªdos los correspondientes informes, puedo tener una opini¨®n al respecto, pero no creo que sea pertinente mencionarla aqu¨ª.
Lo que me ha motivado a escribir es que algunos de los referidos textos mezclan dicha informaci¨®n con falsas acusaciones e insidias referidas al Instituto de F¨ªsica Te¨®rica UAM-CSIC IFT y a su director, Carlos Mu?oz. Los textos mencionan ciertas irregularidades cometidas por el profesor Mu?oz en la gesti¨®n del IFT, que han motivado la petici¨®n de cese por parte del CSIC. Se insin¨²a un cierto trato de favor por parte de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, copart¨ªcipe de la titularidad del IFT, al negarse a firmar dicho cese. Algunas informaciones hablan de la existencia de un informe de auditor¨ªa que recoge las supuestas irregularidades. El problema es que ni el director ni el resto de los miembros del instituto han tenido acceso a tal informe, ni se les ha dado la posibilidad de explicar dichas irregularidades. La situaci¨®n de indefensi¨®n se agrava por el hecho de que dichos documentos parecen haber sido filtrados a la prensa antes de llegar a los supuestos implicados.
Est¨¢ claro que alguien ha pecado de una absoluta falta de responsabilidad, bien en la filtraci¨®n del documento o en la publicaci¨®n de una noticia sin el soporte documental que garantice su veracidad. En el primer supuesto, la gravedad del hecho impone que se investigue qui¨¦n y c¨®mo se ha realizado la filtraci¨®n y se depuren las correspondientes responsabilidades. De la propia noticia se desprende que tal auditor¨ªa, caso de existir, habr¨ªa sido realizada exclusivamente por el CSIC. Mas grave a¨²n, pues, es que se filtrase una petici¨®n de cese antes de que ambas partes implicadas hubieran tomado la decisi¨®n. Esto constituir¨ªa un acto de deslealtad institucional sin precedentes y de grav¨ªsimas consecuencias para el normal funcionamiento de la investigaci¨®n en Espa?a.
No hay que? caer en la trampa de quien pretenda eludir responsabilidades individuales extendi¨¦ndolas a colectivos
Resulta inaudito tener que defender una gesti¨®n sin m¨¢s informaci¨®n que unos art¨ªculos period¨ªsticos, pero si los problemas son los que esos medios han destapado, puedo afirmar con convicci¨®n que la existencia de graves irregularidades carece de fundamento. Una informaci¨®n insiste en honorarios a un asesor cient¨ªfico ¡°sin que figure contrato alguno¡±. De hecho, la vinculaci¨®n contractual del investigador, que no asesor, al Instituto se gest¨® mucho antes de que el profesor Mu?oz fuera director. Los t¨¦rminos y condiciones del contrato se discutieron con el entonces presidente del CSIC, Rafael Rodrigo, previa consulta a su asesor¨ªa jur¨ªdica. El investigador es el profesor ?lvaro de R¨²jula, probablemente el m¨¢s conocido y reputado cient¨ªfico espa?ol del ¨¢rea de F¨ªsica de Part¨ªculas. El profesor de R¨²jula, formado en la Universidad Complutense de Madrid, ha desarrollado toda su carrera cient¨ªfica en el extranjero. Ha trabajado en las Universidades de Harvard, Boston y en el CERN, donde ha sido el primer espa?ol de plantilla y director de la divisi¨®n de F¨ªsica Te¨®rica durante varios a?os. Es adem¨¢s un excelente comunicador y divulgador de la Ciencia. El fichaje a tiempo parcial del profesor de R¨²jula, realizado de forma transparente y en comunicaci¨®n con las autoridades del CSIC, dista mucho de ser una irregularidad; por el contrario, es un dato del que cualquier instituci¨®n se sentir¨ªa orgullosa. ?Qu¨¦ entidad tienen entonces las irregularidades con las que se pretende justificar la destituci¨®n del profesor Mu?oz?
En todo caso, cabe preguntarse qu¨¦ base hay para vincular en un mismo art¨ªculo la destituci¨®n del director del ICMAT con las irregularidades del IFT. Obviamente, si se tiene toda la informaci¨®n, y proporcionarla es una obligaci¨®n para los periodistas, todo queda m¨¢s claro. El IFT y el ICMAT comparten un edificio y algunos de los servicios generales, uno de los cuales es la gerencia. Todo ello se enmarca dentro de una estructura llamada Centro de F¨ªsica Te¨®rica y Matem¨¢ticas y la direcci¨®n del mismo rota entre los directores de ambos Institutos. El profesor Mu?oz ocupaba el turno de director del centro cuando la gerente del mismo se?al¨®, a mediados de 2014, la existencia de irregularidades en la gesti¨®n del ICMAT. Desconozco los detalles del proceso, pero no puedo por menos que pensar que el profesor Mu?oz cumpli¨® con su deber cuando transmiti¨® dicha informaci¨®n, en primer lugar al CSIC y finalmente a la comisi¨®n rectora integrada por las cuatro instituciones copart¨ªcipes del centro. Tampoco deja de sorprenderme que durante el proceso posterior, que ha conducido a la destituci¨®n del director del ICMAT, el CSIC ces¨® a la gerente que hab¨ªa denunciado irregularidades y la sancion¨®.
Dicho lo anterior, queda deshacer la interpretaci¨®n que alg¨²n periodista puso en boca de Manuel de Le¨®n. Decir que la actuaci¨®n del director del IFT estuvo motivada por la envidia es una soberana tonter¨ªa. El IFT es un centro de investigaci¨®n que tambi¨¦n dispone del marchamo de excelencia Severo Ochoa. La financiaci¨®n cient¨ªfica de ambos institutos es seguramente muy similar. Tambi¨¦n carece de sentido atribuir envidia al profesor Mu?oz, un cient¨ªfico de primera l¨ªnea, investigador principal de un proyecto Consolider del Gobierno espa?ol que integra a la pr¨¢ctica totalidad de los centros e investigadores espa?oles que trabajan en el ¨¢rea de la materia oscura. El que quiera puede documentarse y mirar los indicadores de calidad relativos a su persona o al propio instituto. Adem¨¢s, creo no equivocarme si extiendo al resto de mis compa?eros de ambos institutos mi sensaci¨®n de que compartir espacios es un motivo de orgullo. Por nuestros pasillos comunes circulan con mucha frecuencia investigadores l¨ªderes tanto en F¨ªsica Te¨®rica como en Matem¨¢ticas, algunos de ellos con medallas Fields o premios Nobel de F¨ªsica.
No debemos, pues, caer en la trampa de quien pretenda eludir las responsabilidades individuales extendi¨¦ndolas a un conflicto entre colectivos. Es un camino excesivamente f¨¢cil y frecuente como para que el lector inteligente caiga en ¨¦l.
Antonio Gonz¨¢lez-Arroyo es catedr¨¢tico de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, y miembro y exdirector del Instituto de F¨ªsica Te¨®rica (IFT).
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