El chikungunya duele en Nicaragua

Nicaragua acumula cerca de 5.000 casos positivos de contagios con el virus de Chikungunya desde que la dolencia fue detectada en Centroam¨¦rica en junio del a?o pasado. Un virus desconocido en esta parte del mundo pero descubierto por primera vez en Tanzania hace m¨¢s de 60 a?os en donde es end¨¦mico. Su nombre proviene de la lengua makonde y significa ¡°doblarse por el dolor¡±? u ¡° hombre doblado¡± en alusi¨®n al aspecto encorvado de los pacientes por los dolores articulares.

La sala de espera en el centro de salud de Palacag¨¹ina esta congestionada. Una enfermera, ante mi curiosidad, me explica que es lo normal durante el comienzo de la ¨¦poca de lluvias. "Aunque desde hace un a?o ha habido una crecida notable de enfermos por los virus¡±, comenta. Llama la atenci¨®n una serie de camas con mosquitera que han colocado en un lateral del centro. ¡°Es para el paciente que nos llega con estado febril. Hasta que no le hagamos un an¨¢lisis de sangre no aseguramos si es dengue o chikungunya, los s¨ªntomas son similares los primeros d¨ªas¡±, asegura. En mi caso, lo tiene muy claro. Un incipiente cuadro reum¨¢tico, dolores articulares y musculares, fatiga y algo de fiebre: chikungunya. Solo recomienda paracetamol, mucho agua y m¨¢s descanso. Y sobre todo, prevenir nuevas picaduras para no infectar a otras personas con el uso de mosquitera y buenos repelentes.

Este virus causa fiebre alta, dolor de cabeza, en las articulaciones y muscular. Tras unos tres o siete d¨ªas de incubaci¨®n despu¨¦s de ser picado por un mosquito infectado comienzan los primeros s¨ªntomas. Aunque la mayor¨ªa de los pacientes tienden a sentirse mejor en los siguientes d¨ªas o semanas, algunas personas pueden desarrollar dolores cr¨®nicos. Normalmente, las molestias en las articulaciones desaparecen transcurridos entre ocho y diez d¨ªas; aunque puede durar meses e incluso a?os para algunos pacientes. Las complicaciones son m¨¢s frecuentes en ni?os menores de un a?o y en mayores de 65, o con enfermedades cr¨®nicas como diabetes o hipertensi¨®n. Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, la enfermedad rara vez puede causar la muerte, aunque en Colombia el n¨²mero de fallecidos ya asciende a 30.

El segundo y tercer d¨ªa, los s¨ªntomas se agudizan. La fiebre aparece m¨¢s intensa y la incapacidad para valerte por ti mismo se hace patente. La p¨¦rdida de fuerza en las manos te inutiliza hasta para poder abrir una botella de agua. Levantarse de la cama para ir al ba?o es todo un reto. Es molesto hasta intentar respirar hondo, las contracturas te lo impiden.

En la prensa nacional, hace semanas que no se trata informativamente esta propagaci¨®n, aunque s¨ª de las labores de prevenci¨®n que se realizan. Solo se comenta el estado del virus en los pa¨ªses vecinos como Honduras, donde la situaci¨®n es bastante m¨¢s compleja.

Los pa¨ªses centroamericanos llevan un a?o intentando frenar el avance de la enfermedad, calificada como v¨ªrica nueva en la zona y dif¨ªcil de detectar por tener s¨ªntomas parecidos al dengue. Aunque poco o nada han podido hacer para evitar su expansi¨®n. As¨ª, en M¨¦xico, este ¨²ltimo semestre se han incrementado los contagios cerca de un 18%. En Honduras, M¨¦dicos Sin Fronteras ha dado la voz de alarma y acaban de inaugurar una sala especial, en el Hospital Escuela Universitario de Tegucigalpa, para la atenci¨®n de menores con dengue y chikungunya ante la gran cantidad de pacientes infectados que llegan a diario y que han colapsado las urgencias del principal centro asistencial del pa¨ªs, con una atenci¨®n media de unas 400 personas al mes solo de este molesto virus.

En mi caso, estaba claro. Un incipiente cuadro reum¨¢tico, dolores articulares y musculares, fatiga y algo de fiebre: chikungunya

A pesar que en Nicaragua los casos de chikungunya se han incrementado hasta un 300% durante el ¨²ltimo trimestre, informan las autoridades del Ministerio de Salud (Minsa), es uno de los pa¨ªses de Centroam¨¦rica que reporta menos casos. Seg¨²n la representante de la OMS en Nicaragua, Socorro Gross, el Minsa mantiene una fuerte ofensiva contra el mosquito transmisor con "un modelo de atenci¨®n con una base comunitaria". "La poblaci¨®n se une a instituciones de gobierno e involucra a las alcald¨ªas, instituciones y especialmente a la comunidad¡±, afirma.

Una fuente de el peri¨®dico nacional La Prensa asegura que ¡°se est¨¢n haciendo muy pocas pruebas" porque "no se quiere elevar las estad¨ªsticas¡±. Por su parte, el m¨¦dico Armando Herrera, miembro de la Comisi¨®n de Salud de la Asamblea Nacional, considera que en los ¨²ltimos seis meses los pacientes con fiebre est¨¢n siendo escondidos por las autoridades sanitarias que adem¨¢s estar¨ªan maquillando las cifras, principalmente en el departamento de Madriz, donde se ubica Palacag¨¹ina. ¡°Los casos febriles los est¨¢n tratando con acetaminof¨¦n y no los est¨¢n reportando. El problema es que nosotros tenemos el borde fronterizo con Honduras y la zona sur que limita con Nicaragua est¨¢ llena de chikungunya¡±, subraya Herrera. Adem¨¢s , se?ala que el Ministerio de Salud no detalla cu¨¢ntos casos de la enfermedad hay en el norte del pa¨ªs.

A los cinco d¨ªas, los s¨ªntomas se han ido desvaneciendo a excepci¨®n del dolor articular que persiste en manos y rodillas. Contin¨²an llegando varios casos diarios. En las camas con mosquitera hay varios ni?os de corta edad y alg¨²n anciano. Son los pacientes que pueden llegar a tener complicaciones. Estar¨¢n all¨ª unas horas hasta que se confirme que el virus est¨¢ controlado y no afecta a cualquiera de sus otras dolencias o enfermedades.

El Plan de Exterminio contra el Chikungunya promovido por el gobierno incluye una serie de estrategias de prevenci¨®n y lucha contra el mosquito Aedes Aegypti, transmisor del virus, con el objetivo de erradicar el dengue y la fiebre chikungunya de los hogares nicarag¨¹enses. Se da el caso de que es el mismo tipo de mosquito el que propaga las dos enfermedades, aunque es muy extra?o que infecte de ambas.

El doctor Beltr¨¢n El¨ªas Zeled¨®n, director del centro de salud de Palacag¨¹ina, apunta: ¡°es un programa preventivo basado en la movilizaci¨®n del personal t¨¦cnico a las comunidades para el control de patios y zonas verdes privadas, aplicaci¨®n de larvicida, insecticida y en la difusi¨®n de material informativo as¨ª como charlas y seguimientos¡±.

Para los pobladores de las zonas m¨¢s afectadas, las jornadas de higiene y limpieza que cada uno haga en su casa son de vital importancia en la lucha contra la epidemia, pues se reduce en gran medida la posibilidad de que haya criaderos de mosquitos. Pero se necesita un esfuerzo mayor para disminuir el n¨²mero de dep¨®sitos de aguas naturales y artificiales, especialmente en la ¨¦poca de lluvia.

Hay familias que pasan las fiebres en casa sin acudir al m¨¦dico, lo que favorece la propagaci¨®n, pues no toman medidas para evitar la picadura de mosquito

¡°La gente a¨²n no est¨¢ debidamente sensibilizada, pasan las fiebres en familia sabiendo que lo ¨²nico que mitiga el dolor es el paracetamol y no visitan el centro de salud. Estimamos que en esta comunidad, de cada caso registrado hay 10 que no lo est¨¢n. Hay tambi¨¦n una grave falta de conciencia para eliminar los nidos en sus casas. Solo quieren que se les pase a fumigar. Pero la fumigaci¨®n solo aniquila al mosquito adulto, no sus larvas. Por ello hemos decidido realizar charlas diarias en nuestro centro de salud y visitar las comunidades de cada paciente infectado que llega a nosotros¡±,? asegura Beltr¨¢n.

Es el octavo d¨ªa. Las lluvias de la ¨²ltima semana han provocado un aumento en los casos del virus que asiste el centro, a pesar de que se han doblado las fumigaciones y los controles preventivos desde una brigada conjunta de la alcald¨ªa de Palacag¨¹ina y el propio centro de salud.

Las dos jornadas anteriores fueron como un ojo de hurac¨¢n respecto a los s¨ªntomas. Aparece un fuerte sarpullido en la parte interior de los brazos y en la espalda, vuelve la fatiga y las palmas de las manos y las plantas de los pies se han inflamado con una excesiva sensibilidad. Cualquier roce genera herida. M¨¢s paracetamol, esta vez aderezado con antihistam¨ªnicos para aliviar los picores.

A mi lado, Mar¨ªa Luc¨ªa, una mujer reci¨¦n entrada en la treintena, protege en su regazo a su hijo de unos cinco a?os con evidentes s¨ªntomas febriles. Reconoce que toda la familia ha pasado las fiebres sin ayuda m¨¦dica. "Pero ahora estoy preocupada por mi peque?o. He le¨ªdo que en estas edades hay que estar m¨¢s alerta¡±, comenta mientras sostiene un ejemplar de La Prensa del d¨ªa 14 de julio donde aparece la noticia de la primera muerte del a?o por dengue en Nicaragua: una ni?a de 12 a?os. Esa enfermedad que, hasta el comienzo de la ¨¦poca de lluvias, iba en retroceso en parte por la fatal sequ¨ªa que azota al pa¨ªs.

La Organizaci¨®n Panamericana de Salud (OPS) ha vuelto a dar la voz de alarma hace un mes. Un nuevo virus ha sido detectado en Brasil y Chile y su propagaci¨®n se estima irremediable hasta Centroam¨¦rica: el zika. Enfermedad similar al chikungunya y al dengue, aunque menos dolorosa.

Las esperadas lluvias podr¨ªan traer consigo una espeluznante subida de infecciones que paralizar¨ªan todo un pa¨ªs.