Los grandes deltas del mundo sufrir¨¢n mayores inundaciones
Un nuevo mapa mundial dibuja la situaci¨®n actual y futura de las tierras bajas m¨¢s afectadas por los eventos clim¨¢ticos extremos y la subida del nivel del mar
Un nuevo mapa de riesgos de los grandes deltas del planeta dibuja la situaci¨®n actual y futura de las tierras bajas, es decir, las zonas o regiones con poco relieve que habitualmente se encuentran a menos de 150 metros de altitud. En el futuro, habr¨¢ mayor riesgo de inundaciones azuzadas por la alteraci¨®n del complejo sistema fluvial por parte de los humanos, eventos clim¨¢ticos extremos y el aumento del nivel del mar. Esta vez, seg¨²n este estudio, los pa¨ªses ricos no tendr¨¢n tan f¨¢cil escapar de las consecuencias del cambio clim¨¢tico con sus trucos de ingenier¨ªa.
A los humanos nos gusta vivir cerca del r¨ªo. M¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n mundial se asienta a lo largo de alguno de ellos. La concentraci¨®n es mayor en la desembocadura: unos 340 millones de personas viven en el delta de los mayores r¨ªos del mundo. Otros 140 millones se encuentran en un radio de 25 kil¨®metros. Las razones son evidentes, tradicionalmente han sido zonas ricas en pesca y muy f¨¦rtiles para la agricultura. Muchas civilizaciones, desde las mesopot¨¢micas hasta la romana, pasando por las asi¨¢ticas, han nacido donde mor¨ªa alg¨²n r¨ªo.
"Los deltas son sistemas complejos. Dependen del suministro regular de sedimentos para balancear el hundimiento natural de la tierra", explica el investigador de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, Zachary Tessler. Pero este proceso din¨¢mico lleva tiempo siendo alterado por los humanos. "Las actividades humanas afectan a la integridad de los deltas reduciendo el aporte de sedimentos en el r¨ªo desde la cabecera y tambi¨¦n c¨®mo se depositan en el delta", a?ade. Las presas r¨ªo arriba, los diques y canales alteran la circulaci¨®n del limo. "Adem¨¢s, la extracci¨®n de aguas subterr¨¢neas, petr¨®leo o gas bajo el delta tambi¨¦n pueden aumentar la ratio de hundimiento" concluye. ?Resultado? Un mayor riesgo de sufrir inundaciones ya sean marinas o fluviales.
Los deltas grandes r¨ªos de la India son los m¨¢s expuestos en la actualidad a las inundaciones
Tessler, junto a un grupo de colegas, ha elaborado el que podr¨ªa ser el primer mapa de riesgos de los 48 mayores deltas del mundo. Usando datos geof¨ªsicos de cada delta, su exposici¨®n a eventos clim¨¢ticos como maremotos o huracanes, el grado de desarrollo urbano, socioecon¨®mico y de infraestructuras de protecci¨®n de la zona y la cantidad de personas que viven en el delta, los investigadores han podido establecer un ¨ªndice de exposici¨®n al riesgo de los habitantes de los deltas.
Los 10 deltas m¨¢s expuestos, donde la cat¨¢strofe ser¨ªa mayor, son todos asi¨¢ticos o africanos. Entre los cinco primeros se encuentran los grandes r¨ªos que mueren en el golfo de Bengala, en la India y Banglad¨¦s, como el Krishna (el m¨¢s expuesto), el Ganges o el Brahmani. Para encontrar un delta expuesto en los pa¨ªses m¨¢s desarrollados hay que ir hasta el puesto 29, con el r¨ªo Po, en el norte de Italia. El Ebro aparece en un meritorio 39 lugar en este ¨ªndice que combina riesgos clim¨¢ticos, grado de desarrollo e impacto en la poblaci¨®n.
"El Ebro se beneficia de acabar en el Mediterr¨¢neo, teniendo por tanto una puntuaci¨®n relativamente baja en el ¨ªndice de eventos peligrosos. Aunque se enfrenta con tormentas relativamente importantes asociadas a crecidas del r¨ªo o grandes olas en la costa, no tiene que lidiar con ciclones tropicales o tormentas como las que suceden, por ejemplo en el delta del Misisipi.?Por otro lado, el Ebro se beneficia de tener un gobierno eficaz y un elevado PIB per c¨¢pita en comparaci¨®n con otros deltas. Dicho esto, r¨ªo arriba, la cuenca esta poblada de presas que reducen la llegada de sedimentos al delta", comenta Tessler.
En los ¨²ltimos lugares de la lista aparecen dos de los deltas m¨¢s conocidos del mundo desarrollado, el del Misisipi, en EE UU, y el del Rin, que, tras atravesar toda Alemania muere en la costa de los Pa¨ªses Bajos. Ambos son el ejemplo del triunfo del hombre sobre la naturaleza. Como ocurre con el Ebro, el grado de desarrollo de estos pa¨ªses ha hecho que toda la ingenier¨ªa existente se haya puesto al servicio de su estabilidad.
Los deltas del Rin, Misisipi y R¨®dano y los grandes r¨ªos chinos multiplicar¨¢n su ¨ªndice de riesgo en el futuro
Pero lo que muestra el estudio de Tessler y sus colegas, publicado en la revista Science, es que, en el futuro, ni los deltas de los pa¨ªses ricos estar¨¢n a salvo. Introduciendo en su mapa nuevos elementos, como la progresiva elevaci¨®n del nivel del mar y la proliferaci¨®n de eventos clim¨¢ticos extremos, ambos relacionados con el cambio clim¨¢tico, el mapa mundial de los deltas cambia de forma sustancial.
Los deltas de los r¨ªos del golfo de Bengala seguir¨¢n siendo los m¨¢s expuestos, pero los gigantes que mueren en el Mar de China, como el Yangts¨¦, y el Mekong, en el sudeste asi¨¢tico, entran entre los 10 m¨¢s expuestos. Lo m¨¢s llamativo, sin embargo, es que grandes deltas occidentales, como los del Rin, el Misisipi o el R¨®dano multiplicar¨¢n hasta por cinco veces su ¨ªndice de riesgo. Y es que, a pesar de su capacidad econ¨®mica, las inversiones para la protecci¨®n de estos estuarios crecer¨ªan de forma exponencial. Para Tessler, se hace necesario buscar sistemas sostenibles inspirados en la naturaleza si se quiere asegurar los deltas en el futuro.
El milagro holand¨¦s se agota
"Las sociedades humanas necesitan buscar t¨¦cnicas innovadoras para sostener los deltas. Una manera de hacerlo ser¨ªa con la ingenier¨ªa basada en la naturaleza", sostiene el profesor de la Universidad de Amberes, Stijn Temmerman. "No tenemos mucha experiencia con estos sistemas, pero se est¨¢ ejecutando algunos grandes proyectos en algunos deltas y a¨²n necesitamos m¨¢s investigaci¨®n sobre estos proyectos basados en la naturaleza", a?ade este investigador, ajeno al estudio de Tessler.
Temmerman conoce bien el caso del delta del Rin y, en general, el de los Pa¨ªses Bajos y su eterna pelea con el mar. Despu¨¦s de siglos de arrebatarle tierra al oc¨¦ano, unos nueve millones de personas viven all¨ª por debajo del nivel del mar. Sin embargo, la creciente necesidad de nuevas inversiones para ampliar la infraestructura de diques, muros y canales est¨¢ empezando a agrietarse.
"El modelo holand¨¦s, ganar tierra al mar levantando diques y presas, ha sido relativamente exitoso en los pasados siglos, cuando el cambio clim¨¢tico y la elevaci¨®n del nivel del mar eran m¨ªnimos, pero est¨¢ bajo una creciente presi¨®n debido a la aceleraci¨®n del ritmo de elevaci¨®n del mar por el cambio clim¨¢tico, la alteraci¨®n humana del proceso natural del delta y los crecientes costes para mantener las estructuras artificiales contra las inundaciones", explica Temmerman.
Para el investigador belga, como para Tessler, solo hay una alternativa y es volver a la naturaleza: "lo que significa conservar y restaurar los humedales todo lo que se pueda, ya que estos absorben las acometidas del agua, reduciendo el riesgo de inundaciones en las zonas pobladas del delta. Son adem¨¢s m¨¢s sostenibles, al acumular tierra con la elevaci¨®n del mar y m¨¢s eficientes desde el punto de vista de los costes".
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