Del cuadrado m¨¢gico al sudoku
Cuadrados m¨¢gicos, latinos, grecolatinos, sudokus¡ y un misterioso toque de poes¨ªa
Puesto que se puede formar un cuadrado m¨¢gico de orden n con los n2 primeros n¨²meros naturales, tambi¨¦n se podr¨¢ formar con cualesquiera n2 n¨²meros consecutivos, puesto que si le sumamos un mismo n¨²mero x a todos los de un cuadrado m¨¢gico, el cuadrado seguir¨¢ siendo m¨¢gico (con la constante aumentada en nx).
Con los nueve primeros n¨²meros impares se puede formar un cuadrado m¨¢gico de constante m¨¢gica 27: 15, 1, 11; 5, 9, 13; 7, 17, 3 (las comas separan los n¨²meros de una misma fila, y los puntos y coma separan una fila de otra).
Se pueden formar cuadrados m¨¢gicos con n¨²meros primos, aunque no es f¨¢cil hallarlos. Un ejemplo se puede ver en la imagen de la derecha:
En este caso, el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa ser¨ªa formar un cuadrado m¨¢gico con n¨²meros primos consecutivos; de momento, me limitar¨¦ a decir que es posible.
Los cuadrados m¨¢gicos est¨¢n estrechamente emparentados con los cuadrados latinos, en los que n n¨²meros (u otros signos) se repiten en una cuadr¨ªcula de nxn de forma que cada n¨²mero aparezca una y solo una vez en cada fila y cada columna. Se llaman cuadrados latinos porque Leonhard Euler los estudi¨® utilizando caracteres latinos en lugar de n¨²meros (aunque no fue ¨¦l quien los invent¨®: los primeros ejemplos conocidos se remontan a un manuscrito ¨¢rabe del siglo XIII).
Obs¨¦rvese que el popular sudoku (una vez resuelto correctamente) es un cuadrado latino de 9x9, con la condici¨®n adicional de que en cada subcuadr¨ªcula de 3x3 tambi¨¦n tienen que estar los d¨ªgitos del 1 al 9 una y solo una vez.
Una variante especialmente interesante, y con numerosas aplicaciones, es la de los cuadrados grecolatinos. Un cuadrado grecolatino de orden n es una cuadr¨ªcula de nxn en la cual hay en cada casilla un par ordenado de los n¨²meros 1, 2, 3¡ n (u otros signos), de forma que los dos cuadrados formados solo por los primeros t¨¦rminos de cada par y solo por los segundos sean cuadrados latinos, y cada una de las n2 posibles parejas de n¨²meros aparezcan una y solo una vez en la cuadr¨ªcula. Se llaman as¨ª porque Euler los estudi¨® utilizando, en vez de n¨²meros, caracteres latinos para los primeros t¨¦rminos y griegos para los segundos, como en el ejemplo de la izquierda.
Y ahora, aunque no parezca venir muy a cuento, un toque de poes¨ªa. La sextina es una curiosa composici¨®n po¨¦tica en la que se parte de una estrofa de seis versos endecas¨ªlabos que no riman entre s¨ª, y las seis palabras finales de los versos se repiten en otras cinco estrofas de seis versos, pero siempre ocupando lugares distintos: en la segunda estrofa, la terminaci¨®n del ¨²ltimo verso de la primera estrofa pasa al primer lugar, con lo que la primera terminaci¨®n se convierte en la segunda; la pen¨²ltima pasa al tercer lugar, con lo que la segunda se convierte en la cuarta; la antepen¨²ltima pasa al quinto lugar y la tercera se convierte en la sexta. Veamos, a modo de ejemplo, las dos primeras estrofas de Apolog¨ªa y petici¨®n, una famosa sextina de Jaime Gil de Biedma:
?Y qu¨¦ decir de nuestra madre Espa?a,
este pa¨ªs de todos los demonios
en donde el mal gobierno, la pobreza
no son, sin m¨¢s, pobreza y mal gobierno
sino un estado m¨ªstico del hombre,
la absoluci¨®n final de nuestra historia?
De todas las historias de la Historia
sin duda la m¨¢s triste es la de Espa?a,
porque termina mal. Como si el hombre,
harto ya de luchar con sus demonios,
decidiese encargarles el gobierno
y la administraci¨®n de su pobreza.
Para determinar el orden de las terminaciones en la tercera estrofa, hacemos con la segunda lo mismo que hemos hecho con la primera, y as¨ª sucesivamente¡
?Tiene alg¨²n sentido hablar de las sextinas en este contexto?
?Se pueden colocar los reyes, caballos, sotas y ases de una baraja formando un cuadrado de 4x4 tal que cada fila y cada columna contenga todas las figuras y todos los palos? Y si lo conseguimos, ?qu¨¦ habremos construido?
Adem¨¢s de constituir un llamativo dise?o para un edred¨®n, ?qu¨¦ representa la colorista ilustraci¨®n de portada?
Carlo Frabetti
Escritor y matem¨¢tico, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York, ha publicado m¨¢s de 50 obras de divulgaci¨®n cient¨ªfica para adultos, ni?os y j¨®venes, entre ellos ¡®Maldita f¨ªsica¡¯, ¡®Malditas matem¨¢ticas¡¯ o ¡®El gran juego¡¯. Fue guionista de ¡®La bola de cristal¡¯
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.