Merkel vota por Grecia

La victoria ayer en el Bundestag de la postura de la canciller alemana, Angela Merkel, para que el Parlamento alem¨¢n ratificara el tercer rescate financiero a Grecia es un hecho muy positivo que trasciende el mero tr¨¢mite legislativo. El resultado de la votaci¨®n pone en su justa perspectiva varios detalles importantes de la crisis vivida en la Uni¨®n Europea durante los ¨²ltimos meses, que han quedado ocultos por la avalancha de los acontecimientos.

En primer lugar, hay que resaltar que la canciller y su ministro de Econom¨ªa, Wolfgang Sch?uble, quienes durante las tensas negociaciones con Atenas fueron objeto no solo de duras cr¨ªticas pol¨ªticas, sino tambi¨¦n de descalificaciones personales por parte de miembros del Gobierno griego, han defendido con energ¨ªa ante sus propias filas el rescate de la econom¨ªa griega. Podr¨¢ argumentarse que lo hacen no por el inter¨¦s de Grecia sino por el de Alemania. Algo leg¨ªtimo y obvio. Pero no deja de ser verdad que gracias a la actitud de ambos ¡ªen un en¨¦rgico discurso Sch?uble advirti¨® a los parlamentarios que ser¨ªa ¡°irresponsable¡± no aprovechar esta oportunidad ¡°para un nuevo comienzo en Grecia¡±¡ª el Gobierno de Alexis Tsipras recibir¨¢ mucho m¨¢s que un bal¨®n de ox¨ªgeno econ¨®mico: Atenas podr¨¢ encarar su futuro pr¨®ximo dentro del euro y con las l¨ªneas econ¨®micas de la UE abiertas, algo en duda hasta hace pocas semanas.

La segunda caracter¨ªstica es que la postura de Alemania est¨¢ muy lejos de ser monol¨ªtica. La votaci¨®n no ha sido un paseo militar para la canciller. Merkel ha tenido que hacer frente a una rebeli¨®n en sus propias filas no ya en la sesi¨®n de ayer ¡ªdonde cosech¨® m¨¢s de 60 votos en contra entre los suyos¡ª, sino desde el mismo anuncio del acuerdo con el Gobierno de Tsipras. Merkel ha sacrificado la unidad entre sus correligionarios para votar por Grecia.