El honor de los fil¨®sofos
M¨¢s que indicarnos d¨®nde reside el bien, los pensadores ayudan a la liberaci¨®n
En agosto de 1943, el fil¨®sofo franc¨¦s Jean Cavaill¨¨s es arrestado por la Gestapo y finalmente fusilado el 17 de enero de 1944 en la ciudad de Arras. Durante el juicio, cuando un miembro del tribunal le pregunta por los motivos subjetivos que le hab¨ªan movido a la resistencia, responde que ¡°hab¨ªa sabido encontrar en la continuidad de la lucha un ant¨ªdoto para la humillaci¨®n de la derrota¡±, precisando de pasada que, dado su amor a la Alemania de Kant y de Beethoven, con su postura militante ¡°demostraba que realizaba en su vida el pensamiento de sus maestros alemanes¡±. Todo fil¨®sofo es movido por la convicci¨®n de que las interrogaciones filos¨®ficas no son algo contingente, sino que anidan en todos los seres de raz¨®n, como problemas invariantes de la existencia. Pero ante un orden social sustentado en el repudio de la verdad, para Cavaill¨¨s el debate conceptual pasaba necesariamente por el combate militante.
Otros art¨ªculos del autor
En esa misma Europa de la guerra, en el Oflag II B ¡ªun cuartel-prisi¨®n para oficiales en Pomerania¡ª un grupo de reclusos intenta que aquella atm¨®sfera opresiva no sea ¨®bice para el ejercicio de la filosof¨ªa. En esos a?os la obra de Husserl est¨¢ proscrita en Alemania por su condici¨®n de jud¨ªo. Sin embargo, en el Oflag II B, el interno Paul Ricoeur se hace con un ejemplar de Ideas del pensador, que lee y comenta a escondidas de sus guardianes, realizando en los m¨¢rgenes una traducci¨®n que en los a?os cincuenta se publicar¨ªa en Par¨ªs. Historia de anotaciones al margen que tiene un noble y tr¨¢gico precedente:
En 1553 el pensador aragon¨¦s Miguel Servet fue conducido a la hoguera. No se trataba solo de la circulaci¨®n pulmonar de la sangre, expuesta en el libro V de su Restituci¨®n del cristianismo; es tambi¨¦n asunto de honor intelectual frente a la palabra autoritaria y la correlativa venganza del poderoso, pues conminado por el reformador Calvino a leer su Instituci¨®n de la religi¨®n cristiana, Servet le hab¨ªa devuelto el ejemplar plagado de notas cr¨ªticas. En el juicio el pensador nunca se dobleg¨®, acusando al propio Calvino y pidiendo que este fuera sometido a id¨¦ntico interrogatorio que ¨¦l mismo. Hay precedentes de esta actitud: ¡°A rega?adientes acepto tu muerte, como a rega?adientes hubieras aceptado que te concediera la vida¡±, habr¨ªa dicho C¨¦sar al enterarse del final tr¨¢gico del fil¨®sofo estoico Cat¨®n el Joven, vencido por haber tomado el partido de Pompeyo, pero jam¨¢s genuflexo ante aquel a quien hab¨ªa acusado de perjuro e ilegalidad.
A la vez que denuncia el feroz tratamiento de la crisis griega por los poderes mundiales, Noam Chomsky hace hoy d¨ªa honor a una indomable tradici¨®n
Recordando que las doctrinas religiosas imperantes daban apoyo a las arraigadas convicciones sobre la centralidad de la Tierra, el Nobel de F¨ªsica Max Born se pregunta: ?qu¨¦ hizo que las nuevas hip¨®tesis astron¨®micas fueran abri¨¦ndose camino? Pues simplemente, responde, que lograr explicar el entorno terrestre o celeste constituye ¡°el ardiente deseo de toda mente pensante¡±, deseo que no se aminora en absoluto por el hecho de que aquello que se trata de aclarar ¡°sea eventualmente de total irrelevancia para nuestra existencia¡±. Total irrelevancia para la existencia emp¨ªrica, pero fundamental para la dignidad del esp¨ªritu humano, por la cual, sin necesidad de remontarse a S¨®crates, tantos pensadores se han jugado el esp¨ªritu y la vida. Aun sin llegar a ser objeto de condena y prisi¨®n, decenas son los fil¨®sofos que han respondido con entereza en circunstancias que hac¨ªan dif¨ªcil mantenerse fieles a la exigencia de verdad: ¡°Hay que irse¡±, es la sobria despedida de Ren¨¦ Descartes a su muerte en Estocolmo en 1650. Doce a?os m¨¢s tarde, la Iglesia pone la obra completa en el ?ndice y cuando en 1667 sus restos retornan a Francia el monarca Luis XIV proh¨ªbe todo elogio p¨²blico.
El fil¨®sofo, m¨¢s que indicarnos d¨®nde reside el bien, ha de dar pruebas de entereza, lo cual exige seguir respondiendo a las exigencias del pensar en los momentos mismos en los que el combate contra los enemigos del pensamiento constituye el primer imperativo, pues la filosof¨ªa puede ayudar a la liberaci¨®n siendo efectivamente filosof¨ªa. De ah¨ª los arrestos de Cavaill¨¨s para escribir en la c¨¢rcel un abstracto tratado sobre l¨®gica y teor¨ªa de ciencia. Al proseguir con el rigor que se conoce su admirable trabajo al servicio de la causa del lenguaje, a la vez que denuncia el feroz tratamiento de la crisis griega por los poderes mundiales, Noam Chomsky hace hoy d¨ªa honor a esa indomable tradici¨®n.
V¨ªctor G¨®mez Pin es catedr¨¢tico de Filosof¨ªa de la UAB.
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