Las j¨®venes celebridades le dan lecciones de activismo a Beyonc¨¦
La nueva hornada de actores y m¨²sicos afroamericanos (muchos de ellos, menores de edad) se agrupan para denunciar la discriminaci¨®n en la industria del entretenimiento
La reacci¨®n de la comunidad negra al reciente lavado de cara de la nueva versi¨®n cinematogr¨¢fica de Stonewall no es un hecho aislado. No solo se critica que una historia basada en hechos reales haya prescindido de los verdaderos protagonistas -mujeres transexuales y drag queens negros incluidos-; tambi¨¦n, que el centro de atenci¨®n, como abanderado del movimiento LGTB (Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales), sea un hombre gay blanco.
¡±Si mi personaje no es educado, lo que tienes que decirme es el porqu¨¦. No puede serlo solo porque soy negra", Zoe Kravitz
Distintas iniciativas evidencian hace tiempo la poca presencia de personas ¡°no blancas¡± en el cine hollywoodiense. Una de las m¨¢s sonadas es Every Single Word. Su m¨¦todo es sencillo y perspicaz: hacer el recuento de las palabras que dicen los personajes POC (Persons Of Color), asumiendo que los personajes con pocas frases son de menor relevancia. El resultado es contundente. Un reciente informe sobrel as desigualdades de g¨¦nero, sexo y etnia las estudia en 700 pel¨ªculas producidas entre 2007 y 2014 y las cifras hablan por s¨ª mismas: el 73% de los personajes son blancos.
Este debate coincide con las desafortunadas declaraciones racistas y sexistas del candidato republicano a la presidencia de los EE.UU, Donald Trump, con varias muertes de negros por polic¨ªas y con la masacre de Charleston; sucesos que han reavivado el movimiento #BlackLivesMatter (nacido en 2012 tras la muerte de Trayvon Martin) y #sayhername. La cantante Janelle Monae, junto a otros artistas, ha compuesto un himno-protesta con motivo de estos disturbios raciales en el que nombra de forma espec¨ªfica a los afroamericanos muertos a manos de las fuerzas del orden. La canci¨®n, Hell You Talmbout, seg¨²n cuenta en su instagram, ¡°es un recipiente que contiene la angustia insoportable de millones de personas. La grabamos para canalizar el dolor, el miedo y el trauma causados por las matanzas continuas de nuestros hermanos y hermanas. La grabamos para desafiar a la indiferencia, el desprecio y la negligencia de todos los que permanecen en silencio sobre este tema. El silencio es nuestro enemigo. El sonido es nuestra arma.¡±
La arena 2.0 se ha prendido y una de las voces m¨¢s incendiarias es la de Amandla Stenberg (actriz de Los juegos del hambre). Con solo 16 a?os lidera esta nueva ola de j¨®venes (junto con Zoe Kravitz o Willow y Jaden Smith) hiperinformados y contundentes. Es la voz cantante de #CulturalMisappropiation, campa?a que acusa a mujeres blancas de apoderarse de la est¨¦tica afro intentando emular su pelo pero sin hacer referencia a la historia u origen del peinado. Afirman que dicha conducta permite a quienes la practican amar una cultura al mismo tiempo que mantienen prejuicios contra sus gentes. La propia Amandla manifiesta en sus redes que estas acciones demuestran que ¡°los rasgos negros son bonitos, pero la mujeres negras no tanto¡±. Para ellos, sus peinados tradicionales funcionan como se?ales identitarias y muchas veces se usan por parte de la comunidad negra como forma de resistencia a los est¨¢ndares de belleza normativos. Cuando los blancos se apropian de estos s¨ªmbolos, los vac¨ªan de contenido.
Y cuando protestan, se les dice que est¨¢n enfadados
Sobre todo a ellas, creando una imagen superficial de ¡°Angry Black Girl¡± (chica negra enfadada). Como si ese fuese su estado natural y estar enfadada, un sin¨®nimo de ser una chica negra. Sin embargo, aunque tienen motivos para estar indignados, se defienden alegando que su dureza se debe a la fuerza de sus opiniones y a su negativa a seguir callados. Piden un poco de solidaridad al ¡°Feminismo blanco¡±. Le reprochan que, a pesar de problemas comunes como la violencia sexual, el aborto, la brecha salarial, etc., las feministas blancas no empatizan con los problemas espec¨ªficos de otros feminismos que ponen en evidencia los diferentes grados de intensidad que ejercen la desigualdad y la opresi¨®n, como sucede con los de raza o g¨¦nero.
Este mensaje est¨¢ encontrando interlocutores. La primera ha sido Rowan Blanchard. La actriz de 13 a?os (protagonista de la serie de Disney Channel Riley y el mundo) comparece tras esta llamada con un texto publicado en su cuenta de tumblr, en el cual aclara que su activismo como feminista incluye a todo el mundo. Manifiesta que ¡°reconocer el feminismo desde un punto de vista unilateral, cuando su definici¨®n literal es la igualdad de los sexos, no es feminismo en absoluto¡± por lo que invita a mantener el debate abierto y a hablar cotidianamente de ello. Es m¨¢s, le echa un cable a Amandla Stenberg al confirmar que ¡°somos muy r¨¢pidos aplaudiendo a las mujeres blancas cuando hablan de cuestiones de raza, pero cuando una chica negra habla de ello se dice que exagera o est¨¢ enfadada"
Harta de tanto clich¨¦, la actriz Zoe Kravitz denuncia que la mayor¨ªa de los papeles escritos en Hollywood para los negros son planos y responden a estereotipos sin matices. As¨ª lo ha dicho hace poco al diario The Guardian: "las mujeres negras se ven abocadas muchas veces a representar a ¡°la mejor amiga de la chica blanca¡±. Ahora que en su nueva pel¨ªcula, Dope, Kravitz ha conseguido un papel con un marcado car¨¢cter, no piensa volver a rendirse ante esos directores que le piden "que hable como si no fuera una persona educada. ¡±A lo que responde que ¡°si mi personaje no es educado, lo que tienes que decirme es el porqu¨¦. No puede serlo solo porque soy negra".
Para contrarrestrar tanto acaparamiento por el 'Poder de la blancura' llega desde Senegal [re-]Mixing Hollywood, serie fotogr¨¢fica en la que sus autores, Omar Victor Diop y Antoine Temp¨¦, reimaginan cl¨¢sicos del cine como Matrix, American Beauty, Desayuno con diamantes o Blow up encarnados en actrices y actores negros. El proyecto surgi¨® como respuesta a una pregunta: ?qu¨¦ pasar¨ªa si reinterpret¨¢ramos cl¨¢sicos de Hollywood como si hubieran sido concebidos en ?frica? Quer¨ªan homenajear a los genios del cine plasmando escenas ic¨®nicas hollywoodienses desde una ¨®ptica africana. Y aunque no ten¨ªan intenci¨®n de que el proyecto cobrara ninguna dimensi¨®n racial, lo cierto es que en algunos sectores ha sido traducido como una venganza ¡®negra¡¯ hacia un Hollywood demasiado ¡®blanco¡¯.
En cualquier caso, aunque el poder de las redes es incontestable, la revoluci¨®n digital todav¨ªa no ha explotado. Ahora la pregunta que queda en el aire es la lanzada por la actriz transexual Laverne Cox (Orange Is The New Black): ¡°?C¨®mo ser¨ªa Am¨¦rica si am¨¢ramos a las personas negras tanto como a su cultura?¡±.
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