Gastrolandia, el reino de la buena mesa
El restaurante franc¨¦s Les Grands Buffets, en Narbonne, combina excelente cocina con el ¡®todo incluido¡¯
Si el ide¨®logo de Parque Jur¨¢sico en lugar de variaciones gen¨¦ticas de dinosaurios hubiera querido practicar con derivaciones culinarias, habr¨ªa creado Les Grands Buffets. En este restaurante, a las afueras de Narbonne, al sur de Francia, ¡°no hemos reparado en gastos¡±, dice monsieur Privat, fundador del local, parafraseando a uno de los personajes de la pel¨ªcula de Steven Spielberg.
Inaugurado en 1989 como un ¡°buffet et tradition ¨¤ volont¨¦¡± (buf¨¦ y tradici¨®n a voluntad), en este local especializado en ¡°las recetas cl¨¢sicas de la burgues¨ªa gala¡±, se puede comer todo lo que se quiera, sin l¨ªmite de cantidad. Pero los platos no est¨¢n hechos de cualquier manera. ¡°La idea era recuperar el concepto de un banquete aut¨¦ntico cuidando mucho la calidad de los productos y a un precio asequible¡±, explica Louis Privat, por cuyo establecimiento pasan 270.000 comensales al a?o. ?Bienvenidos a gastroland!
La uni¨®n de los conceptos buf¨¦ y delicatessen parece un ox¨ªmoron. La idea de all you can eat, una barra libre culinaria, no suele asociarse a la calidad de los productos sino m¨¢s bien a la glotoner¨ªa, al exceso, a la propuesta de un crucero barato por el Mediterr¨¢neo o al comedor de un hotel decadente de Benidorm. Pero Les Grands Buffet no es nada de eso.
Sin renegar de las esencias del ambig¨², Louis Privat se propuso aportar prestancia al concepto e inaugur¨® el primer establecimiento en Francia donde ponerse fino sin renunciar a comer de lujo. Fue hace m¨¢s de 25 a?os y su combinaci¨®n de gastronom¨ªa de calidad con precios populares (29,90 euros bebida no incluida; 14,90 euros para ni?os de seis a 10 a?os y gratis para menores de cinco) ha sido todo un ¨¦xito. Con capacidad para 500 personas, llena en todos sus servicios ¡ªse recomienda reservar con al menos una semana de antelaci¨®n¡ª y sienta en sus mesas a 270.000 personas al a?o; lo que implica, solo con la comida y grosso modo, m¨¢s de ocho millones de euros de facturaci¨®n.
A las afueras de la bella ciudad de Narbonne (a 100 kil¨®metros de la frontera con Espa?a y con tren directo desde Barcelona), Les Grands Buffets aparece incrustado en un centro comercial que recuerda ¡ªburdamente¡ª a la pir¨¢mide de cristal del Museo del Louvre. Su decoraci¨®n posee un estilo con innegables reminiscencias kitsch; mientras que la puesta en escena de platos y bandejas, cuidadosamente ordenadas, parece sacada del fest¨ªn que el lacayo franc¨¦s de la Bestia ofrece a la Bella en la pel¨ªcula de Disney.
Algunas de las principales atracciones de este local son los mariscos con las ostras de Gruissan a la cabeza; la langosta a la americana; los hermosos bogavantes; las variedades de foie; la rotiss¨¦rie, donde cocinan delante del cliente entrecots o magrets de pato; el buf¨¦ de quesos m¨¢s grande de Europa; o un surtido de m¨¢s de cien postres, muchos de ellos elaborados a diario en sus impactantes cocinas.
A los manjares comestibles se une una variada carta de vinos. Siguiendo su filosof¨ªa popular y asequible, todas las botellas se cobran a precio de distribuidor ¡ªfruto de las buenas relaciones de monsieur Privat con los vitivinicultores y de la fuerza de su marca. Adem¨¢s, las 70 variedades de la regi¨®n Languedoc-Roussillon ¡ªdonde se ubica el restaurante¡ª que ofrece se pueden pedir por copa, convirtiendo al restaurante en el que mayor oferta enol¨®gica a la copa otorga a sus clientes. Para que los brebajes no pierdan sus propiedades, se conservan con tecnolog¨ªa Enomatic, un dispensador de vino que utiliza gases inertes para preservarlo.
El nombre del local es un gui?o a la pel¨ªcula de 1973 Le grande bouffe, dirigida por Marco Ferreri y que cuenta la historia de cuatro amigos que organizan una escapada de fin de semana para comer hasta la muerte. Y en este restaurante, si se quieren degustar todos los platos, se puede necesitar toda una eternidad.
El jard¨ªn, anexo a los dos comedores principales y sendos peque?os salones privados, es quiz¨¢s la parte m¨¢s cuidada del restaurante. Proyectado por el paisajista Andr¨¦ Gayraud, autor de los jardines de celebrities como Catherine Deneuve o el expresidente franc¨¦s Giscard d¡¯Estaing, este patio abierto est¨¢ lleno de flores y esculturas, enfatizadas por juegos de luces de colores, y un par de fuentes que ponen banda sonora a la comida o la cena. Todo un espect¨¢culo digno de este particular parque de atracciones tem¨¢tico con la comida como protagonista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.