Mark Ruffalo, el actor de las mil caras
Pas¨® por 800 audiciones antes de lograr su primer papel. Hoy brilla tanto en la piel del incre¨ªble Hulk como en la de un donante de semen o un veterano campe¨®n de lucha libre Super¨® un tumor cerebral benigno que le tuvo ocho a?os apartado de la gran pantalla. A sus 47, asegura que su obsesi¨®n es convertirse en mejor padre
Mark Ruffalo tiene un superpoder. Es capaz de pasar inadvertido en medio de la vor¨¢gine de Hollywood, esa ciudad donde las estrellas se mueven con una comitiva que, en cuanto te descuidas, incluye guardaespaldas, relaciones p¨²blicas, m¨¢nager, estilista, peluquero y alg¨²n que otro ayudante distra¨ªdo. Ruffalo no es de esos. Es una superestrella, pero lo primero que se percibe en un cara a cara con el actor, que naci¨® en Wisconsin (Estados Unidos) hace 47 a?os, es que la habitaci¨®n est¨¢ vac¨ªa. No se queja, no necesita un s¨¦quito a su alrededor. Da igual que lleve toda la vida en la industria del cine, que cuente con dos nominaciones a los Oscar ¨Cpor Los chicos est¨¢n bien (2010) y por Foxcatcher (2014)¨C o que interpretara a Hulk en Los vengadores, pel¨ªcula que super¨® por primera vez en la historia de Hollywood la barrera de los 200 millones de d¨®lares (178,3 millones de euros) durante su estreno en 2012.
El actor est¨¢ solo en la esquina de una habitaci¨®n gigantesca sin que nadie le preste la menor atenci¨®n. No solo no le importa que no le hagan caso. Una sonrisa bonachona en su rostro mal afeitado y sus ojos de un azabache chispeante parecen decir que disfruta de cada minuto de anonimato. ¡°Puedo desaparecer de un modo que a muchos actores les es imposible. Montarme en el metro sin ser reconocido. Y eso es un lujo, mi mejor premio¡±, admite. Pero no solo desaparece en el d¨ªa a d¨ªa. Ruffalo, el actor de las mil caras, tambi¨¦n lo hace en la gran pantalla. Convierte todos sus personajes en alguien radicalmente diferente, distintos entre ellos y de s¨ª mismo. El incre¨ªble Hulk tiene tanto que ver con su alter ego, Bruce Banner, como con el bohemio donante de esperma de Los chicos est¨¢n bien. La transformaci¨®n es m¨¢s evidente a¨²n en Foxcatcher, donde el int¨¦rprete se esconde tras una tupida barba negra y una frente despejada para meterse en el papel del campe¨®n ol¨ªmpico Dave Schultz. Tampoco el agente del FBI de la saga Ahora me ves (2013) recuerda en nada al activista gay que Larry Kramer escribi¨® para The Normal Heart (2014), por citar algunos de sus trabajos m¨¢s recientes.
Todos ellos utilizan el cuerpo de Ruffalo como el mejor veh¨ªculo para ser quienes son, sin dejar en la pantalla ni una sombra del actor. Un int¨¦rprete adem¨¢s tan diverso que triunfa en los supertaquillazos de Hollywood sin vender con ello ni un gramo de su esp¨ªritu independiente. ¡°No he sacrificado nada. Solo he crecido¡±, argumenta. ¡°Es bueno saber que en 2017, o quiz¨¢ a finales de 2016, contar¨¦ con otra pel¨ªcula como Los vengadores. Te organiza la vida saber que me podr¨¦ tomar unas vacaciones con mi familia, que en lugar de estar a la que salta puedo hacer planes. No solo no hay nada malo en hacer proyectos como este, sino que hace m¨¢s f¨¢cil la producci¨®n de esas peque?as pel¨ªculas que tanto me gustan¡±. Se refiere a uno de sus ¨²ltimos estrenos, una peque?a gema titulada Infinitely Polar Bear (2014) sobre un padre maniaco-depresivo que trata de recuperar a su esposa y asumir el pleno cuidado de sus dos hijas. Una historia que, como afirma sin verg¨¹enza, no pudo hacer realidad durante a?os porque ¡°buscaban a un actor m¨¢s popular¡±. Se r¨ªe sin complejos antes de continuar. ¡°Porque hace cuatro a?os no disfrutaba de la situaci¨®n en la que me encuentro ahora¡±. Este a?o acaba de estrenar la secuela Los vengadores: La era de Ultr¨®n y est¨¢ preparando la segunda parte de Ahora me ves.
Puedo desaparecer de un modo que a muchos actores les es imposible. Ir en metro sin ser reconocido es mi mejor premio¡±
Tampoco se jacta de ello. Si alguien sabe lo dif¨ªcil que es el ascenso a la cumbre de Hollywood es este actor humilde, padrazo y activista. Siempre quiso ser lo que es, actor. Es de los que convierten hasta sus protagonistas en maravillosos secundarios, papeles con car¨¢cter en lugar de brillo. Desde que vio Un tranv¨ªa llamado deseo no imagin¨® otra cosa para su futuro que la interpretaci¨®n. Y, como Marlon Brando, sigui¨® las ense?anzas de la actriz Stella Adler. ¡°No se trata del m¨¦todo sino de la imaginaci¨®n. Todo lo que queremos expresar lo llevamos dentro y hay que buscarlo ah¨ª. Como Stella sol¨ªa decir, conocer¨¢s a un personaje no por lo que dice sino por lo que hace¡±. Sabe que durante a?os tanta t¨¦cnica no le sirvi¨® de nada. Estuvo nueve trabajando como camarero en Chateau Marmont, el exquisito hotel de Hollywood. Escuchar el primer s¨ª le cost¨® a este int¨¦rprete, descendiente de italianos, m¨¢s de 800 audiciones, cuenta.
Su nombre empez¨® a hacerse un hueco en Hollywood con Puedes contar conmigo (2000). Pero la euforia no le dur¨® demasiado. Al poco tiempo le descubrieron un tumor benigno en el cerebro que le dej¨® un a?o con el rostro parcialmente paralizado. Ocho a?os m¨¢s tarde pudo recuperar su carrera con algunas canas m¨¢s y una leve secuela f¨ªsica: un ojo algo m¨¢s ca¨ªdo. Pero la tragedia volvi¨® a llamar a su puerta. Su hermano Scott mor¨ªa por un disparo de bala en lo que pareci¨® un ajuste de cuentas, pero que podr¨ªa haber sido el desafortunado desenlace de una ruleta rusa. Abrumado, el actor hizo las maletas y lo dej¨® todo para reencontrarse con la naturaleza en las praderas neoyorquinas, a un par de horas al norte de la Gran Manzana. All¨ª se asent¨® en una antigua vaquer¨ªa con su esposa, Sunrise Coigney, y sus tres hijos, Odette, Bella y Keene, que tienen entre 8 y 14 a?os. Eligi¨® este sitio por ser ¡°un lugar m¨¢s verde, con m¨¢s agua, m¨¢s econ¨®mico, en el que gastar menos que en Los ?ngeles y poder pasar m¨¢s tiempo en familia¡±, recuerda.
Fue por entonces cuando su colega Robert Downey Jr., a quien conoci¨® en Zodiac (2007), le convenci¨® de que pod¨ªa ser parte de Los vengadores. ¡°Me sorprendi¨® que me lo pidiera¡±, comenta todav¨ªa asombrado. Aunque ha pasado el tiempo, sigue maravillado con el cambio. ¡°Los vengadores me ha abierto una puerta a todas esas otras pel¨ªculas que quer¨ªa hacer, pero para las que no consegu¨ªa financiaci¨®n o no me ve¨ªa haciendo¡±, repite haciendo una pausa para encontrar las palabras correctas. ¡°Hasta ahora siempre me hab¨ªa contenido un poco. Por miedo a ser juzgado, a no ser lo suficientemente bueno. Ahora dejo que mi coraz¨®n y mi alma me gu¨ªen y lo doy todo¡±, se confiesa.
Su risa es f¨¢cil, y su mirada, sincera y directa, siempre a los ojos, sin tapujos. El verde es su color m¨¢s conocido en la pantalla gracias a su trabajo como el incre¨ªble Hulk, pero para vestir prefiere el azul. Un hombre honesto que dedic¨® a su hermano su trabajo en Los chicos est¨¢n bien y a su primog¨¦nito los enfados de Hulk porque reconoci¨® en su chaval y en su personaje esa furia incontrolable de un adolescente. ¡°Yo de joven tambi¨¦n ten¨ªa la cuerda m¨¢s corta. Ahora me enfado pero no pierdo tanto los papeles¡±. Eso no quiere decir que no siga siendo un rebelde. Ruffalo lleva el inconformismo en la sangre. Y si Stella Adler le prepar¨® para ser actor, tambi¨¦n le ense?¨® a ser activista. Como dec¨ªa esta profesora de interpretaci¨®n, no puede existir un verdadero artista sin una aut¨¦ntica conciencia social. Y Ruffalo es un buen alumno. Estuvo presente cuando muchos como ¨¦l ocuparon Wall Street en protesta por los continuos desmanes econ¨®micos del pa¨ªs y ha criticado la p¨¦rdida de libertades civiles que vive Estados Unidos como consecuencia de los atentados del 11-S. Cuenta que el activismo le viene de ni?o, cuando sus paseos por el contaminado lago M¨ªchigan le llevaban a preguntarse si los peces ten¨ªan tumores.
Su anclaje m¨¢s que pol¨ªtico est¨¢ en pel¨ªculas como La ley del silencio, de su idolatrado Brando. O en Easy Rider. Es promotor del Proyecto Soluci¨®n, que apuesta por un pa¨ªs capaz de generar el 100% de su electricidad mediante energ¨ªas renovables para 2050 y que, junto con Yoko Ono y Alec Baldwin, entre otros, encabeza la asociaci¨®n Artistas contra el Fracking. Todo ello mientras disfruta del mejor momento de su carrera y de su vida. ¡°No puedo cansarme de escucharlo¡±, dice. ?Aspira a alcanzar los 50 millones de d¨®lares por pel¨ªcula que consigue en la actualidad su amigo y compa?ero Downey Jr.? ¡°A saber si es verdad porque yo ni puedo cre¨¦rmelo. ?Dios santo! ?Tanto dinero! Es un aliciente pensar que todos podemos cobrar eso¡±, se r¨ªe con ganas como si hubiera dicho un chiste. ¡°Ya sabes, la esperanza¡, pero me da que no dar¨¢ para todos. Y no estar¨ªa mal repartir un poco¡±. M¨¢s que dinero, tiene la vista puesta en un futuro en el que pueda echar amarras en el campo de la realizaci¨®n, donde ha aprendido de sus directores: Martin Scorsese, David Fincher, Joss Whedon, Bennett Miller y Lisa Cholodenko, entre otros. Pero m¨¢s que nada aspira ¡°a ser el mejor padre y el mejor ciudadano en un mundo mejor¡±.
elpaissemanal@elpais.es
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