La justificaci¨®n
Los independentistas no deben extra?arse de la falta de comprensi¨®n internacional que recaba su proyecto de secesi¨®n expr¨¦s
Leemos estos d¨ªas acerca del intento de justificar una independencia unilateral de Catalu?a sobre la base del concepto de ¡°secesi¨®n terap¨¦utica¡± (remedial secession en ingl¨¦s). Apunta al intento de construir un caso a favor de la independencia que no est¨¦ basado en la existencia de un derecho primigenio a la secesi¨®n sino en las condiciones bajo las cuales, en ausencia de ese derecho, la independencia estar¨ªa justificada como ¨²ltimo remedio. Esas condiciones incluir¨ªan una anexi¨®n previa e injustificada del territorio, violaciones sustantivas de los derechos de sus habitantes o la negaci¨®n o supresi¨®n de los derechos de autogobierno de ese colectivo.
El concepto es interesante tanto por lo que revela como por los caminos que abre. Primero, porque supone reconocer que, en contra de lo sustentado hasta ahora por muchos independentistas (v¨¦ase el manifiesto del llamado Colectivo Wilson), se aceptar¨ªa que Catalu?a no goza de un derecho inalienable a decidir sobre su independencia. Segundo, porque al reconocer dicha inexistencia traslada la carga de la prueba hacia los independentistas, pues no ser¨ªa el Estado espa?ol el que tendr¨ªa que justificar por qu¨¦ niega un derecho (inexistente) a la secesi¨®n sino que obligar¨ªa a ¨¦stos a justificar, con argumentos legales y de hecho validados por instancias internacionales, el que la secesi¨®n, aunque ilegal, fuera inevitable dadas las graves violaciones de sus derechos, individuales o colectivos, perpetradas por el Estado espa?ol.
La cuesti¨®n es que Espa?a es una democracia signataria no s¨®lo de todas las convenciones sobre derechos humanos internacionales sino que, adem¨¢s, pertenece a uno de los espacios de derecho m¨¢s densos del mundo: el europeo, que incluye innumerables acuerdos y convenios espec¨ªficamente dedicados a proteger el autogobierno de territorios, minor¨ªas, culturas, lenguas e identidades. Desde la Uni¨®n Europea hasta el Consejo de Europa pasando por la OSCE y la Carta europea de las lenguas minoritarias, son m¨²ltiples las instancias a las que podr¨ªan dirigirse. Sin embargo, los independentistas no se han molestado en denunciar al Estado espa?ol ante ninguna de esas instancias ni en solicitar su amparo. No deben pues extra?arse de la falta de comprensi¨®n internacional que recaba su proyecto de secesi¨®n expr¨¦s. @jitorreblanca
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