Comerciales

Es conocida la leyenda urbana de que Manuel Fraga muri¨® horas antes de convertirse en nacionalista, y ello no fue debido a un arraigo especialmente antiespa?ol de quien hizo campa?a con tirantes rojigualdas, sino por evoluci¨®n natural.

Fraga, como Pujol, fue un gran animal pol¨ªtico de su tiempo, pero no al uso metaf¨®rico: tanto uno como otro eran especies sin descendencia, por lo que ellos mismos atravesaban eras geol¨®gicas evolucionando sin parar seg¨²n las condiciones clim¨¢ticas. En los ¨²ltimos a?os de su vida Fraga afil¨® tanto el instinto que se puso a ser lo que los votantes iban a querer dentro de 20 a?os, un ejercicio que ya hab¨ªa hecho en los ochenta cuando no le votaron los que finalmente acabaron votando a Aznar. Enfrentado a Aguirre y al sector espa?olista del PP, Fraga, que ven¨ªa del franquismo, que hab¨ªa visto rayos C brillando en la plaza de Oriente y cosas que creemos perfectamente, prefer¨ªa la compa?¨ªa de Beiras que de cualquier pijo de G¨¦nova. Beiras, hist¨®rico l¨ªder nacionalista gallego, acab¨® reconociendo su val¨ªa tras su muerte: ¡°Era un facha con sentido de Estado¡±. De haber vivido un poco m¨¢s Fraga podr¨ªa haber aprendido de Pablo Iglesias y Artur Mas la escandalosa adaptaci¨®n al medio de las nuevas especies en un cl¨ªnic de tres a?os.

Aquellas pesadas digestiones ideol¨®gicas de don Manuel, necesarias para su supervivencia pero alambicadas para sus costumbres, son hoy comida de p¨¢jaro para pesos pluma. En 2012 reconoce Mas que crey¨® en la independencia porque vio fuerza suficiente para conseguirla: antes era una causa de perdedores, la misma en la que se cuecen las estrellas rojas de la vieja izquierda seg¨²n Podemos. Al contrario que las glorias de la Transici¨®n, que mal que bien iban por delante de sus votantes para asegurarse su apoyo cuando no se estrellaban directamente, las actuales prefieren ir unos pasitos por detr¨¢s: dejan que el votante se mueva antes, y s¨®lo entonces toman partido y se suman, a menudo con desagrado, a su causa.

Mas no es independentista ni lo ser¨¢ nunca, al contrario que Junqueras, y de hecho es el producto mejor acabado de la actual clase pol¨ªtica espa?ola: una mezcla explosiva de sentimiento y conveniencia que sigue la coreograf¨ªa sin importarle los principios y las consecuencias. El hombre primitivo ten¨ªa una vista maravillosa porque no hab¨ªa construcciones y pod¨ªa divisar un animal a kil¨®metros. En cuanto le llenaron el paisaje de est¨ªmulos, edificios y luces; en cuanto le pusieron todo lo que quer¨ªa cerca, empez¨® a necesitar gafas.