Tercera V¨ªa

Los comportamientos dialogantes y responsables son contrarios a la polarizaci¨®n escogida por los dirigentes independentistas, que colocan a la sociedad catalana ante sucesivos ¨®rdagos a los que el Partido Popular responde con otros tan contundentes como opuestos. Las urnas del 27-S est¨¢n a punto de dirimir un enfrentamiento entre dos estrategias de choque: una por la independencia, otra en contra de ella, una con la voluntad clara de perturbar la convivencia y el orden constitucional, otra fruto del oportunismo pol¨ªtico y el tacticismo; una claramente ilegal, otra toscamente amparada en la legalidad, pero ambas cerradas al entendimiento.

Esa din¨¢mica va en contra de las corrientes profundas que se han manifestado en las elecciones auton¨®micas y municipales. Ya no estamos en tiempos de defensa inquebrantable de proyectos pol¨ªticos, sino en un proceso de maduraci¨®n hacia gestiones m¨¢s pragm¨¢ticas y cercanas a los problemas de la gente. Los m¨¦todos que llevaron a la polarizaci¨®n y a la lucha de bloques cuentan con el rechazo de la mayor¨ªa de los espa?oles y ser¨ªa muy sorprendente que los tirones de los independentistas y de los partidarios del statu quo fueran lo ¨²nico que contara en estos momentos decisivos.

Por eso tienen inter¨¦s iniciativas como las promovidas desde la asociaci¨®n La Tercera V¨ªa, que no cejan en el empe?o de mantener despejado un espacio m¨¢s abierto de lo que defienden los partidarios de actitudes monol¨ªticas e irreversibles. En su presentaci¨®n de ayer en Madrid, la presencia del secretario general del PSOE, exdirigentes de este partido y conocidos expertos dan la medida de la potencia intelectual e influencia que cabe atribuir a quienes, no present¨¢ndose a estas elecciones, quieren impedir que se cierren las puertas a la conversaci¨®n.

Los independentistas cometen un abuso imperdonable cuando identifican a todo el pa¨ªs con la corriente m¨¢s est¨¢tica del Partido Popular o con el Gobierno de Mariano Rajoy, persistentes en la negativa a negociar reformas pol¨ªticas. Pero Espa?a es mucho m¨¢s plural. De ah¨ª que las ideas de los promotores de la tercera v¨ªa sean positivas para defender la necesidad de negociar y m¨¢s constructivas que la simple y brutal ¡°desconexi¨®n¡± de Espa?a ¡ªy por ende, de la Uni¨®n Europea¡ª con que los independentistas pretenden convencer a sus conciudadanos de que les esperan d¨ªas de vino y rosas si abrazan la causa de la candidatura Junts pel S¨ª.

Este peri¨®dico apoya cuantas iniciativas contribuyan al di¨¢logo, como la representada por la asociaci¨®n La Tercera V¨ªa, frente a la emocionalidad excitada por el secesionismo y por los partidarios de no tocar el statu quo. Apostar por el independentismo conduce a una situaci¨®n irreversible: si las cosas salen mal ¡ªy hay muchas posibilidades de que as¨ª sea¡ª, ya no hay vuelta atr¨¢s. Por eso hay que mantener espacios abiertos al di¨¢logo y al entendimiento. Dispararse desde las trincheras de la secesi¨®n y del continuismo, aunque lo primero sea una grave violaci¨®n de la legalidad y lo segundo un grave error pol¨ªtico, no aporta m¨¢s resultado a los catalanes y al resto de los espa?oles que la prolongaci¨®n de la crisis.