?A qui¨¦n le importa el Kala Azar?
Una de las enfermedadades tropicales que afecta a los m¨¢s pobres sigue siendo ignorada en cuanto a investigaci¨®n y desarrollo de nuevos tratamientos
Cuando Sonu naci¨® hace ya ocho a?os, su madre, como casi todas las madres indias, le coloc¨® un cord¨®n de color negro alrededor de la mu?eca; una especie de amuleto.
Adem¨¢s, le pint¨® un punto tambi¨¦n negro en la sien. Quer¨ªa protegerle del mal de ojo, de los malos esp¨ªritus. Lo que ella no sab¨ªa era que esos males viv¨ªan dentro de su propia casa, acechando entre las grietas de los ladrillos de adobe de sus paredes.
Es ah¨ª donde vive la mosca de arena, una min¨²scula criatura, m¨¢s peque?a incluso que un mosquito, que pica al atardecer y no hace ruido al volar. Es el vector de una enfermedad tropical conocida como Leishmaniasis visceral, que ataca al sistema inmunol¨®gico y que Sonu padeci¨® cuando s¨®lo ten¨ªa cinco a?os.
Sonu es un ni?o t¨ªmido, algo bajito y delgado para su edad. Cuando sonr¨ªe gui?a los ojos y me mira de reojo. Su madre me explica que hoy no ha ido al colegio porque el Gobierno de la India, tras el terremoto de Nepal del 25 de abril, decidi¨® suspender las clases durante dos d¨ªas en el estado de Bihar, la regi¨®n de la India m¨¢s afectada por la cat¨¢strofe y que hace frontera al norte con el pa¨ªs m¨¢s pobre de Asia.
Yo, que ya estaba aqu¨ª cuando ocurri¨®, puedo comprender perfectamente las razones por las que hayan tomado esa decisi¨®n, pues si bien el nivel de destrucci¨®n en toda esta zona no ha sido tan grande como el que sufri¨® Nepal, s¨ª que puedo decir que se ha dejado sentir enormemente.
Sonu vive con sus padres y sus seis hermanos en el pueblo de Mallickpur, aldea que pertenece al distrito de Vaishali, y hace tres a?os se puso muy enfermo. Adelgaz¨® mucho, perdi¨® el apetito y estuvo casi cuatro meses con fiebre hasta que sus padres reunieron las 20.000 rupias (m¨¢s de 250 euros) que les ped¨ªa un m¨¦dico privado por atender a su hijo, y que al final no supo decirles lo que ten¨ªa el ni?o.
Una familia como la de Sonu puede ganar unas 9.000 rupias al mes (125 euros). El padre trabaja como obrero y recibe por cada d¨ªa que trabaja entre 200 y 300 rupias. Si un d¨ªa no trabaja no cobra.
¡°Algunas personas del pueblo me dijeron que Sonu pod¨ªa tener Kala Azar, pero yo no sab¨ªa de qu¨¦ hablaban¡±, me explica su madre, Sakuntala Devi.
Por eso, precisamente para detectar casos que no han sido diagnosticados y para concienciar sobre esta enfermedad a la poblaci¨®n, un equipo de M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) se desplaz¨® a la aldea de Mallickpur, en Raghopur. Se dedican a informar, educar y comunicar de pueblo en pueblo sobre el Kala Azar y en cada lugar en el que desembarcan llevan a cabo sesiones de sensibilizaci¨®n para los m¨¢s peque?os y sus padres.
El Kala Azar es el nombre en hindi que se da a esta enfermedad, y quiere decir fiebre negra, , cuyos principales s¨ªntomas de este mal son una fiebre muy alta, p¨¦rdida de peso, inflaci¨®n del h¨ªgado y una grave anemia.
¡°Llev¨¦ a Sonu al puesto de salud p¨²blica m¨¢s cercano. Pensaba que ellos tampoco podr¨ªan ayudarme, pero all¨ª un equipo de MSF que estaba dando apoyo en el tratamiento del Kala Azar me refiri¨® al hospital de Sadar para que le realizaran el an¨¢lisis de sangre, que confirm¨® que el ni?o padec¨ªa la enfermedad¡±, me dice agradecida su madre.
Pero lo extra?o de su caso era que su bazo no se palpaba con facilidad. Y eso es raro. Cuando una persona tiene Kala Azar su bazo se inflama, lo que se conoce con el nombre de esplenomegalia. Se le realizaron m¨¢s pruebas en el instituto de investigaci¨®n RMRI (Rajendra Memorial Research Institute), donde los resultados volvieron a dar positivo, as¨ª que de all¨ª regresaron al hospital de Sadar, donde M¨¦dicos Sin Fronteras ha desarrollado un ¨¢rea espec¨ªfica para atender a pacientes con esta enfermedad, y donde Sonu recibi¨® tratamiento durante varios d¨ªas.
Pasada una semana, Sonu comenz¨® a sentirse mejor. ¡°Lo ve¨ªa en sus ojos. Volv¨ªan a brillar. S¨¦ que sin un diagn¨®stico y tratamiento adecuado es probable que mi hijo que no estuviera aqu¨ª. Tenerle aqu¨ª conmigo es mi mayor felicidad¡±, me dice su madre mientras le abraza.
M¨¦dicos Sin Fronteras trabaja desde 2007 en el estado de Bihar, en India, para conseguir la erradicaci¨®n de la dolencia
M¨¦dicos Sin Fronteras fue la organizaci¨®n que introdujo en el pa¨ªs, en 2007, la Anfotericina B (AmBisome en su nombre comercial) como tratamiento para el Kala Azar, porque es un medicamento muy seguro, con pocos efectos secundarios y que puede utilizarse en mujeres embarazadas. La dosis se ha ido regulando y adaptando a trav¨¦s de diversos estudios y pruebas hasta llegar al tratamiento actual que permite tratar a un paciente a trav¨¦s de una sola dosis de Anfotericina B Liposomal mediante infusi¨®n intravenosa durante un periodo de dos horas.
¡°Este tratamiento es gratuito y efectivo. Con s¨®lo una dosis, un gran n¨²mero de pacientes afectados por la enfermedad puede recibir el tratamiento completo, lo que supone un avance positivo hacia la eliminaci¨®n del Kala Azar en la regi¨®n", me dice Nines Lima, especialista en medicina tropical de M¨¦dicos Sin Fronteras, que estos d¨ªas est¨¢ de visita en el proyecto.
M¨¦dicos Sin Fronteras fue la organizaci¨®n que introdujo en el pa¨ªs Anfotericina B Liposomal como tratamiento para el Kala Azar, porque es un medicamento muy seguro, con pocos efectos secundarios y que puede utilizarse en mujeres embarazadas.La dosis se ha ido regulando y adaptando a trav¨¦s de diversos estudios y pruebas hasta llegar al tratamiento actual que permite tratar a un paciente a trav¨¦s de una sola dosis de mediante infusi¨®n intravenosa durante un periodo de dos horas.
La organizaci¨®n est¨¢ apoyando al gobierno indio en la implementaci¨®n de este nuevo protocolo de tratamiento en el marco de su Programa Nacional de Lucha contra las Enfermedades Vectoriales (NVBDCP, por sus siglas en ingl¨¦s) en el que existe una partida especial orientada a la eliminaci¨®n del Kala Azar, y desde septiembre de 2014, todos los estados afectados por esta enfermedad han ido adoptando este tratamiento en ¨²nica dosis.
¡°Este tratamiento es un ¨¦xito, una revoluci¨®n. Ahora la esperanza es real¡±, sostiene el Dr. Deepak Kumar, m¨¦dico que trabaja desde hace casi seis a?os en el hospital de Sadar.
Irene N¨²?ez Cid es colaboradora de M¨¦dicos Sin Fronteras que visit¨® varios proyectos de la ONG en India en mayo de 2015. Este es el primer relato de una serie de tres sobre la enfermedad Kala Azar y el trabajo para combatirla en aquel pa¨ªs.
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