Deslumbrado
La democracia y el derecho de los pueblos a decidir, impulsados no con violencia sino solo con la l¨®gica irrebatible, conducir¨¢n inevitablemente a la independencia
La poca capacidad de maniobra que se desprende de su cintura compacta te obliga a imaginar a Oriol Junqueras como una de esas m¨¢quinas industriales, una apisonadora o una excavadora, tal vez un tractor, cuyo mecanismo es tan rudimentario que, una vez arrancado, no hay forma de que se pare o se rompa. El motor de Junqueras solo tiene dos posiciones en la caja de cambios: punto muerto y avante, sin marcha atr¨¢s. Si uno deja de lado su apariencia f¨ªsica y analiza la mec¨¢nica de su pensamiento parece que el cerebro de Junqueras tambi¨¦n tiene solo dos teclas, off y on, al servicio de un sistema binario, cero y uno, si y no, menos y m¨¢s. Lo que Junqueras tiene de excavadora le sirve para escarbar en la historia de Catalu?a hasta las entra?as de Wifredo el Velloso, pero no m¨¢s abajo, en cuyo ¨²ltimo estrato hallar¨ªa al mono com¨²n parti¨¦ndose de risa; su apisonadora mental la usa para allanar cualquier obst¨¢culo que se interponga en el camino hacia un horizonte donde se balancea como una cuca?a el ideal de una patria independiente. Seg¨²n su discurso contundente, inflexible y obcecado, la soberan¨ªa de Catalu?a es una empresa bien sencilla que podr¨¢ alcanzarse solo a fuerza de silogismos. La democracia y el derecho de los pueblos a decidir, impulsados no con violencia sino solo con la l¨®gica irrebatible, conducir¨¢n inevitablemente a la independencia como el r¨ªo apacible que desemboca en el mar. Todo lo que la actitud pol¨ªtica de Artur Mas tiene de tragicomedia ratonera con puertas que se abren y se cierran entre el enredo y el esperpento al borde del abismo, en el cerebro de Junqueras la independencia de Catalu?a es un sue?o deslumbrado en el que ¨¦l se ve subido en el tractor de s¨ª mismo entrando libre y feliz en la tierra prometida. El motor de Oriol Junqueras es tan simple que incluso podr¨ªa funcionar bajo el agua.
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