El titular falso del v¨ªdeo 'viral'
Todo el mundo entiende lo que significan unas comillas y para lo que sirven. Reproducen frases textuales de una determinada persona. Cuando se utilizan en un titular es porque se considera que son lo suficientemente elocuentes como para encabezar toda una cr¨®nica. O un v¨ªdeo. Por eso no pueden usarse cuando lo que se reproduce no es literal, o es una frase ¡®reconstruida¡¯ por el redactor. Este concepto elemental del periodismo no fue respetado por EL PA?S en la titulaci¨®n de un v¨ªdeo que se difundi¨® en la edici¨®n digital del 4 de septiembre.
El titular era falso. No correspond¨ªa a ninguna frase textual pronunciada por Farache en la grabaci¨®n. As¨ª lo ha admitido el responsable de los contenidos digitales, que ha procedido a sustituirlo por otro meramente informativo: Una periodista venezolana, acusada de racismo por un v¨ªdeo que se hizo viral.
Confieso que no pinch¨¦ ese v¨ªdeo el fin de semana y que la primera noticia sobre el error del titular me la dio un colega, al que se sumaron despu¨¦s un par de lectores. En dos de los casos, los mensajes inclu¨ªan un enlace al blog de Farache donde esta periodista critica lo ocurrido con su v¨ªdeo en EL PA?S.
Guillermo Ferrer, uno de los lectores que me ha enviado el enlace al blog de la se?ora Farache, donde figura tambi¨¦n un acceso al v¨ªdeo original de seis minutos de duraci¨®n, se lamentaba, con raz¨®n, de que EL PA?S hubiera entrecomillado en un titular una frase que Yael Farache no pronuncia en ning¨²n momento. No menos estupor manifestaba otro lector, Phil van Herij, que me ha escrito desde East Sussex (Reino Unido) lo siguiente: No soy capaz de encontrar un motivo para publicar algo tergiversado contra una mujer, que usa un canal social para subir un video de forma privada, personal, no como parte del ejercicio de su profesi¨®n. Lo que s¨ª veo claramente es el da?o que para su futuro profesional pueda causarle.
Que EL PA?S se permita publicar un video que circula manipulado, incompleto, por las redes, requiere an¨¢lisis; que adem¨¢s sume sus propias apreciaciones desde la distorsi¨®n o descontextualizaci¨®n, es todo un lujo.
Entiendo que en esta lamentable historia hay que responder a dos preguntas esenciales: ?Por qu¨¦ se titul¨® con un entrecomillado falso el v¨ªdeo de Farache? Y en segundo lugar, ?Por qu¨¦ se edit¨® y se subi¨® a la web del diario un v¨ªdeo supuestamente privado que en mi opini¨®n carece de inter¨¦s period¨ªstico?
He formulado estas preguntas al editor de multimedia que ¡®pesc¨®¡¯ el v¨ªdeo en Internet. Esta es su respuesta:
La noticia de Yael Farache surge tras advertir el pasado 4 de septiembre a trav¨¦s de Facebook que uno de sus v¨ªdeos se hab¨ªa convertido en viral debido a las acusaciones de racismo que algunos usuarios de esa red vert¨ªan contra ella. Tras comprobar que el v¨ªdeo en cuesti¨®n hab¨ªa sido visto por unas 300.000 personas (cifra exponencialmente superior a cualquiera de sus v¨ªdeos anteriores) y repasar las cr¨ªticas que desembocaron en el cierre de su cuenta por racismo por parte de Facebook, nuestro titular recogi¨® la sorpresa de Farache por haber sido atendida en el probador de una tienda por un hombre negro. Aunque esa declaraci¨®n aparece en el arranque del v¨ªdeo (si bien las comillas no eran textuales, s¨ª recog¨ªan el esp¨ªritu de su declaraci¨®n) nuestro error, del que me hago plenamente responsable, consisti¨® en no valorar el contenido del resto de la grabaci¨®n en la que explica el enfado que le impuls¨® a grabar el v¨ªdeo: haber sido atendida por un hombre en el probador de mujeres. Su queja, en esencia, no es que le atendiera un negro, sino que le atendiera un hombre. A¨²n advirtiendo sus gestos de desagrado cuando describe al dependiente como negro, hablando con un estilo supergueto o de estatura intimidante, fue un fallo editorial por nuestra parte debido a una acumulaci¨®n de trabajo unida a una falta de suficiente reflexi¨®n.
Sobre el comentario del lector en relaci¨®n a la edici¨®n del v¨ªdeo, solo puedo se?alar que en la noticia se indica su duraci¨®n completa (seis minutos) y se incluye un enlace para verlo ¨ªntegro, al margen de una versi¨®n editada que creemos que refleja bien el esp¨ªritu de un v¨ªdeo que, por supuesto, no fue retocado.
He visionado las dos versiones y estoy de acuerdo en que no puede hablarse de manipulaci¨®n del v¨ªdeo por parte de EL PA?S, ya que la versi¨®n corta respeta totalmente el esp¨ªritu del original. Tampoco estoy segura de que la forma de mantener la privacidad de algo sea colocarlo en Facebook. Todos sabemos que no hay discreci¨®n posible en las redes sociales y creo que quienes las usan asiduamente son perfectamente conscientes de ello.
Dicho esto, considero un error grave que se titulara el v¨ªdeo con una frase entrecomillada que no se pronuncia en el mismo. Y por m¨¢s que Yael Farache hable en un tono discutible del aspecto, la indumentaria o la forma de expresarse del dependiente masculino que le atendi¨® en el citado comercio, al que se refiere alguna vez como un negro, no me parece aceptable la explicaci¨®n del editor, seg¨²n la cual, si bien las comillas no eran textuales, s¨ª recog¨ªan el esp¨ªritu de su declaraci¨®n. Lo ¡®super raro¡¯ a lo que se refiere la se?ora Farache en su v¨ªdeo no es en ning¨²n caso que la atendiera un negro en un comercio de ropa, sino que haya tiendas de ropa que consideren normal emplear hombres en los probadores de mujeres. Ligar las dos palabras en una frase es construir una falsedad negativa adem¨¢s para la autora de la grabaci¨®n.
Las comillas tienen que ser textuales y un redactor no puede interpretarlas o incluir en ellas palabras que est¨¢n, supuestamente, en el esp¨ªritu de la declaraci¨®n.
Entiendo que la presi¨®n del trabajo y la velocidad con la que se emiten juicios en Internet puede haber influenciado al editor contagi¨¢ndole de una opini¨®n global que el v¨ªdeo hab¨ªa suscitado ya cuando lo encontr¨® en la red. Pero eso no le exime de la responsabilidad de haberlo titulado indebidamente, agravando ese juicio negativo generalizado que ha provocado en las redes sociales la grabaci¨®n de la se?ora Farache. Considero que la secci¨®n multimedia debe someterse a los mismos controles que el resto del peri¨®dico en lo relativo a la veracidad, el rigor y la precisi¨®n a la hora de publicar una informaci¨®n.
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