La revoluci¨®n de Corbyn
El nuevo lider laborista ha obtenido un apoyo mayoritario tanto entre los viejos militantes como entre los j¨®venes. Ahora est¨¢ por ver si conquistar¨¢ al electorado
Hace unos d¨ªas el l¨ªder de Podemos, Pablo Iglesias, predijo la victoria de Jeremy Corbyn y dijo que ser¨ªa una prueba m¨¢s de ¡°la nueva pol¨ªtica de Europa reemplazando la vieja pol¨ªtica de Angela Merkel y la austeridad¡±.
Si Iglesias tiene raz¨®n sobre la novedad, la iron¨ªa no se le escapar¨¢ al propio Corbyn. El veterano diputado de 66 a?os hab¨ªa quedado al margen de la pol¨ªtica de la vida en Westminster desde que fue elegido por primera vez, hace ya m¨¢s de tres d¨¦cadas. Cuando entr¨® en la carrera para llegar a ser el l¨ªder del Partido Laborista, pocos esperaban que ganara. Y ese peque?o grupo no inclu¨ªa a Corbyn.
James Corbyn siempre ha sido un pol¨ªtico preparado para sudar la camiseta por las causas que cree justas. Adem¨¢s, su inter¨¦s sobre Espa?a ¡ªy Am¨¦rica Latina¡ª viene de muy lejos. Sus padres se conocieron en los a?os treinta, en el curso de las manifestaciones de respaldo a la Rep¨²blica espa?ola. Casado ahora con una mexicana, es padre de ni?os ¡ªbiling¨¹es¡ª de su segundo matrimonio (con una refugiada chilena cuyos abuelos espa?oles huyeron de Franco, y sus padres de Pinochet).
Hace unos a?os hubo una pol¨¦mica sobre el ¨²nico monumento a los voluntarios de las Brigadas Internacionales en Madrid. Aparentemente, una orden judicial iba a obligar a la Universidad Complutense a quitar la placa en memoria de los brigadistas por no contar con el permiso necesario. Corbyn no dud¨® en tomar partido: el diputado organiz¨® una moci¨®n de protesta en la C¨¢mara de los Comunes que cont¨® con las firmas de 60 parlamentarios y la atenci¨®n de la prensa internacional. No se sabe si la intervenci¨®n de Corbyn tuvo alguna influencia, pero la placa a los brigadistas todav¨ªa sigue en su lugar.
Corbyn es un idealista y un luchador por causas minoritarias
As¨ª es como era Corbyn: un idealista y un luchador por causas minoritarias, m¨¢s bien propias de un santo que de un revolucionario. Hasta ahora. Hasta que se ha movido casi repentinamente desde los m¨¢rgenes de la vida pol¨ªtica hasta el centro de la escena.
Seg¨²n el an¨¢lisis efectuado por Pablo Iglesias, la pronosticada elecci¨®n de Corbyn demostrar¨ªa una nueva corriente principal en Europa, una nueva sinton¨ªa entre la izquierda y el pueblo. Es cierto que este fin de semana est¨¢ extendi¨¦ndose una euforia patente entre muchos sectores del Partido Laborista. Corbyn ha obtenido un apoyo mayoritario en distintas corrientes del partido: entre los viejos militantes, entre los cientos de miles de nuevos socios que pagaron una peque?a cuota para participar en la votaci¨®n y entre las bases de los sindicatos.
Pero, ?significa esto que Corbyn representa un nuevo clima pol¨ªtico en Gran Breta?a? Hay razones para la duda. La primera es que el propio Corbyn tiene poco apoyo en el seno del grupo parlamentario del Partido Laborista, en el que casi no consigui¨® los avales necesarios para presentarse a las elecciones. Como el rebelde sistem¨¢tico que ha sido ¡ªha votado en contra de la l¨ªnea oficial del partido en el Parlamento en m¨¢s de 500 ocasiones¡ª, ahora no puede contar con la lealtad de otros diputados para apoyarle. La plataforma de Corbyn representa una ruptura radical con muchas de las pol¨ªticas del pasado reciente y es inevitable que haya enfrentamientos dentro del partido y del grupo parlamentario. Y si ¨¦l nunca fue leal con los l¨ªderes en el pasado, ?por qu¨¦ sus colegas deber¨ªan respaldarle ahora? El hombre de principios comprobar¨¢ que otros tambi¨¦n tienen sus principios.
Como el rebelde sistem¨¢tico que ha sido, ahora no puede contar con la lealtad de otros diputados para apoyarle
En segundo lugar, y mucho m¨¢s importante, est¨¢ por ver si Corbyn puede contar con el apoyo del pueblo brit¨¢nico en las urnas. Cuando se les hace a los electores una pregunta clave ¡ª¡°?Es usted capaz de ver a este hombre en Downing Street?¡±¡ª s¨®lo uno de cada cinco brit¨¢nicos tiene la imaginaci¨®n necesaria como para dar una respuesta positiva.
Es cierto que hace algunas semanas, s¨®lo unos pocos ¡ªy casi ning¨²n comentarista en los medios¡ª predijo que Corbyn se convertir¨ªa en el l¨ªder del Partido Laborista. As¨ª que es posible que las encuestas subestimen ahora su capacidad de liderazgo. Pero cambiar la perspectiva de millones de votantes no ser¨¢ un trabajo f¨¢cil.
Como Podemos en Espa?a, Corbyn ha sabido hacer campa?a con energ¨ªa y vigor: cientos de miles de personas, especialmente los j¨®venes, han participado quiz¨¢s por primera vez en un movimiento que les da una ilusi¨®n aut¨¦ntica. Pero no est¨¢ muy claro a d¨®nde llevan estas tendencias, tanto en Espa?a como en Gran Breta?a. Si Corbyn e Iglesias tienen raz¨®n, veremos nuevas coaliciones de apoyo a determinadas pol¨ªticas progresistas. Si se equivocan, habr¨¢ una izquierda fragmentada, impotente y lejos del poder durante toda una generaci¨®n.
David Fred Mathieson fue asesor del Gobierno laborista brit¨¢nico de Tony Blair.
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