?Cu¨¢ntos cerrajeros tiene el Papa?
Con la excarcelaci¨®n de 3.522 presos, Francisco consigue los primeros logros de su visita a Cuba antes incluso de subir al avi¨®n
En una muestra de prepotencia, una vez Stalin pregunt¨® jocosamente cu¨¢ntas divisiones ten¨ªa el Papa. Como siempre pasa con las cosas del Vaticano, la respuesta se demor¨® varios a?os, y aunque el dictador sovi¨¦tico ya no estaba para verlo, tuvo respuesta a su pregunta cuando el comunismo se desmoron¨® en el Este de Europa como un castillo de naipes. Aunque fue una respuesta a la manera vaticana: ?qu¨¦ m¨¢s da cu¨¢ntas? Al Papa no le hac¨ªan falta divisiones para ser uno de los protagonistas del fin del tel¨®n de acero.
El r¨¦gimen cubano, uno de los escas¨ªsimos vestigios de aquella ¨¦poca de la guerra fr¨ªa, ha anunciado la liberaci¨®n de 3.522 reclusos con motivo de la llegada a la isla de Francisco el pr¨®ximo s¨¢bado. Amnistiar¨¢ a enfermos cr¨®nicos, menores de 20 a?os sin antecedentes penales, presos que iban a obtener la libertad condicional en 2016, mujeres y extranjeros. Un gesto hacia el Pont¨ªfice que desde que accedi¨® a la c¨¢tedra de Pedro pasa los Jueves Santos visitando a los presos y que comienza a cosechar los frutos de su larga visita al continente americano ¡ªCuba, Estados Unidos y Asamblea General de Naciones Unidas¡ª antes incluso de subirse al avi¨®n. En realidad, cuando aborde el avi¨®n el pr¨®ximo s¨¢bado por la ma?ana ya habr¨¢ cosechado un fruto intangible, pero valios¨ªsimo en el panorama pol¨ªtico internacional. Ya no lo har¨¢, como en su primer viaje a Brasil en 2013, como un personaje curioso reci¨¦n llegado al cargo, sino como un actor pol¨ªtico de primer orden, capaz de intervenir entre bambalinas en los procesos m¨¢s importantes.
Bergoglio va a visitar Washington y La Habana, dos enconados enemigos en proceso de reconciliaci¨®n que han representado mundos opuestos y en cuyo acercamiento ha intervenido directamente sin que nadie lo supiera hasta que Obama y Castro lo anunciaron y le dieron las gracias p¨²blicamente. Es m¨¢s, dormir¨¢ en la misma ciudad en la que se celebran unas hist¨®ricas negociaciones de paz que pueden terminar con la guerra m¨¢s antigua de Latinoam¨¦rica ¡ªla de Colombia¡ª y en las que la guerrilla ha solicitado a un representante del Vaticano en la mesa. ?
Pero aunque Jorge Bergoglio est¨¦ siendo el primer Papa en muchas cosas ¡ªel primero al menos en la memoria de los periodistas, a veces tan corta como la de los peces¡ª en esto de las excarcelaciones ya se le han adelantado sus dos predecesores. En concreto, con la visita de Juan Pablo II en 1998, Fidel Castro liber¨® a unos 300 reclusos. Y con la de Benedicto XVI en 2012 su hermano Ra¨²l excarcel¨® a otros 3.000 presos. Es decir, que entre los tres pont¨ªfices romanos, solo por llegar a Cuba, se ha logrado la liberaci¨®n de unas 6.300 personas. Por much¨ªsimo menos de esa cifra firmar¨ªa ahora mismo cualquier mandatario para poderse presentar ante su electorado como un experto cerrajero de las relaciones internacionales capaz de abrir puertas imposibles. Claro que el Papa no tiene electorado. Ni tampoco divisiones. Pero a la vista de las cifras, habr¨ªa que empezar a preguntarse cu¨¢ntos cerrajeros.
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