Prevenir
No s¨¦ lo que suceder¨¢ el d¨ªa 27, pero creo que el caudillo dar¨¢ otro paso adelante sea cual sea el resultado
Tras ver a las obedientes masas de separatistas catalanes haciendo coreograf¨ªas por la Meridiana, me vino a la memoria un c¨¦lebre fragmento de Benjamin que, en la traducci¨®n de Jes¨²s Aguirre, dice as¨ª: ¡°La humanidad que anta?o, en tiempos de Homero, era objeto de espect¨¢culo para los dioses ol¨ªmpicos, se ha convertido ahora en espect¨¢culo de s¨ª misma. Su autoalienaci¨®n ha alcanzado un grado que le permite vivir su propia destrucci¨®n como un goce est¨¦tico de primer orden. Ese es el esteticismo de la pol¨ªtica que el fascismo propugna¡±.
Mucha gente se enfad¨® con Felipe Gonz¨¢lez porque encontraba similitudes o analog¨ªas en la carrera de Artur Mas y la de los caudillos totalitarios de los a?os treinta. No se enga?en. Las diferencias son las que impone la t¨¦cnica pol¨ªtica actual. Del mismo modo que el Papa tiene que tragarse el divorcio, Mas y sus secuaces han de tragarse la democracia. No duden, sin embargo, que, de ver la posibilidad, mostrar¨ªan su aut¨¦ntico rostro, el de golpistas.
No s¨¦ lo que suceder¨¢ el d¨ªa 27, pero creo que el caudillo dar¨¢ otro paso adelante sea cual sea el resultado. No puede perder porque podr¨ªa acabar en la c¨¢rcel por corrupto. De modo que impondr¨¢ su voluntad, que es lo propio de los caudillos.
Ante esa eventualidad, y siendo as¨ª que los pol¨ªticos democr¨¢ticos espa?oles jam¨¢s se han enfrentado a los nacionalistas sino que han hecho negocio con ellos, creo de la mayor urgencia comenzar a preparar un partido unionista o espa?olista de origen popular que exija la devoluci¨®n de Catalu?a a Espa?a el mismo d¨ªa de su independencia.
O bien un partido que plantee la necesidad de que Barcelona sea una ciudad independiente y deje de ser la ubre que alimenta a las comarcas catalanas.
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