Modas

Se van a hartar. La van a ver por todas partes, y de hecho ya la estar¨¢n viendo, porque este a?o encima ha venido con unos d¨ªas previos como aperitivo. Y, si se quedan con ganas, ya tienen ah¨ª Nueva York, Mil¨¢n a la vuelta de la esquina y Par¨ªs justo despu¨¦s. Moda que no falte. Tambi¨¦n espa?ola. Llega su semana en Madrid, abrir¨¢ informativos y hasta (?quiz¨¢?) peri¨®dicos. Pero luego, ?qu¨¦?

?Qu¨¦ hay tras cinco d¨ªas de fuegos artificiales? ?Se esfuma la p¨®lvora entre las colas del cibelespacio (nombre real)? ?Se encierran creaciones y creadores hasta febrero, o hasta los Goya, con suerte? Con dise?adores ahogados en deudas y dise?os oprimidos por ese qu¨¦ dir¨¢n tan dominante en la calle espa?ola, poco hay que hacer. Mucho front row, mucho c¨®ctel en Instagram, muchas futuras colaboraciones, mucho papel mojado.

Industria. Industria es lo que queremos. Tejido y no de telas, sino de f¨¢bricas, de empleos e imagen. M¨¢s loewes que hagan aut¨¦ntica marca Espa?a. M¨¢s Inditex, que no es solo Zara: miren a Lefties, la expobretona, reventando ventas; a la peque?a, Bershka, haciendo deportivas con gigantes como Reebok; a Oysho, vendiendo sin parar bragas online en China. Y m¨¢s: a la reina Letizia vistiendo de Mango y a las herederitas de Holanda de Pili Carrera; al gran LVMH poni¨¦ndole ojitos a El Ganso; a DelPozo triunfando en Nueva York.

Crist¨®bal Balenciaga fue un se?or de Getaria que, hilo a hilo, vestido a vestido, se convirti¨® en el gran modisto de su ¨¦poca. Su apellido es hoy una firma que viste alfombras rojas y factura 350 millones al a?o. Que nadie lo borre de su cabeza cuando salude sonriente hoy, ma?ana, pasado, desde la pasarela.