Operaci¨®n Scum, o cuando todo se ve violeta
Las feministas de hoy empiezan pronto. Tienen 15, 17, 18 a?os, usan lenguaje inclusivo y saben qui¨¦n es Rosa Luxemburgo
He quedado con parte de la c¨¦lula Scum Girls Madrid a la salida del metro de Embajadores. A las Scum se les conoce por ser las m¨¢s j¨®venes y macarras de las manis violeta, el color feminista. Las vi por primera vez un 8 de marzo, bueno, en realidad no pude verles la cara, bajaban hacia Sol con la m¨¢scara de Jason de Viernes 13 y un cartel que dec¨ªa: ¡°Somos malas, podemos ser peores¡±. Recuerdo sentir algo parecido a la transmisi¨®n instant¨¢nea de un virus, quiz¨¢ el de la ferocidad. Frente al terror machista ¨Cel de las 28 v¨ªctimas en lo que va de 2015¨C, ellas luc¨ªan verdaderamente amenazantes: un piquete de autodefensa femenina abri¨¦ndose paso por la ciudad. Recuerdo preguntar qui¨¦nes eran y saber que se denominaban as¨ª por el Manifiesto Scum, escrito por la feminista Valerie Solanas, c¨¦lebre por haber intentado matar a Andy Warhol de un balazo. En ese documento, Solana llama al exterminio de la raza mascu?lina, una idea que puede leerse de forma literal (algunos lo interpretaron como society for cutting up men, aunque scum alude en realidad a ¡°capa de suciedad¡±) o como un radical alegato contra el machismo. Lo segundo es suscrito por las Scum Girls patrias, desde sus c¨¦lulas de adoctrinamiento feminista desperdigadas por toda Espa?a. As¨ª que cuando las encontr¨¦, meses despu¨¦s, me sorprendi¨® que no fueran ese tipo de criaturas ante las cuales un hombre se cubrir¨ªa instintivamente los test¨ªculos al grito de ¡°?feminazis!¡±. M¨¢s bien se ve¨ªan como un pu?ado de adolescentes que acaban de salir de vacaciones del insti. Y eso era exactamente lo que eran.
De camino a la casa okupa donde suelen reunirse, hablan de ex¨¢menes y de las esperadas vacaciones. Las feministas de hoy empiezan pronto. Tienen 15, 17, 18 a?os, usan lenguaje inclusivo y saben qui¨¦n es Rosa Luxemburgo. En la web de las Scum, el apartado ¡°Formaci¨®n de principiantes¡± ofrece una larga lista de lecturas: Woolf, Davis, Preciado, Despentes, Federici. Pero aunque de vez en cuando expropien la etiqueta de feminazis para patearla con orgullo, opinan que ¡°es un t¨¦rmino para denigrar la lucha feminista¡±. Ellas son radicales. ?Qu¨¦ es una radical? ¡°La que va a la ra¨ªz de las cosas¡±. Por eso defienden tambi¨¦n un espacio de lucha no mixto para ¡°empoderarse¡±. ¡°En los espacios mixtos siempre estamos obligadas a demostrar que sabemos el doble para que nos tomen en serio, as¨ª que preferimos trabajar entre nosotras¡±, denuncia Luisa (18).
El plan de hoy es hacer un poco de acci¨®n directa contra la dichosa capa de suciedad. Adem¨¢s de estudiar a Beauvoir, manifestarse como las anticapitalistas y antipatriarcales que son y hacer activismo en redes, llevan a cabo acciones como pintar un co?o sobre un anuncio de Massimo Dutti o hacer v¨ªdeos cr¨ªticos. Esta tarde quieren filmar el acoso callejero para colgar el documento en Twitter con un hashtag. Salimos a caminar por Lavapi¨¦s. Las Scum se paran en las esquinas y llaman la atenci¨®n de los t¨ªos. No hacen nada, solo caminan en grupos mientras una graba con el m¨®vil las reacciones que no se hacen esperar: silbidos, miradas, chasquidos. Y cosechan frases como ¡°Rubia¡±, ¡°Mu?equita¡±, ¡°?Tienes novio?¡±, ¡°?Qu¨¦? ?No te gusta? ?Eres lesbiana?¡±. Las Scum en un d¨ªa cualquiera, las mujeres en un d¨ªa cualquiera.
?Que c¨®mo se empieza tan pronto en el feminismo? As¨ª: hostigamiento p¨²blico, padres maltratadores, novios celosos, profesores de gimnasia discriminadores, compa?eros de clase que las llaman feminazis. Un d¨ªa, el compa trotskista las invita a sus asambleas diciendo: ¡°Venid, nos hacen falta camaradas j¨®venes y guapas¡±. Y ellas potan. Otro d¨ªa, el padre de Laura (16) le echa en cara que no tenga novio. ¡°Yo le digo: ¡®Te voy a traer dos a ver si te gusta¡¯¡±. Se hacen fuertes, lo comparten en Twitter, leen, se ven, se reconocen, se unen, se organizan, salen, golpean. Y ya nada es igual. Resultan odiosas para muchos hombres. Y lo saben. ¡°Cada d¨ªa tenemos un problema con ellos, es agotador¡±. Lo es cuando vas por la vida con tus potentes detectores de actitudes ¡°micromachistas¡±. Qu¨¦ se le va a hacer. Mar¨ªa (17) dice que ¡°una vez que te haces feminista, te pones las gafas violetas y todo lo ves violeta¡±.
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