Bobby Fischer, el pe¨®n
Hollywood lleva al cine la historia del gran genio del ajedrez maltratado en la candente guerra fr¨ªa y que acab¨® paranoico
Alguien ten¨ªa que hacer esta pel¨ªcula. Lo exig¨ªan la historia y la justicia. Sacrificio de pe¨®n, estrenada el viernes en EE UU, mezcla las tragedias del ajedrecista Bobby Fischer (1943-2008), un pe¨®n maltratado durante la guerra fr¨ªa y un genio mal educado que acab¨® paranoico. En ella se narra la historia de la preparaci¨®n y del legendario enfrentamiento por el campeonato del mundo entre Bobby Fischer (Tobey Maguire) y el campe¨®n ruso Boris Spassky. El director, Edward Zwick, lo ve claro: ¡°Hay una conexi¨®n inevitable entre la genialidad y la locura¡±. Sin embargo, no todos los genios est¨¢n locos.
Al Gobierno de?Richard Nixon le importaba poco el ajedrez hasta que un joven rebelde y autodidacta de Chicago puso en jaque a los sovi¨¦ticos, que ve¨ªan en sus ajedrecistas la prueba evidente de la superioridad intelectual del comunismo. Fischer se convirti¨® en el aspirante al t¨ªtulo de Bor¨ªs Spassky en 1972. Pero no quer¨ªa ir a Reikiavik, sede del duelo, porque los premios le parec¨ªan demasiado bajos. El mecenas brit¨¢nico Jim Slater dobl¨® la bolsa, con 111.000 euros; y el Secretario de Estado Henry Kissinger pidi¨® a Fischer que fuera a Islandia a destronar a Spassky ¡°como un deber patri¨®tico¡±. Fischer fue, logr¨® que un duelo de ajedrez fuera primera p¨¢gina durante dos meses en todo el mundo, triunf¨® y fue recibido en la Casa Blanca como un h¨¦roe. En ese momento, el riesgo de que alguien pulsase el bot¨®n rojo de la guerra nuclear era alto; y la URSS amenazaba con superar a EE UU en potencia econ¨®mica.
El cociente intelectual de Fischer era superior al de Einstein. Pero la frontera entre genialidad y locura es muy estrecha. Un ni?o genial mal educado tiende a la enfermedad mental. Fischer fue un mal estudiante y pas¨® muchas horas solo en casa ¡ªensimismado con el ajedrez¡ª porque su madre, una superdotada bajo vigilancia del FBI por comunista, ten¨ªa que pluriemplearse para sacar adelante a sus dos hijos. No supo qui¨¦n fue su verdadero padre ¡ªel eminente f¨ªsico h¨²ngaro Paul Nemenyi¡ª hasta que este muri¨®, cuando Bobby ten¨ªa 8 a?os.
Inteligencia descomunal
Tras ser uno de los personajes m¨¢s famosos del mundo, Fischer renunci¨® al t¨ªtulo, a pesar de que el dictador filipino Ferdinand Marcos ofreci¨® una bolsa de cinco millones de d¨®lares de 1975 si lo defend¨ªa ante Anatoli K¨¢rpov. Y desapareci¨® de la vida p¨²blica durante 20 a?os, con una excepci¨®n: la polic¨ªa de Pasadena le encarcel¨® durante dos d¨ªas en 1981 porque ¡ªvestido como un vagabundo¡ª le confundi¨® con un ladr¨®n. Nadie en la Casa Blanca movi¨® un dedo por ¨¦l entonces
Durante ese periodo, este periodista visit¨® a Fischer tres veces. ?dolo de millones de personas, que empezaron a jugar al ajedrez en serio motivados por su duelo con Spassky, Fischer se revel¨® como un mis¨®gino que tambi¨¦n odiaba a los negros, los comunistas, los periodistas y los jud¨ªos, a pesar de que sus padres eran jud¨ªos. Todo eso a pesar de poseer una inteligencia descomunal.
Reapareci¨® en 1992, de nuevo contra Spassky, en Sveti Stefan (Montenegro), a 50 kil¨®metros de la guerra de Bosnia, tras aceptar una oferta millonaria del mafioso serbio Yezd¨ªmir Vas¨ªlievich. La Casa Blanca le amenaz¨® con la c¨¢rcel por violar el embargo contra Yugoslavia. ?l despreci¨® en p¨²blico a su Gobierno, volvi¨® a ganar y a desaparecer, se alegr¨® en un programa de radio de una emisora filipina del atentado en las Torres Gemelas, y fue detenido en Tokio en 2004. EE UU pidi¨® su extradici¨®n, pero recibi¨® asilo en Islandia, donde muri¨® en 2008, a los 64 a?os, tras negarse a recibir tratamiento contra una afecci¨®n renal.
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