La mujer que le par¨® los pies a Donald Trump
La republicana Carly Fiorina emerge de un debate contra el multimillonario como una posible candidata de su partido a la Casa Blanca
Sucede m¨¢s a menudo de lo que parece. Al final, quien le para los pies al mat¨®n de la clase es una mujer. Mientras sus compa?eros masculinos tratan de pasar inadvertidos y miran silbando hacia otro lado, le suelta en la cara lo que todos piensan. Y le obliga a recular. Eso es exactamente lo que le ha sucedido al autoproclamado macho alfa del panorama pol¨ªtico estadounidense, Donald Trump, quien desde que anunciara su candidatura a la nominaci¨®n republicana a la Casa Blanca ¡ªen realidad desde mucho antes¡ª ha repartido insultos, desprecios y barbaridades a diestro y siniestro. Eso s¨ª, hay que reconocer que el multimillonario en algo es igualitario e insulta con igual desparpajo a cualquiera que tenga por delante, da igual si es presidente de EE?UU, presentadora de la conservadora emisora Fox o emigrante mexicano. Para ¨¦l lo que cuenta es si uno es negro, mujer o no habla ingl¨¦s. Si por casualidad combina las tres caracter¨ªsticas, miel sobre hojuelas.
Con la moral por las nubes por unas encuestas que respaldaban sus tesis populista y una influencia cada vez mayor en el discurso de sus competidores en el partido, Trump se present¨® esta semana en un debate televisado con otros candidatos a la nominaci¨®n. Pero sus mandobles dial¨¦cticos se toparon con una mujer a la que ¡ªsorpresa¡ª hab¨ªa insultado y menospreciado. ¡°Mirad esa cara, ?c¨®mo se puede votar a eso?¡±, hab¨ªa dicho de ella con anterioridad al debate. Lejos de entrar en la lucha en el barro que le encanta a Trump, Carly Fiorina reaccion¨® con clase, calma y educaci¨®n. Puso en su sitio al millonario y emergi¨® del debate al que acud¨ªa pr¨¢cticamente de candidata de relleno como una de las figuras prometedoras en la carrera republicana a la Casa Blanca. Fiorina marc¨® diferencias notables. Su actitud le vino a decir a Trump ¡°dime de lo que presumes y te dir¨¦ de lo que careces¡±. Y tiene su l¨®gica. A diferencia de Trump, que exige a todos trabajar duramente pero que hered¨® un pr¨®spero negocio familiar, Carly Fiorina sabe lo que es empezar de secretaria y escalar hasta convertirse en consejera delegada de varias grandes multinacionales. Tampoco ni ella ni sus antepasados se cambiaron el apellido, como hicieron los Drumpf, devenidos en Trump. Es m¨¢s, la candidata renunci¨® a su apellido ingl¨¦s de rancio abolengo para llevar ¡ªseg¨²n la costumbre estadounidense¡ª el apellido italiano de su marido. Algo inconcebible para su rival, cuyos or¨ªgenes estadounidenses tienen la misma autenticidad que su tup¨¦.
Definitivamente no es la semana de Trump, quien ha sido sustituido en su reality show... por un inmigrante. Se trata de Arnold Schwarzenegger, un austriaco de quien decir que habla ingl¨¦s con un fuerte acento alem¨¢n es quedarse corto, que tras alcanzar el ¨¦xito en su trabajo tuvo la desfachatez de casarse con una mujer perteneciente a una de las familias estadounidenses con m¨¢s pedigr¨ª ¡ªlos Kennedy¡ª y encima fue elegido democr¨¢ticamente gobernador de California. La encarnaci¨®n del sue?o americano para cualquier inmigrante. ?Su frase m¨¢s famosa? Una mezcla de ingl¨¦s y espa?ol aplicable a Trump: ¡°Hasta la vista, baby¡±.
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