Primero de Dar¨ªn

Imposible no sonre¨ªr ante la imagen de Javier C¨¢mara y Ricardo Dar¨ªn compartiendo premio en el Festival de San Sebasti¨¢n. C¨¢mara dijo, con mucho tino, que ¨¦l se encontraba ahora mismo en ¡°primero de Dar¨ªn¡±. Y yo me puse a imaginar, por cosas que me hab¨ªa contado del rodaje de Truman, y por otras que yo advert¨ª en el argentino cuando hace a?os le hice una entrevista, en qu¨¦ pod¨ªa consistir ese curso que muy aplicadamente estudia C¨¢mara. Estar en primero de Dar¨ªn no s¨®lo va encaminado a formarse como actor; estar en primero de Dar¨ªn es asistir a una escuela de vida. Estar en primero de Dar¨ªn es procurar que a tu alrededor se respire buen ambiente, que se compartan bromas y confidencias pero no chismes ni maldad. En primero de Dar¨ªn se canta much¨ªsimo, cantar libera el alma y acorta distancias. Se aprende tambi¨¦n a actuar como psic¨®logo de guardia si la ocasi¨®n lo requiere, se mira al interlocutor, se le pregunta, se escucha, se presta un hombro. Se aprende en primero de Dar¨ªn a ser paciente, se trabaja el trato con el p¨²blico, el coqueteo educado, la picard¨ªa caballerosa. Se ha de observar en este curso c¨®mo el maestro sonr¨ªe y atiende a las se?oras que se lo quieren comer a besos, y no porque lo amen como hermanas. No existe la mujer que quiera a Dar¨ªn como una hermana. Tambi¨¦n se estudia el arte de la concentraci¨®n inmediata: de la risa al texto, sin tonter¨ªas. El arte de la seducci¨®n es la asignatura estrella.

C¨¢mara est¨¢ en primero. Casi todos los dem¨¢s en preescolar. Pero lo importante, en estos tiempos en que reina la aspereza, es tratar de progresar adecuadamente.