Una oportunidad

El PSOE tiene una oportunidad para ganar las elecciones de diciembre y situarse en condiciones de pactar con otras fuerzas de cara al pr¨®ximo Gobierno. El futuro no est¨¢ escrito, pero la evoluci¨®n de las encuestas, los resultados del PSC en Catalu?a y la consolidaci¨®n de la unidad interna del partido son se?ales de que parece cercano el final de la traves¨ªa del desierto y de que Pedro S¨¢nchez y los suyos cuentan con la posibilidad de jugar un papel destacado en la pr¨®xima legislatura.

No es probable que ning¨²n partido obtenga la mayor¨ªa absoluta, de manera que generar un entorno que permita acuerdos futuros es una de las condiciones necesarias. A los espa?oles no les han convencido las mayor¨ªas absolutas y parecen partidarios de interpretaciones pol¨ªticas m¨¢s pragm¨¢ticas y eficientes que las vividas durante los tiempos crispados del primer decenio del siglo y el unilateralismo pol¨ªtico que ha caracterizado la acci¨®n del PP.

Pero para que el PSOE tenga posibilidades es indispensable que se mantenga firmemente en el espacio del centroizquierda, que es el que, con matices, ha ocupado desde los tiempos de la Transici¨®n. La mayor zona de disputa de votos se encuentra en la frontera con Podemos ¡ªmientras que quienes est¨¢n tentados de abandonar las filas del PP miran m¨¢s bien hacia Ciudadanos¡ª. El peligro es que los socialistas caigan en la tentaci¨®n de acentuar el izquierdismo para no ceder terreno a la formaci¨®n de Pablo Iglesias: se equivocar¨¢n si deciden caminar por la senda del radicalismo y abandonan o hacen dudar de su voluntad de representar pol¨ªticamente al centroizquierda.

Hay que valorar los resultados del PSC en Catalu?a partiendo de lo obvio: no han sido los que corresponden a un partido ganador. Pero s¨ª ha mostrado suficiente capacidad de resistencia como para que no sea descabellado pensar en una recuperaci¨®n en las generales. Su l¨ªder, Miquel Iceta, ha conseguido sostener el voto con una eficacia de la que muchos dudaban durante el periodo de tensi¨®n sufrido a causa de las presiones soberanistas en Catalu?a.

Un partido que aspire a gobernar necesita tambi¨¦n comunicar claramente su programa econ¨®mico, que deber¨ªa ser capaz de consolidar la salida de la crisis y la reducci¨®n de las desigualdades. No menos importante es el cierre de filas de los dirigentes socialistas en torno a la reforma federal de la Constituci¨®n. La voluntad de reparar la arquitectura institucional y los comportamientos del pasado constituyen un verdadero programa en s¨ª mismo. Adem¨¢s, implica dotar a Espa?a de un renovado proyecto de pa¨ªs. Hay que mantener la voluntad de reconstruir el Viejo Continente y hacerlo desde un pa¨ªs dotado de una ambici¨®n propia, capaz de fijarse metas y de confiar de nuevo en sus propias fuerzas.

Hacen falta inteligencia y cintura pol¨ªticas en el manejo de tantas variables. Y para eso no basta con atacar constantemente al jefe del Gobierno, ni con proclamar que el proyecto socialista consiste en hacer lo contrario que Rajoy. Al PSOE le ir¨¢ mejor si traslada a los electores un mensaje convincente de lo que pretende y la seguridad de que las heridas internas se han cerrado, en vez de insistir en la v¨ªa de la cr¨ªtica f¨¢cil a un PP sobrado de problemas para volver a obtener la confianza mayoritaria.