Los ni?os ya no vienen de Dinamarca

En Dinamarca, el pa¨ªs de los cuentos infantiles de Hans Christian Andersen, cada vez nacen menos ni?os. Triste historia que arranca en los a?os setenta, cuando la mujer empez¨® a trabajar. ¡°Ahora el 90% de las danesas tiene trabajo, a tiempo parcial o total¡±, explica Ursula Bentin, directora m¨¦dica de la cl¨ªnica Dansk Fertilitetsklinik en Copenha?gue. Durante muchos a?os, la media de fecundidad rondaba los 1,9 ni?os por mujer. Ahora es 1,6. Mueren m¨¢s de los que nacen. Varias organizaciones est¨¢n impulsando otra pol¨ªtica de educaci¨®n sexual que vaya m¨¢s all¨¢ de evitar las enfermedades de transmisi¨®n sexual. La nueva asignatura es la maternidad, en charlas a adolescentes auspiciadas por organizaciones sin ¨¢nimo de lucro como Sex and Society. ¡°Durante muchos a?os solo habl¨¢bamos de sexo seguro y de evitar embarazos. Ahora, de repente, tenemos que explicarles c¨®mo quedarse embarazadas¡±, asegur¨® su directora, Marianne Lomholt, al diario The New York Times.

El Gobierno dan¨¦s anim¨® a los j¨®venes a finalizar r¨¢pidamente sus estudios, por lo que no les quedaba tiempo para la maternidad. Fue un error. ¡°Nos dimos cuenta de que no eran conscientes de que su fertilidad iba en descenso y, sobre todo, del enorme impacto que tiene la edad. La mayor¨ªa de las danesas creen que se quedar¨¢n f¨¢cilmente embarazadas en la cuarentena. Cuando se enfrentan a la realidad, se quedan en estado de shock¡±, afirma Bentin. A los problemas para concebir, como las infecciones por clamidia, la endometriosis, los fibromas o la baja reserva ov¨¢rica, les ha salido un duro competidor: la costumbre de las danesas de posponer su maternidad. ¡°No creo que influya la calidad del semen, ya que el recuento en los j¨®venes se ha mantenido estable desde los noventa¡±. No se trata de aleccionar a los adolescentes para que busquen el embarazo, pero tienen que saber que la fertilidad es un tesoro que mengua con la edad, matiza esta experta.

No obstante, si miramos a nuestro alrededor y establecemos comparaciones, Dinamarca es un para¨ªso. ¡°Espa?a tiene una de las fecundidades m¨¢s bajas del mundo¡±, afirma Julio Vinuesa, catedr¨¢tico de Geograf¨ªa Humana de la Universidad Aut¨®noma de Madrid. La fecundidad por cada espa?ola es de 1,3 hijos, muy por debajo del nivel de reemplazo (dos hijos por mujer), seg¨²n un informe del Instituto de Econom¨ªa, Geograf¨ªa y Demograf¨ªa del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). El mapa europeo de la fecundidad ha dado un vuelco desde finales de los a?os noventa. ¡°Muestra una configuraci¨®n regional completamente nueva¡±, explica Teresa Castro, profesora de investigaci¨®n de ese instituto y coautora del informe. Italia, Grecia y Espa?a est¨¢n ya en la cola. ¡°Los pa¨ªses del sur y este de Europa muestran unas tasas de fecundidad muy bajas¡±. Las danesas suelen tener su primer hijo a los 29 a?os, pero las espa?olas esperan hasta los 30,5 a?os de media. Los nacimientos en espa?olas mayores de 35 a?os representan ya el 20% del total. El paso m¨¢s dif¨ªcil para las madres es el segundo hijo.

La explicaci¨®n es compleja. Un buen empleo estable antes de los 35 sigue siendo una quimera para muchos espa?oles. Es un lastre de d¨¦cadas. En 1998 se ten¨ªan incluso menos hijos que ahora (1,15 por mujer). La tasa aument¨® a 1,46 en 2008, y con el comienzo de la crisis econ¨®mica, volvi¨® a caer. ¡°La fecundidad tiende a ser m¨¢s elevada en los pa¨ªses donde los costes del cuidado de los ni?os son compartidos entre las familias y el Estado¡±, dice Castro. All¨ª se facilita el acceso a las guarder¨ªas para menores de tres a?os, la conciliaci¨®n de la vida familiar y la igualdad entre hombres y mujeres. La pol¨ªtica de natalidad espa?ola es ineficiente y sin apenas presupuesto. Para esta investigadora, es un sinsentido apartar a las mujeres mayores de 40 a?os de la fecundaci¨®n in vitro ¨Cque supuso un 4,4% de los nacimientos en 2012¨C. ¡°Ahora las mujeres han de ser menores de 40 a?os y los hombres menores de 55. Y las mujeres, menores de 38 para la inseminaci¨®n artificial con semen de la pareja. Tambi¨¦n se deja fuera a las mujeres sin pareja, con pareja mujer o que ya tienen un hijo¡±.

En Francia el Estado premia el segundo y el tercer hijo. ¡°Aqu¨ª no ha cambiado nada la conciliaci¨®n entre vida familiar y trabajo¡±, concluye Vinuesa. A la hora de tener hijos, ¡°las mujeres espa?olas lo tienen mucho m¨¢s dif¨ªcil que en otros pa¨ªses¡±.

No llegaremos a una ficci¨®n espa?olizada de la pel¨ªcula Hijos de los hombres, un Madrid acosado por terrorismo urbano en el que no nacen ni?os y se llora por la muerte del espa?ol m¨¢s joven del mundo. Pero da que pensar.