El verdadero milagro alem¨¢n
La transformaci¨®n desde 1945 del gran pa¨ªs europeo es una de las mayores historias de ¨¦xito que han existido
Los europeos no siempre valoramos lo que tenemos. Recientemente han aparecido en algunos pa¨ªses partidos populistas, contrarios a la integraci¨®n europea. No parecen darse cuenta de que la Europa en la que hoy vivimos significa una ruptura radical con el pasado. Europa es el continente que ha provocado m¨¢s guerras, mayor destrucci¨®n y mayores actos de barbarie y crueldad a lo largo de la historia.
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El m¨¢s monstruoso de todos fue el Holocausto, causado por los nazis cuando gobernaban Alemania. Desde su unificaci¨®n en 1871, Alemania ha estado en la g¨¦nesis de dos guerras mundiales.
Por eso no viene mal pararse a pensar un poco en la Alemania actual. Aunque hoy en d¨ªa lo tomemos tambi¨¦n como algo natural, su transformaci¨®n desde 1945 es una de las mayores historias de ¨¦xito que han existido. Es el verdadero milagro alem¨¢n, m¨¢s all¨¢ de las proezas de su industria. Estos d¨ªas, por cierto, puestas en entredicho por algunos a ra¨ªz del caso Volkswagen. Olvidan que todos podemos cometer errores, o algo peor que errores. Incluso los alemanes. La diferencia est¨¢ en que los alemanes han demostrado que son capaces de corregirlos.
La mejor prueba de ello es su evoluci¨®n desde el final de la II Guerra Mundial. De ser un pa¨ªs derrotado, arrasado, con una poblaci¨®n amargada que tuvo que hacer frente a las atrocidades que se hab¨ªan perpetrado en su nombre, a la actual Alemania democr¨¢tica, estable y pr¨®spera. Una transformaci¨®n tan profunda en un periodo tan corto es algo extraordinario. Alemania, que fue nazi hasta 1945, representa hoy los valores del respeto a la dignidad de la persona, los derechos humanos, el Estado de bienestar ¡ªcuya semilla se plant¨® en Alemania a finales del siglo XIX¡ª y la solidaridad con los pa¨ªses que m¨¢s lo necesitan. Algo que la canciller Merkel ha vuelto a demostrar con su presi¨®n para cambiar la pol¨ªtica europea ante el drama de los refugiados sirios, predicando con el ejemplo al acoger en su pa¨ªs a un n¨²mero muy importante de ellos.
Berl¨ªn simboliza bien el cambio de Alemania. De ser la ciudad donde se abr¨ªan todas las llagas del continente, ha pasado a convertirse en el centro de gravedad de Europa, al que acuden los j¨®venes del este y del oeste, del norte y del sur. Berl¨ªn se est¨¢ reinventando, y parece invitar a todos los europeos a participar en ese proceso.
Merkel ha presionado para cambiar la pol¨ªtica europea ante el drama de los refugiados sirios
Hace unos a?os, el ministro polaco de Asuntos Exteriores llam¨® la atenci¨®n de mucha gente con un discurso en Berlin en el que ped¨ªa m¨¢s liderazgo alem¨¢n en Europa. Resultaba sorprendente que eso lo pidiera un miembro del Gobierno polaco, teniendo en cuenta lo que ha sido la historia de ambos pa¨ªses en el siglo XX. Nadie, polaco o no, pedir¨ªa m¨¢s liderazgo de una Alemania prusiana o nazi. Pero si de la Alemania actual.
Esta es quiz¨¢s una asignatura pendiente para los alemanes. Como consecuencia de una historia tan dolorosa y tan reciente, a Berl¨ªn le cuesta ejercer el papel de l¨ªder. Se ha podido comprobar en estos a?os de la crisis del euro, cuando a la principal econom¨ªa de Europa le cost¨® asumir plenamente el papel que le correspond¨ªa para sacar a Europa de la crisis.
El liderazgo, en una sociedad democr¨¢tica, consiste antes que nada en ser capaz de generar consensos. Como reclamaba el ministro polaco, Alemania debe ejercer plenamente en Europa el papel que le corresponde, derivado no solo de su peso econ¨®mico, sino sobre todo de los valores que encarna. Incluido el episodio de la reunificaci¨®n, con todas sus dificultades, pero que en conjunto ha sido un ¨¦xito inmenso, personificado hoy en la figura del presidente Joachim Gauck, respetada dentro y fuera de Alemania.
El dilema de si es necesaria una Europa m¨¢s alemana o una Alemania m¨¢s europea es falso. Ambas son necesarias. Una Europa m¨¢s alemana, que haga bien las cosas, que defienda los valores que ella defiende, que reforme su econom¨ªa y que no gaste m¨¢s all¨¢ de lo que puede gastar. Y una Alemania m¨¢s europea, que asuma sus responsabilidades y piense m¨¢s en clave europea, especialmente cuando ¨¦sta pueda contradecir la clave nacional. Liderar no es f¨¢cil, ni tampoco es c¨®modo. Pero es un papel que no puede eludirse cuando las circunstancias colocan a un pa¨ªs en esa tesitura. Los Estados Unidos trataron de quit¨¢rselo de encima en los a?os 1920, y as¨ª le fue al mundo. Cuando finalmente decidieron asumirlo en 1945, las cosas fueron muy diferentes.
Como consecuencia de una historia tan dolorosa y tan reciente, a Berl¨ªn le cuesta ejercer el papel de l¨ªder
Salir de la crisis exigir¨¢ invertir m¨¢s en Europa. Ese dinero tendr¨¢n que ponerlo todos los contribuyentes europeos, incluidos los alemanes. Pero ser¨¢ una buena inversi¨®n. Los espa?oles tenemos que agradecer a Alemania su generosidad al aceptar la creaci¨®n de los Fondos de Cohesi¨®n de la UE. Pero, como yo sol¨ªa recordar a mis amigos alemanes, el volumen de exportaciones alemanas a Espa?a era en 2007 seis veces mayor que el importe de los fondos que recibi¨® Espa?a ese a?o. Generosidad, sin duda. Visi¨®n pol¨ªtica, desde luego. Pero tambi¨¦n una inversi¨®n. Una magn¨ªfica inversi¨®n.
Esa inversi¨®n en Europa deber¨¢ ser no solo econ¨®mica, sino tambi¨¦n pol¨ªtica. Europa necesita salir de los problemas que arrastra desde hace a?os, y que no son s¨®lo econ¨®micos. La crisis puede ofrecer una oportunidad para hacerlo, si se enfoca bien su resoluci¨®n. Porque solo un paso adelante en la integraci¨®n pol¨ªtica pueda dar sentido a la cesi¨®n de soberan¨ªa y la financiaci¨®n com¨²n que van a exigir la Uni¨®n Econ¨®mica, la Uni¨®n Bancaria y la Uni¨®n Fiscal. Unos pasos que son inevitables si queremos que funcionen de verdad la Uni¨®n Monetaria y el euro.
Es ah¨ª donde Alemania tiene que ejercer el papel que le corresponde ejercer en Europa. De ello depende en buena medida que pueda relanzarse el proyecto europeo. Alemania, desde 1945, ha querido siempre m¨¢s Europa. Europa necesita m¨¢s Alemania. Que ello sea as¨ª es, en el fondo, lo que conmemoramos en este 3 de octubre.
Rafael Dezcallar fue embajador de Espa?a en Alemania de 2008 a 2012.
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