Cuando los pol¨ªticos se lanzan a bailar
De aqu¨ª al 20-D veremos a pol¨ªticos de todos los colores pasearse por los telediarios y deambular por programas de humor
Salvador Dal¨ª consideraba la televisi¨®n uno de los procedimientos m¨¢s viles de la cretinizaci¨®n humana. Pero a¨²n as¨ª la ve¨ªa y no ten¨ªa reparos en participar en todo tipo de programas. La pantalla es dual y contradictoria. Lo demuestra la percepci¨®n que el p¨²blico tiene de sus contenidos y el verdadero retrato que arrojan las audiencias. Si los documentales de La 2 tuvieran tantos espectadores como los que dicen verlos, se emitir¨ªan en La 1.
El embrujo que la televisi¨®n ejerc¨ªa en el inconmensurable pintor se plasma tambi¨¦n en la pol¨ªtica contempor¨¢nea. No est¨¢ demostrado que el medio de masas por excelencia sea capaz de ganar unas elecciones, pero nadie duda de que la aparici¨®n en la pantalla estereosc¨®pica puede ser un excelente trampol¨ªn. La televisi¨®n ofrece a un aspirante a l¨ªder la posibilidad de foguearse en las tertulias ¡ªPablo Iglesias o Pablo Casado son casos paradigm¨¢ticos¡ª y cuando se acercan unas elecciones conviene haber superado la presi¨®n de los focos.
Nuestros pol¨ªticos han aprendido a aprovechar la pantalla para lanzar discursos ideol¨®gicos y propuestas de Gobierno y tambi¨¦n para mostrar su otra cara, su perfil m¨¢s humano. El mes pasado, Mariano Rajoy, Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias se dejaron acompa?ar durante una jornada completa por Ana Rosa Quintana para mostrar a los espectadores su vida cotidiana y le abrieron a la periodista las puertas de su hogar. Esta semana, la vicepresidenta, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, ha exhibido sus dotes para el baile en El hormiguero a trav¨¦s de una coreograf¨ªa con Pablo Motos y su equipo. En ese mismo plat¨® Esperanza Aguirre se marc¨® un chotis y se atrevi¨® a cantar en ingl¨¦s la muy castiza ?D¨®nde vas con mant¨®n de Manila?
Tambi¨¦n el l¨ªder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, tuvo ocasi¨®n de demostrar durante la campa?a del 27-S su afici¨®n a la m¨²sica y al baile. Su peque?o show sobre el escenario mitinero siguiendo el ritmo de Don¡¯ t stop me now, de Queen, se ha convertido en una actuaci¨®n viral. ¡°Hay gente a la que le gusta la independencia y gente a la que no. Hay gente a la que le gusta bailar y gente a la que no¡±, respondi¨® Iceta con iron¨ªa ante el alud de cr¨ªticas del PP.
De aqu¨ª a las elecciones del 20-D veremos a pol¨ªticos de todos los colores pasearse por los telediarios y deambular por programas de humor, formatos de cotilleo, magacines de variedades y espacios de aventuras prest¨¢ndose a todo tipo de espect¨¢culos. La vicepresidenta tiene ya apuntada en su cartilla la pr¨®xima cita con Planeta Calleja, el mismo espacio en el que Pedro S¨¢nchez particip¨® hace pocos meses y en el destap¨® sus habilidades (precarias, por cierto) para colgarse con un arn¨¦s de lo alto de un molino de viento. Pero a veces sale rentable conversar con dos hormigas de trapo o hacer un poco el rid¨ªculo ante las c¨¢maras si con ello consigues meterte en el bolsillo a varios millones de telespectadores (y potenciales votantes)
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